Saca esa culpa por el desperdicio de tus frutas (y ahorra dinero y tiempo comprando en el supermercado) con estos trucos inteligentes.
Antes de guardarlos en el refrigerador, lava las fresas, frambuesas y otras bayas con una mezcla de vinagre y agua (piensa en una proporción de 1:3). Esto desinfecta las frutas contra el moho, que puede alargar la vida útil por semanas.
Luego enjuaga con agua y saca completamente.
¿Preparaste demasiada lechuga para la ensalada? Guarda las hojas sobrantes en un recipiente con una toalla de papel en la parte superior, luego séllalo con una envoltura de plástico.
La toalla absorbe la humedad, que es lo que convierte las hojas de verde a marrón, remplaza la toalla cuando esta se humedezca. Otro truco: rocía las hojas con una pizca de sal, esto también ayuda a extraer la humedad adicional.
El aguacate contiene enzimas que producen un pigmento marrón cuando se expone al oxigeno, por lo que a la mita que guardas en el refrigerador rápidamente comienza a verse poco apetecible.
Para evitar esto, aplica jugo de otras frutas, específicamente limón o lima (puedes hacer esto también con el guacamole). El ácido cítrico ayudara a evitar el oscurecimiento por lo menos durante un día.
También puedes almacenar rebanadas de aguacate con grandes trozos de cebolla. Los mismos gases que hacen que tus ojos se quemen cuando cortas una cebolla también previenen la oxidación de tu aguacate, mientras la cebolla no lo toque no notarás cambio en el sabor.
Para evitar esa apariencia seca que tienden a tener las zanahorias viejas, primero corta las hojas verdes, si es que compraste las zanahorias enteras (estas pueden extraer nutrientes de las raíces). Las zanahorias rinden mejor con la humedad, colócalas en un recipiente lleno de agua, sella con papel plástico y guárdalas en el refrigerador.
También puedes envolverlos en plástico burbuja antes de almacenarlos en el congelador, esto le dará paso a la humedad suficiente para llegar a las zanahorias si prefieres no remojarlas en agua
Si solo necesitas un chorrito de jugo de estas frutas para tu receta o bebida, perfora un limón entero con un tenedor o broche en lugar de cortarlo a la mitad. De esta manera, puedes exprimir lo que necesitas sin necesidad de resecar todo el limón.
Sueña extraño, pero el material de malla permite que entre el aire suficiente que la verdura necesita, lo que le ayuda a mantenerse fresca. Simplemente desliza las cebollas en las medias de nylon, haciendo un nudo entre cada una.
Consejo: usa un par nuevo de pantimedias, esto para evitar un extraño olor a pies en su próxima comida.
Las manzanas producen gas de etileno, que puede mantener tus papas frescas por más de 8 semanas. Despídete de los molestos brotes que aparecen en las papas después de unas pocas semanas.
Las manzanas, esas frutas de diferentes colores, cuando están en rodajas son un aperitivo muy cómodo o un topping para tu ensalada, pero cuando las sobras se ponen doradas no son atractivas.
Remoja las rebanadas restantes en un tazón de agua salada fría para evitar la oxidación (pero no mas de ½ cucharadita de sal por litro de agua, o la manzana va a saber raro). Después de 5 minutos, seca y guarda tus rebanadas en la nevera en una bolsa hermética.
A diferencia de una bolsa de plástico, el aluminio dejará escapar el etileno. Cuando el etileno se queda atrapado en una bolsa de plástico, causa perdida de la humedad y puede echarse a perder más rápido.
El gas etileno es nuevamente el culpable para estas frutas, pero separar cada plátano del racimo y envolver cada tallo en envoltura plástica puede detener la propagación del gas.
Si ya se han hecho demasiado maduros para su gusto, pélalos y guárdalos en el congelador para una fácil adición de batidos.
A los tomates no les gusta el frío; guárdalos en la nevera y perderán su sabor y textura ideales. Además, cuando los dejas en la cocina, si ya no tienen tallo, colócalos con este hacia abajo, esta parte de la fruta es la última en madurar.
Los espárragos a menudo se secan antes de que tengas la oportunidad de cocinarlos, pero hay un método que los mantendrá lo suficientemente húmedos para que puedas llevar a cabo tus recetas favoritas.
Del mismo modo que pondrías flores en un florero, colócalos en posición vertical con los bordes cortados sumergidos en un recipiente o taza de agua. Colócalos en la nevera y pon una bolsa de plástico en la parte superior de las verduras.
Tomado de rd.com 12 Tricks to Keep Fruits and Vegetables Fresh Longer
