El oro puro es tan dúctil (traducción: elástico), una sola onza de él se puede extraer en un hilo de 50 millas de largo sin romperse (en cuyo punto también sería demasiado delgado para ver).
Si hicieras esto con todo el oro existente en el mundo, daría la vuelta a la tierra 11 millones de veces.
Contrariamente a la creencia popular, morder oro no es una forma confiable de saber si es genuino; otros metales también son lo suficientemente suaves como para mostrar marcas de dientes.
Y aunque muchos campeones muerden sus premios, las medallas de oro olímpicas no se fabrican con ese metal desde los Juegos de Verano de 1912 en Estocolmo.
Las medallas de oro modernas son en su mayoría de plata; los de los Juegos de Río 2016 contenían solo un 1.2 por ciento de oro.
La medalla del Premio Nobel todavía está hecha de oro, aunque se rebajó en 1980 cuando pasó de 23 quilates (24 es puro) a un núcleo de 18 quilates recubierto de oro de 23 quilates.
El oro de cada medalla tiene un valor aproximado de 8.000 dólares.
Un elemento naturalmente amarillo, el oro cambia de color cuando se mezcla con otros metales, lo que también le da mayor fuerza.
Para determinar cuánto oro hay en cualquier pieza, divide el contenido de quilates por 24 y multiplícalo por 100. El porcentaje resultante es la cantidad que es oro.
Los antiguos romanos hicieron puentes dentales con él, una práctica que aprendieron de los etruscos.
Durante gran parte del siglo XX, los médicos redujeron el dolor y la hinchazón de sus pacientes con artritis reumatoide con inyecciones intramusculares de compuestos de oro que tienen propiedades antiinflamatorias.
Hoy en día, algunos oncólogos usan compuestos de oro para reducir los tumores cancerosos.
El término lingotes, que se refiere a las barras o monedas de oro listas para ser negociadas, proviene de la palabra latina para hervir. Así es como se eliminan las impurezas del oro, a tan solo 2,856 grados C. Es por eso que el Oscar es una estatua de un hombre de oro.
El país superó a Sudáfrica en la producción histórica total de oro en 2017. Pero el cristal de oro más grande del mundo, una formación geométrica extremadamente rara que puede aparecer en especímenes de oro, pesaba 7.7 onzas y se encontró hace décadas en Venezuela.
Entre las fuentes de oro más sorprendentes y desagradables: aguas residuales tratadas.
En 2015, después de analizar los lodos de alcantarillado de las plantas de tratamiento locales, los investigadores de la Universidad Estatal de Arizona concluyeron que las aguas residuales producidas cada año en una ciudad de un millón de habitantes incluyen, en promedio, $2.6 millones en oro y plata.
Ya hemos extraído alrededor del 80 por ciento de las 244,000 toneladas de oro explotables del mundo. Las aguas oceánicas y los fondos marinos contienen alrededor de 20 millones de toneladas más, pero este tesoro permanece prácticamente intacto debido a los costos prohibitivos de explotarlo.
Pero el tesoro más grande está en el espacio exterior. Un solo asteroide (llamado 16 Psyche) tiene un valor de unos cientos de quintillones de dólares.
Los trajes espaciales y las naves espaciales están recubiertos de oro para reflejar la dañina radiación infrarroja del sol. Cualquier instrumento que la NASA quiera mantener fresco también recibe una capa de oro (ya que la radiación también es una gran fuente de calor).
Esto incluye el telescopio James Webb, el telescopio espacial más poderoso del mundo. Por cierto, a esto huele el espacio exterior.
La pirita, el mineral mejor conocido como el oro de los tontos ha engañado a muchos, incluido Christopher Newport, uno de los fundadores de la colonia de Jamestown, quien navegó en un barco a Londres en el siglo XVII.
Aunque la pirita puede ser un hallazgo decepcionante, a menudo se descubre cerca de fuentes de oro real, por lo que un minero que deja de excavar una vez que encuentra un trozo de pirita puede ser un verdadero tonto.
Una versión de esta leyenda es más una historia de advertencia: cuando un marido y una mujer irlandeses pobres sacan la última zanahoria de su jardín, atrapan a un duende que cuelga de ella.
El duende accede a conceder todos sus deseos si encuentran su olla de oro al final del arcoiris, dejándolos para siempre persiguiendo una fortuna ficticia.
Tomado de rd.com 13 Facts You Probably Never Knew About Gold
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