Un salvavidas es un nadador experto, quien supervisa las actividades que se llevan alrededor de una piscina o en el mar, y garantiza la seguridad de los bañistas.
Es algo poco frecuente, pero llega a sucedernos. Mirar fijamente el agua bajo un sol radiante puede aletargar a cualquiera.
En siete años de trabajo como salvavidas he reprendido a dos compañeros que se quedaron dormidos en su puesto, pero, a decir verdad, no se les despidió.
Alrededor de una tercera parte de las muertes por ahogamiento en Estados Unidos se producen en piscinas vigiladas por salvavidas, indica un informe.
Que te sientes cerca de la piscina no es suficiente, y menos aún si estás usando el teléfono celular. Un niño puede ahogarse en el tiempo que te lleva contestar un mensaje de texto.
Se supone que debemos escuchar respetuosamente, pero tu cháchara me distrae. Cuando estoy en mi silla, me la paso vigilando el entorno y contando cabezas.
En algunos balnearios los encargados de manejar productos como el ácido clorhídrico son jóvenes con poca experiencia.
En cierta ocasión un salvavidas mezcló dos sustancias incorrectamente, lo que generó vapores tóxicos y tuvimos que evacuar el lugar.
Al revisar el filtro que retiene la basura de la piscina, he llegado a sacar bolas de cabello, sándwiches, banditas adhesivas con sangre y animales, entre ellos ranas, ratas y una vez incluso una serpiente.
Una persona que se está ahogando seguramente te clavará las uñas para aferrarse a ti y podría hundirte en su desesperación por salir del agua. En lugar de acercarte a ella, lánzale algo que flote, incluso si es una hielera portátil.
He visto a muchos padres dejar a sus hijos de dos o tres años en chapoteaderos de 30 centímetros de profundidad. Si resbalan y los veo, corro a sacarlos.
Los niños pequeños por lo general no tienen fuerza suficiente en los brazos para incorporarse y salir del agua.
El virus que causa las verrugas plantares prolifera en ambientes húmedos, como los vestidores de balneario. Usa sandalias siempre que entres al baño.
Algunos padres se niegan, por ejemplo, a dejar de lanzar a sus hijos a la parte menos honda de la piscina. Por favor, respeta las reglas como todos los demás.
Una vez un bañista sufrió una apoplejía y se desmayó. Le apliqué reanimación cardiopulmonar hasta que llegó una ambulancia. Él está bien ahora, y aunque creo que no me reconoce, cuando lo veo de nuevo en la piscina me siento muy satisfecho por lo que hice.
Fuentes: Salvavidas de Atlanta (Georgia), Charlotte (Carolina del Norte) y Filadelfia (Pensilvania); Grace Witsil, ex salvavidas de Chapel Hill (Carolina del Norte), y Thomas G. Gill, salvavidas de Virginia Beach (Virginia) y vocero de la Asociación de Salvavidas de Estados Unidos.
Aunque la congelación no elimina los microorganismos, sí detiene su proliferación, preservando así las propiedades…
El cáncer de estómago comienza con un crecimiento descontrolado de células en el tejido gástrico,…
Un equipo de investigadores ha hecho un avance significativo en la biología humana creando un…
El salmón, ese pescado de carne rosada y sabor suave, es mucho más que un…
¿Quieres sentirte más joven y lleno de energía? El calostro bovino puede ser la clave.
Tres expertos veterinarios nos ofrecen algunos consejos para acampar con perros, desde cómo prepararte y…
Esta web usa cookies.