Dependiendo de cómo te guste el café, tu carrera habitual en Starbucks podría estar haciendo un número en tu cintura; renunciar a esas tazas de café podría ahorrarte dinero y calorías.
Un estudio publicado en 2017 en Public Health encontró que aproximadamente dos tercios de los bebedores de café cargan su taza de café con azúcar, crema, saborizantes u otros aditivos ricos en calorías.
Como era de esperar, los investigadores descubrieron que quienes beben su café negro consumen alrededor de 69 calorías totales menos por día, en promedio, que quienes agregan edulcorantes, crema u otros aditivos.
A continuación, se muestran algunas señales de que estás bebiendo demasiado café.
¿Alguna vez has experimentado antojos extraños si dejas de tomar tu dosis de cafeína una mañana? Dado que el café puede suprimir temporalmente tu apetito, es posible que te encuentres buscando reemplazos cargados de grasa o azúcar con más frecuencia de lo habitual una vez que dejes de beber tu taza diaria.
Esto es especialmente cierto cuando tu abstinencia de cafeína se activa y tu cuerpo comienza a buscar una solución rápida de azúcar, lo que aumenta tu nivel de azúcar en la sangre y tu consumo calórico diario.
¿Sabes cómo afecta a tu salud el café que bebes? Los expertos hablan sobre el papel que tiene en la pérdida de peso, varias enfermedades y más.
Aunque te sentirás cansado a medida que tu cuerpo se adapte a la falta de estimulantes a los que se ha acostumbrado, a la larga, podrías dormir mejor una vez que comiences a vivir sin cafeína, especialmente si tomaste un café por la tarde o por la noche.
Un estudio publicado en 2013 en el Journal of Clinical Sleep Medicine encontró que la ingesta de cafeína incluso seis horas antes de acostarse puede interrumpir el ciclo de sueño de una persona.
Todo amante del café reconoce los signos reveladores del temido dolor de cabeza por cafeína que golpea cuando su cuerpo no recibe su sacudida matutina. Cuando dejas de tomar café, privas a tu cuerpo de adrenalina y dopamina, hormonas que actúan como estimulantes naturales y te mantienen despierto.
En cambio, una avalancha de adenosina, una hormona responsable del descanso y el cansancio, se precipita a tu cabeza, provocando un cambio en la química del cerebro que resulta en dolor de cabeza. Para minimizar el dolor, no dejes de fumar de golpe. En su lugar, reduce un poco la ingesta cada dos o tres días.
Eliminar media taza de café, reemplazar el café con té o incluso mezclar café normal con descafeinado puede ayudar a evitar los síntomas de abstinencia, y estarás bien encaminado para dejar de depender de la cafeína.
Los dolores de cabeza no son el único síntoma doloroso para dejar de tomar café. Aquellos que dejan de consumir café han informado efectos secundarios como depresión, ansiedad, mareos, síntomas similares a los de la gripe, insomnio, irritabilidad, cambios de humor y lentitud. Estas son las buenas noticias: no te sentirás así para siempre.
Los expertos dicen que la mayoría de los síntomas físicos de la abstinencia de cafeína desaparecerán después de los primeros dos días, mientras que el resto de los efectos secundarios no durarán más de una semana o dos.
El café es muy ácido, lo que significa que erosiona el esmalte de los dientes y los mancha con cada sorbo. Elimina la cafeína y protegerás tus dientes de una erosión de por vida, lo que producirá un blanco más perlado.
“Tus dientes no se mancharán tanto, algo en lo que la gente a menudo no piensa”, dice Angelone.
Muchas investigaciones, incluido un estudio publicado en 2015 en PLoS One, encontraron que el café puede actuar como antioxidante. Y otros estudios apuntan a la posibilidad de reducir el riesgo de ciertas enfermedades en los bebedores de café.
Uno publicado en 2018 en la revista Frontiers in Neuroscience, por ejemplo, sugiere que los bebedores de café tienen un riesgo menor de Alzheimer y Parkinson que los no bebedores de café. Entonces, desafortunadamente, si estás reduciendo el consumo de café, también perderás los beneficios para la salud.
Afortunadamente, no es difícil compensar la ingesta habitual de café reemplazándolo con té, frutas y verduras ricas en antioxidantes.
Dejar el café puede hacer que te sientas fatigado e irritable, lo que puede contribuir a la falta de concentración, gracias a la abstinencia de cafeína. Échale la culpa a la falta de estimulantes que obtienes con una dosis de café, así como al aumento de adenosina, esa molesta hormona que te hace sentir cansado.
Para contrarrestar la pérdida de concentración, intenta masticar chicle de menta para mantener tu cerebro alerta y concentrado. Cuando los participantes lo hicieron en un estudio publicado en 2014 en el British Journal of Psychology, tuvieron tiempos de reacción más rápidos y resultados más precisos en sus tareas, especialmente hacia el final de la sesión.
Además, después de solo una semana sin cafeína, encontrarás que tu productividad ha aumentado porque ya no experimentas el inevitable colapso de la tarde después de una taza de café por la mañana.
La cafeína mantiene las cosas en movimiento a través de los intestinos, por lo que es posible que te sientas atascado cuando dejes de beber tu taza habitual de café. Pero no temas, hay muchas otras formas de ayudar a prevenir el estreñimiento: comer mucha fibra (que se encuentra en los cereales integrales, verduras y frijoles), beber mucha agua y hacer ejercicio con regularidad.
Tu sistema digestivo te lo agradecerá, por lo pronto descubre por qué el café puede provocar que vayas al baño.
Si alguna vez el exceso de cafeína te ha dejado retorciéndote en tu silla o moviendo la pierna, es hora de decir adiós a tus tragos dobles de expreso. Dado que la cafeína es un estimulante, naturalmente eleva los niveles de adrenalina y hormonas del estrés en tu cuerpo.
No es de extrañar que beber demasiado café pueda ponerte nervioso e irritable, especialmente si eres sensible a la cafeína, dice Sonya Angelone, RDN, portavoz de la Academia de Nutrición y Dietética, en San Francisco.
Tomado de theheatlhy.com 10 Things That Happen to Your Body When You Quit Coffee
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