Incluso cuando no se portan todo lo bien que deberían. Por muchas travesuras que hagan, seguro que eres totalmente incapaz de enfadarte con ellos.
¿Quién podría enfadarse con esas caras de buenos? Y sobre todo, cuando sus travesuras son tan locas que es imposible no reírse con ellas, aunque tú o tus posesiones sean la víctima.
No es lo que parece…
No estoy huyendo de ti, es que esta zona de la piscina es más cómoda…
¿Te has visto en alguna situación similar con tus mascotas?
FUENTE: Lanubedealgodón.com