La mayoría de nosotros piensa que los infartos sólo le ocurren a las personas mayores, pero según un reporte publicado en la Journal of the American Heart Association, en la última década han aumentado entre un 25% y un 44%.
“Por eso es tan importante realizarte un chequeo anual, especialmente si eres joven, para prevenir cualquier riesgo cuanto antes”, dice Salman Azhar, del Lenox Hill Hospital en Nueva York.
Si crees que estás experimentando algún síntoma de esta lista, recuerda estas siglas en inglés, que te ayudarán a identificar si estás teniendo un infarto o no:
B: balance (pérdida del equilibrio)
E: enfoque (pérdida de visión o visión borrosa)
F: firmeza en el rostro (o un lado de la cara paralizado)
A: alzar los brazos (intenta levantar ambos brazos por encima de tu cabeza)
S: súbitamente se te dificulta hablar
T: tiempo (¡corre a urgencias!)
“Solemos pensar que los infartos vienen acompañados de algún tipo de dolor, como migraña, y creemos que a partir de esas molestias podemos prevenirlos”, dice el Dr. Azhar. Mantenerte en forma y cuidar tu presión arterial te ayudará a disminuir el riesgo de padecer uno.
“Existen muchas formas de evaluar nuestra salud, ya sea midiendo nuestra grasa corporal o vigilando nuestros niveles de azúcar, y esto nos ayuda a ser más sanos”.
Los infartos por isquemia ocurren cuando un coágulo obstruye el tránsito sanguíneo hacia el cerebro, y estos son los infartos que ocurren en un 87% de los casos, según el Centers for Disease Control and Prevention.
Los otros infartos, menos comunes, son los hemorrágicos, y ocurren cuando se rompe algún vaso sanguíneo. Quizá esto te recuerde a lo que ocurre con un aneurisma, y estás en lo correcto: son bastante parecidos.
“Actualmente hay muchas cosas que podemos hacer para prevenir un infarto, no como hace 10 años”, dice el Dr. Azhar. Para los pacientes que pueden estar en riesgo de padecer uno, existen hasta chips que pueden monitorear su ritmo cardiaco: “un chip de estos le dejará saber a tu doctor cuándo tu corazón tiene un ritmo anormal, y podrá hacer ajustes sobre tus medicamentos para evitar que sufras un infarto”.
Los expertos solían pensar que los anticoagulantes sólo eran seguros si se administraban dentro de las tres horas posteriores al infarto. Pero en 2015 un estudio publicado en The Lancet Neurology demostró que seguían funcionando hasta cuatro horas y media después, así que ahora pueden administrárseles a más pacientes.
“En ciertas circunstancias podemos ayudar a personas que ya han pasado este tiempo, incluso”, dice el Dr. Osman Mir, neurólogo del Baylor University Center en Texas.
Desde 2015 se ha utilizado un procedimiento quirúrgico que le permite a los médicos deshacer los coágulos con un catéter especial, dice Justin Singer, neurocirujano de Spectrum Health.
“Este procedimiento, llamado ‘embolectomía’, restablece el flujo sanguíneo. Esto nos permite actuar más eficazmente, así que los pacientes se recuperan mejor y sufren menos efectos secundarios”, dice el Dr. Singer.
“La mayoría de las personas saben que algunos factores como la diabetes, la presión arterial alta y algunas otras enfermedades cardiovasculares, incluido el colesterol alto, puede aumentar el riesgo de padecer un infarto, pero muy pocas personas saben que también la apnea del sueño puede desencadenar ciertas enfermedades cardiacas y ocasionar un infarto”, dice el Dr. Azhar.
“Por eso, invito a quienes padecen apnea del sueño a que vayan con un médico cuanto antes para que los ayude a identificar si pueden estar en riesgo de un infarto”.
“Comienza a prestarle atención a todo lo que haces por tu salud”, recomienda el Dr. Azhar. “Muchas veces pensamos que es suficiente con hacer cambios drásticos, pero la verdad es que podemos comenzar haciendo pequeñas mejoras en nuestra vida diaria, como caminar una cuadra más. Lo mismo pasa con la dieta: podemos comer un poco mejor cada día, aunque sea sólo en una de las comidas. Hay que deshacernos del mal hábito de no pensar en lo que comemos”.
Si crees que estás en riesgo de padecer un infarto –ya sea porque tienes alguna enfermedad cardiaca o diabetes, porque bebes o fumas mucho, o porque tienes antecedentes familiares- deberías hacerte un chequeo anual, dice el Dr. Azhar.
“Debes realizarte exámenes de sangre anualmente, para que sepas cuáles son tus factores de riesgo y puedas controlaros a tiempo”.
Tomado de rd.com 15 Things Brain Doctors Wish You Knew About Strokes
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