11 signos de alerta que nos indican una posible adicción
Una adicción no tiene edad, sexo, ni clase social, prácticamente afecta a cualquiera. Pero también hay forma de prevenirlas y también formas de ayudar.
Es recomendable tener presentes algunas señales que nos podrían poner en alerta para tratar de prevenir o ayudar a quienes tienen algún tipo de adicción.
Hay que recordar que una adicción no solo se trata de sustancias ilegales, también existen problemas de ludopatías, codependencias e, incluso, actualmente existe adicción a la tecnología.
Es por esto que los profesionales de Emotions Live Center, centro de tratamiento y prevención de adicciones y depresión, describen los signos de alerta:
Aquellos que están luchando con una adicción prefieren tener momentos aislados, ya sea para poder consumir la sustancia de la que son dependientes, o para poder “vivir la experiencia a gusto” que ésta les provoca.
Lidiar con una dependencia es duro y, en los ratos de abstinencia, se pueden llegar a presentar cambios de humor debidos a la necesidad que el cuerpo del afectado ya ha empezado a sentir. Mucho ojo con las idas y venidas drásticas en su comportamiento.
La carga emocional –y física– de una persona dependiente a sustancias puede ser tanto, que se convierte en el centro de su vida, o al menos en uno muy importante. Cuando esto pasa, dificulta que la persona asuma responsabilidades incluso cotidianas, pues todo el tiempo está pensando en la sustancia que necesita.
Esto es muy parecido al punto anterior. En estudiantes, suele presentarse un bajo rendimiento debido al tiempo que su adicción les exige dedicarle.
Si una persona que normalmente va bien en la escuela se convierte de pronto en alguien deslindado de sus responsabilidades escolares, lejos de reprenderlo, hay que prestarle atención y escucharle.
Este es un factor muy importante: las adicciones representan también un cambio en la rutina de la gente, que viene acompañado, muchas veces, de una diferencia en cuanto a las personas que frecuentan.
Un adicto probablemente empezará a ser más allegado con otros individuos que presenten el mismo problema.
Todo va de la mano. La dependencia que genera una adicción es tan abrupta, que de pronto puede volcar todos los intereses de una persona hacia ella. Alguien muy apasionado con el deporte, las artes o la lectura puede presentar un cambio brusco y dejar sus pasiones de lado si su mente ahora está anclada a una dependencia.
Las personas afectadas por una adicción suelen presentar cambios en su patrón de sueño provocados por la misma sustancia. Dependiendo de lo que consuman, pueden producir un sueño pesado y exigir del individuo más horas de sueño de las que acostumbra o, por el contrario, privarle de su ciclo normal de descanso.
xLas adicciones cuestan, por supuesto. Por ello, quienes tienen dependencia a una sustancia suelen requerir de más dinero del que antes necesitaban.
Algunas sustancias alteran el metabolismo, o al menos la sensación de estar satisfecho, hablando del alimento. Hay que prestar atención a los cambios de patrones alimenticios de las personas, pues podrían revelarnos mucho.
Difícilmente una persona que lidia con este tipo de problemas va a admitir que los tiene. Es lógico que la gente que se preocupa por una persona afectada esté en desacuerdo o desapruebe totalmente su adicción; es por ello que buscará mentir o desviar los hechos hacia otras cosas, para evitar tener enfrentamientos o límites que dificulten su consumo.
Cuando una persona ya no puede costear su adicción buscará cualquier manera de obtener los recursos para pagar por las sustancias que consume.
Hay que observar bien en el entorno para estar al pendiente de algunos objetos de valor, pues podría estar vendiéndolos para obtener el dinero que requiere.