Los herpes labiales son ampollas rojas irritantes que normalmente se forman en la cara, generalmente alrededor de la boca. Pueden ser dolorosos y no tan bonitos de ver. Se forman debido al virus del herpes simple, la mayoría de las veces, el virus del herpes simple 1, o VHS-1, es responsable del herpes labial.
Una vez que tienes el virus del herpes simple, lo tienes de por vida, y la reactivación del virus puede causar brotes repetidos de las llagas. Aunque el herpes labial se puede tratar con medicamentos antivirales, puedes encontrar algo de alivio con estos remedios caseros y estrategias que pueden ayudar a evitar brotes.
Además de ofrecer alivio al dolor de las llagas, un pequeño estudio mostró que 125 miligramos de aspirina al día podrían reducir el número de días de infección activa en un 50%.
Un régimen regular de aspirina suena saludable, pero debes saber que la aspirina puede ser peligrosa para las personas con ciertas afecciones y en ciertas situaciones porque puede diluir la sangre y afectar al tracto gastrointestinal.
Una ampolla abierta en la cara es vulnerable a infección por otros organismos, como las bacterias, especialmente si la tocas con frecuencia.
Desinfecta con frecuencia la llaga con peróxido de hidrógeno para prevenir infecciones bacterianas y secarla. Cuanto más limpia esté la llaga, más probable es que se cure rápidamente sin propagarse ni empeorar.
Ya sabes que los limones pueden limpiar casi todo lo que hay en tu casa. Ahora, un estudio de revisión sugiere que el aceite esencial de bálsamo de limón puede matar el virus del herpes en los platos de laboratorio.
Dado que el herpes labial es causado por un virus del herpes, este puede ser un remedio eficaz, según el Journal of Evidence-Based Complementary & Alternative Medicine. Además, investigaciones más antiguas publicadas en Phytomedicine muestran que las propiedades antivirales del limón también pueden reducir la hinchazón y el enrojecimiento de las ampollas.
A medida que sientas el hormigueo de la formación de un herpes labial, aplica una o dos gotas de aceite esencial de bálsamo de limón en el área y luego sostén un cubito de hielo encima del área durante 10 minutos. Después, extiende una fina capa de vaselina para proteger la llaga y evitar que se agriete. Repite este proceso varias veces al día.
Nota: A veces, si reaccionas lo suficientemente rápido, no surgirá un herpes labial o su gravedad puede reducirse en gran medida.
Frota el herpes labial con gel de aloe vera puro de tres a cuatro veces al día. El gel frío no solo alivia el dolor y la incomodidad de un herpes labial, sino que una investigación limitada muestra que también podría tener efectos antiinflamatorios y antivirales.
El aloe calmará tu piel sensible y con ampollas y ayudará a protegerla de las bacterias, por lo que también es un posible remedio para el alivio del eccema y la psoriasis. Conoce otros usos que le puedes dar al aloe vera.
El aceite de árbol de té es antifúngico, antiséptico y antimicrobiano, y puede ayudar a curar el herpes labial. Aunque las investigaciones son limitadas, algunos estudios sugieren que puede ayudar a reducir la inflamación y tener un efecto antiviral en ambos tipos del virus del herpes simple.
Otras investigaciones en el Journal of Antimicrobial Chemotherapy también muestran que podría ser un tratamiento útil porque seca el herpes labial, al igual que el hamamelis, el alcohol etílico, el extracto puro de vainilla y otros astringentes a base de alcohol.
Sin embargo, esto no cura la llaga, solo la seca. Asegúrate de diluir el aceite de acuerdo con las instrucciones antes de aplicarlo al herpes labial.
Este aminoácido es uno de los remedios clásicos para el herpes labial; investigaciones más antiguas en Dermatologic and Alternative Medicine Review sugieren que puede acortar el tiempo que tarda en curarse y potencialmente reducir el número de ocurrencias.
En teoría, interfiere con la absorción de la arginina, un aminoácido que se sospecha que es necesario para que el virus del herpes se replique. Los autores de una revisión del 2017 encontraron que no había suficiente evidencia en los estudios que examinaron para apoyar el uso de suplementos de lisina para la prevención o el tratamiento del herpes labial.
Llegaron a la conclusión de que se necesitaba más investigación y que se debería advertir a los pacientes con enfermedades cardiovasculares o de vesícula biliar sobre los riesgos potenciales de los suplementos. Habla con tu médico si estás pensando en tomar un suplemento de lisina para tratar o prevenir el herpes labial, especialmente si estás embarazada.
También puedes considerar aumentar tu ingesta de aves de corral, huevos, productos lácteos y pavo, todos los cuales son fuentes naturales de lisina, o hablar con tu médico sobre el uso de algún ungüento que contenga lisina.
El herpes labial suele ocurrir cuando tu sistema inmunitario está debilitado, según Cedars-Sinai. Para mantenerlo fuerte, come alimentos ricos en vitamina C y zinc, ambos con propiedades antioxidantes.
Las bayas, los kiwis, los cítricos y los melones son ricos en vitamina C, y los frijoles, las aves de corral, los mariscos y los granos enteros son buenas fuentes de zinc. Además de los cambios en la dieta, tu ejercicio e incluso tu actitud pueden afectar tu sistema inmunitario.
Los virus del herpes labial son contagiosos y se propagan fácilmente. Evita empeorar un brote y causar accidentalmente otro tirando el cepillo de dientes justo cuando se forme la afta y de nuevo cuando se haya ido.
Desecha también cualquier otro producto que pueda haber entrado en contacto con la llaga, especialmente el bálsamo labial o el lápiz labial.
Resiste el impulso de coger o tocar una llaga, incluso después de que se haya caído la costra. Tus manos pueden introducir bacterias, evitando que se cure. El herpes labial también es muy contagioso, y tocarlo puede transmitir el virus a los ojos o a los genitales.
Lávate siempre las manos inmediatamente después de tocar la llaga cuando apliques cualquier remedio medicinal. Desecha también cualquier hisopo o pañuelo de algodón que utilices para aplicar los medicamentos.
También trata de evitar tocar o besar a personas con sistemas inmunitarios más débiles, como los bebés, que pueden tener un mayor riesgo de contraer infecciones por el VIH.
El herpes labial es un brote del virus del herpes simple y aprender lo que más a menudo desencadena ese brote puede ayudar a reducir cuánto duran y qué tan graves son.
Los desencadenantes comunes incluyen estrés emocional, agotamiento, un sistema inmunitario debilitado (a veces causado por medicamentos), infecciones, cambios hormonales y exposición a la radiación ultravioleta (es decir, demasiada exposición al sol).
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