¿Sabías que estos objetos son reciclables?
Papel de aluminio El aluminio es un metal muy fácil de rehusar. Si pones una lata en tu cesto de reciclaje hoy, puede regresar a tu despensa como un contenedor completamente nuevo en solo...
El aluminio es un metal muy fácil de rehusar. Si pones una lata en tu cesto de reciclaje hoy, puede regresar a tu despensa como un contenedor completamente nuevo en solo 60 días, según información proporcionada por la Aluminum Association de EUA.
Desafortunadamente, cada año se desperdician enormes cantidades de este material: tan solo con lo desaprovechado en Estados Unidos bastaría para construir toda una flota de aeronaves.
En muchas ciudades reciclan el papel de aluminio junto con las latas. Así que lávalo, haz una bola con él y ponlo en el reciclaje. Una idea aún mejor que, además, te ahorrará algo de dinero: úsalo para guardar los sobrantes de comida.
Dona tus zapatos para correr usados a un refugio para personas sin hogar o alguna iniciativa que se encargue de darles un buen segundo uso, a menos que estén excesivamente dañados. Si este fuera el caso, busca un programa que los emplee como materia prima para la manufactura de otros productos.
Las pilas se fabrican con metales como litio y cadmio, que pueden contaminar la tierra y el agua, dañar la vida silvestre y, desde luego, la humana. Las baterías recargables son especialmente peligrosas. Deséchalas en contenedores apropiados para tal fin; estos existen en muchas ciudades.
Nunca debes tirar este tipo de bombillas en la basura. Cuando se rompen, pueden arrojar altas cantidades de mercurio (que es muy tóxico) al suelo; este se podría trasminar y contaminar el suministro de agua.
Por suerte, los focos fluorescentes pueden durar muchos años. Cuando se funden, ciertas cadenas de ferreterías se encargan de reciclarlos. Busca más información ahí.
En Estados Unidos existe la posibilidad de regresar a la fábrica aquellos que estén rotos o ya no utilizarás. No obstante, en Internet puedes encontrar decenas de ideas para reusar los lápices de cera que ya no te sirven: desde velas o esferas navideñas hasta maquillaje y figuras decorativas.
Estos consumibles de impresoras tardan más de 1,000 años en desintegrar-se en un vertedero de basura, asevera el sitio web tonerrecycle.net. Es una lástima que hasta 80 por ciento de ellos terminen allí. Existen modelos que pueden rellenarse; fíjate en el paquete para saber si es el caso del tuyo.
De lo contrario, busca alguna tienda que los recolecte a fin de reciclarlos. Algunas de las compañías que los fabrican también los reciben con ese objetivo.
No tires las latas o baldes que todavía tengan pintura a la basura; el contenido es tóxico en potencia. Podrías donar los sobrantes a alguien que lo vaya a aprovechar, por ejemplo, un grupo de teatro de tu comunidad, escuelas de dramaturgia o de artes visuales o plásticas.
También podría servirle a algún vecino o familiar tuyo. La pintura de agua puede ser base para hacer material nuevo. Pregunta si la ferretería o tienda de materiales de construcción a la que acudes cuenta con un programa para su reutilización.
Existen diversas organizaciones sin fines de lucro que trabajan con niños para atender una gran cantidad de problemas sociales que van desde la pobreza extrema y las enfermedades terminales hasta el maltrato infantil y el abandono.
En cualquier caso, los juguetes en buen estado pueden serles de gran ayuda; de esta manera alguien puede volver a disfrutarlos, y el plástico que contienen no terminará en la basura antes de tiempo.
Por lo general, las tiendas de segunda mano no aceptan televisores, ya que los viejos aparatos no se venden. Las leyes de algunos países requieren que se desechen de manera responsable, por lo que no llegan a los vertederos de basura.
Busca centros en los que puedan procesarlos de manera adecuada.
La mayoría de los corchos están elaborados con el tejido de la corteza de plantas leñosas, así que los puedes poner en un contenedor de composta sin mayor problema.