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10 señales tempranas de la enfermedad de Alzheimer y la demencia

La enfermedad de Alzheimer (EA) es una enfermedad neurodegenerativa debilitante y mortal que roba a las personas sus recuerdos, independencia, relaciones y, en última instancia, su futuro.

Aunque el padecimiento puede iniciarse en una edad temprana, “la mayor prevalencia de la enfermedad se da en aquellas personas mayores de 65 años, las cuales sobreviven un promedio de cuatro a ocho años después del diagnóstico, sin embargo, algunos pacientes viven hasta 20 años. Esto refleja la progresión lenta e incierta de la enfermedad y la importancia de alcanzar una alternativa que ayude a enfrentarla”, explicó el doctor José Luis Zaragoza, asesor médico para Lilly en México.

El doctor Zaragoza reconoció que “para las personas que viven con la enfermedad de Alzheimer cualquier mejora que las nuevas alternativas terapéuticas puedan brindar, desde cómo se sienten hasta en su capacidad para participar en las tareas diarias, puede proporcionar la esperanza y el ánimo necesarios del paciente para continuar con sus relaciones interpersonales y de familia”.

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Alzheimer, la demencia más común

En México, aproximadamente un millón 300 mil personas padecen la enfermedad de Alzheimer, cifra que representa entre 60 y 70 por ciento de los diagnósticos de demencia. Después de los 65 años, la incidencia de la EA se duplica cada 5 años y se incrementa más de tres veces en aquellos que tienen al menos un familiar de primer grado con demencia.

El Dr. Ángel Alberto Ruiz Chow, neuropsiquiatra del centro Neurológico de Centro Médico ABC, informa que antes de la pandemia, en el mundo 1 de cada 4 personas mayores de 65 años pueden tener una complicación de algún tipo de demencia, como Alzheimer.

El origen

Ruiz Chow explica que esta enfermedad es causada por las proteínas beta mieloide y TAO, que son parte de la estructura de las neuronas del cerebro, que al paso del tiempo van perdiendo su constitución, lo que impide un transito de la información neurológica y fisiológica del cerebro normal, impactando en el mal funcionamiento cognitivo.

Señala que algunos factores de riesgo son la mala alimentación, la falta de actividad física y algunas enfermedades cardio metabólicas como diabetes mellitus, hipertensión arterial, síndrome de Down, traumatismo craneoencefálico.

Cuando las personas se encuentran en la edad de riesgo y con algunos síntomas se recomienda un chequeo general. Existe un check up de scriming que evalúa aspectos cognitivos, que si detecta fallas previas se puede hacer una evaluación amplia y estandarizada y con ello se puede llegar a un diagnóstico, además del estudio clínico donde hay que entrevistar al paciente y a la familia para evaluar si esas fallas cognitivas alteran la funcionalidad cotidiana, de ser así, pasar a tratamiento.

También se hace una tomografía por emisión de positrones y el estudio de proteína TAO en líquido cefalorraquídeo.

Una vez que se tiene el diagnostico, viene el tratamiento que cuenta con varios niveles de intervención y que dependen del estadio en que se encuentra el paciente. “De leve a moderado se recomienda el programa de rehabilitación cognitiva para que el paciente recupere cierta funcionalidad o permanezca estable el deterioro y no progrese”, explica el Dr. Ruiz.

Tratamiento y manejo de la enfermedad

En estadio moderado a severo se administran fármacos que modulan la acetilcolina, sustrato neuroquímico que está asociado a la enfermedad de Alzheimer, que tiene que ver con la memoria y otros neurotransmisores, o bien, otro medicamento que bloquea la entrada de calcio en exceso a las neuronas, que provoca neurotoxicidad o apoptosis que hace que las neuronas mueran y haya más deterioro cognitivo, pero se recomienda acudir a centros especializados para un diagnóstico certero y tratamiento eficaz.

De no tratarse este padecimiento neurológico el deterioro puede continuar en el funcionamiento físico global, “desafortunadamente, el desenlace de las enfermedades demenciales es el fallecimiento, generalmente por complicaciones como infecciones pulmonares, paros cardiorrespiratorios, entre otros”, señala el experto.

Añade que quienes atienden a los pacientes son los neurólogos, neuropsiquiatras, neuropsicólogos, rehabilitadores físicos, geriatras e internistas. Es un tratamiento multifactorial porque hay que estar al tanto de enfermedades que siguen apareciendo o progresando, como diabetes e hipertensión que deben controlarse, además de tratar el estado de ánimo, agitación, psicosis, entre otras alteraciones que van apareciendo conforme avanza la enfermedad.

Una forma de prevenir las enfermedades neurológicas como las demencias y el Alzheimer es controlar el estrés, que es un factor de riesgo a largo plazo, tratar la depresión y la ansiedad, tener actividad física es un factor de protección y estar en constante actividad cognitiva. Actualmente la gimnasia mental es un buen elemento para saber en qué áreas se necesitaría aumentar el potencial cognitivo.

“La mejor manera de prevenir la gravedad de los síntomas es cuidando la salud física y mental, así como acudir lo más rápido posible con los expertos, no lo postergues, no permitas que avance, atiende tu salud”, finaliza Ángel Alberto Ruiz Chow.

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Diez síntomas tempranos de Alzheimer y demencia

1. Cambios de memoria que dificultan la vida cotidiana.
2. Dificultad para planificar o resolver problemas.
3. Dificultad para desempeñar tareas habituales en la casa, en el trabajo o en su tiempo libre.
4. Desorientación de tiempo o lugar.
5. Dificultad para comprender imágenes visuales y cómo los objetos se relacionan uno al otro en el ambiente.
6. Nuevos problemas con el uso de palabras en el habla o lo escrito.
7. Colocación de objetos fuera de lugar y la falta de habilidad para re-trazar sus pasos.
8. Disminución o falta del buen juicio.
9. Pérdida de iniciativa para tomar parte en el trabajo o en las actividades sociales.
10. Cambios en el humor o la personalidad.

Eliesheva Ramos

Como periodista tengo la misión, parafraseando al intelectual español Julio Anguita, de perturbar, de agitar el cerebro, de mover las conciencias. Para lograr esos objetivos me aferro al abecedario como otros se aferran al escapulario. Me especializo en notas de salud, bienestar, estilo de vida, gastronomía y viajes.

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