Una persona empática, siempre coloca las necesidades de otros, incluso de los animales, por encima de las suyas. “Son a menudo tan complacientes que ponen a otras personas en primer lugar”, dice Judith Orloff, médica y autora del libro Emotional Freedom: Liberate Yourself From Negative Emotions and Transform Your Life, además de ser profesora auxiliar de psiquiatría en la Universidad de California de Los Ángeles (UCLA) con una práctica privada de psicoterapia especializada en empatía.
“Quieren ayudar a otros y tienen grandes corazones, pero a menudo dan demasiado y terminan muy decepcionados.” Al tener una gran empatía, podrías estar dando más atención y preocupándote por los demás, razón por la que no te gustan las personas que siempre ponen en primer lugar sus necesidades.
Te gusta escuchar en lugar de hablar. Quieres escuchar todos los detalles sobre una situación para que puedas entenderla completamente. “Realmente te preocupas por los demás y lo que están diciendo”, dice Stacey Laura Lloyd, escritora sobre salud y relaciones, co-autora de Is Your Job Making You Fat? How to Lose the Office 15… and More.
“Una cosa es simplemente oír las palabras de los demás, y otra completamente diferente es internalizar lo que otros están expresando y entonces comprender y experimentar sus sentimientos, necesidades y motivaciones”. Para comprender lo que oyes, primero escucha las palabras y presta atención a las señales verbales y no verbales, manteniendo tu compromiso hacia la conversación.
“Ser una oyente empática, significa poner primero al hablante y tener el deseo de entender lo que está en su mente y lo que está tratando de comunicar”, dice Cherie Burbach, autora de Art and Faith: Mixed Media Art With a Faith-Filled Message, quien se especializa en las relaciones y en ayudar a las personas a conectarse en sus relaciones interpersonales.
Las personas a menudo buscan tu retroalimentación y apoyo. Te cuentan sus problemas y sientes la obligación de ayudarlos. “Las personas empáticas dan la impresión de que les importa lo que las otros están pasando”, dice Burbach.
“Así que, si eres alguien a quien la gente busca por consejos, probablemente es porque confían en que dejas de lado tus propias opiniones y eres capaz de dar consejos específicos sobre lo que están pasando”.
Si a menudo escuchas “nunca le he dicho esto a nadie antes”, incluso de quienes acabas de conocer, puedes usar esta destreza, compasión y sensibilidad profesionalmente para trabajar como docente, terapeuta o profesionalizarte en alguna rama de la salud.
“Si de pronto te das cuenta de que la gente te está buscando por un consejo, lo están haciendo porque tienes una calidad especial”, dice Lloyd.
“Eres capaz de ponerse en su lugar y luego, de forma clara y objetiva, proporcionar ideas y orientación para ayudarles a hacer frente a lo que puedan estar pasando. En lugar de aconsejar trivialidades, generalidades o fantasías imposibles, tu empatía te permite crear e impartir herramientas y estrategias específicas que potencien a los demás”.
Debido a que generalmente te enfocas tanto en los demás, lo más probable es que no sepas cómo bloquear las emociones de otras personas y llegues a sentir ansiedad y agotamiento.
“La gente empática a menudo se aísla por la excesiva estimulación y pláticas”, dice la Dra. Orloff. “Regularmente odian las conversaciones ocasionales, por lo que les es difícil permanecer mucho tiempo en las fiestas y en los entornos sociales”.
También es común que eviten lugares llenos de gente como clubes deportivos, centros comerciales y aeropuertos. Si están allí, no pueden esperar a salir, pues prefieren la soledad para que no tener que lidiar con estos sentimientos abrumadores.
Los jefes que son empáticos tienden a obtener mejores resultados y a percibir mejor desempeño de sus empleados. Eso es porque los empleados comúnmente creen que sus jefes tienen un buen corazón y se comprometen más con sus responsabilidades laborales, de acuerdo a un estudio realizado por las personas de Happify, una empresa encargada de empoderar a la gente para ayudarles a tener vidas más felices y satisfactorias.
Los jefes empáticos tienen buenas habilidades de escucha, compasión y grandes corazones. Y eso significa que los empleados confían y se comunican con ellos. “Las personas empáticas saben cómo trabajar con un equipo y dejar que otros sean escuchados”, dice la Dr. Orloff.
Incluso los animales se sienten atraídos por las personas que son sensibles y que realmente se preocupan por ellos. Las personas empáticas sienten energía y calma por el amor incondicional de los animales, dice la Dr. Orloff. Es por eso que a menudo tienen más de una mascota.
“En la sociedad, mucha gente realmente no entiende las sensibilidades de una persona empática”, dice la Dra. Orloff. “Pero los animales son muy sensibles, y a la gente empática les encanta abrazarlos y jugar con ellos. De hecho, las personas empáticas a menudo se sienten más seguras alrededor de los animales que de las personas”.
Ver acontecimientos desagradables o trágicos en las noticias, películas y programas de televisión te puede llegar a perturbar hasta el punto de que se te escapen algunas lágrimas o sientas ansias. Haces todo lo posible para evitar esas imágenes, ya que te afectan profundamente. En el día a día, si ves a un niño, gato o perro sin hogar, puedes llegar a sentir culpa si no puedes ayudar más.
Si de repente te cansas y debilitas sin razón alguna, podrías sentirte de esa manera porque alguien a quien tienes cerca o con quien tienes una conexión emocional fuerte esté enfermo o adolorido. Eres como una esponja: te preocupas tanto por el bienestar de la gente, que incluso llegas a empatizar con su dolor físico.
Lees fácilmente a la gente y gracias a eso, puedes detectar más fácilmente cuando alguien está mintiendo. “Tener empatía significa detectar la situación en que la gente a veces se encuentra y tratar de entender por qué está ahí”, dice Burbach. Tú sabes si las personas están mintiendo y su motivo detrás, tal vez es malicia, ignorancia o para ocultar sus sentimientos.
Es más que un solo presentimiento o una intuición. Realmente sabes si alguien está hablando con sinceridad, tan solo escuchando su voz y observando su lenguaje corporal.
“Las personas empáticas inmediatamente pueden sentir cuando alguien se siente bien o si se siente agobiado”, dice la Dra. Orloff. Quienes son empáticos, generalmente suelen llevar su capacidad de detección un paso más allá que las demás personas.
“La verdadera prueba de la empatía viene entonces a entender las razones de por qué alguien está mintiendo y no sólo etiquetarlo como ‘un mentiroso’ sin explicación”, dice Burbach.
Quieres ayudar a los que están sufriendo, sin importar lo que te hayan hecho y quiénes sean. No te puedes pasar por delante de alguien que está sufriendo (como una persona o animal sin hogar) sin querer ayudarlo.
“La gente empática naturalmente quiere absorber el dolor de otras personas en sus propios cuerpos para quitarlo de la víctima”, dice la Dr. Orloff. Te sientes responsable por el bienestar de quienes te rodean y aunque trates de no tomar las cosas tan en serio y dejarlo ir, muchas de las veces, no puedes.
¿Crees tener las habilidades que te hacen ser una persona empática?
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