Salud

Es importante tu peso, pero hay cosas que no se dicen sobre perderlo

1. Tienes que comer grasas para derrotar a las grasas

Aunque mucho de las grasas malas (ciertas grasas saturadas en la carne muy procesada y la grasa trans que encuentras en algunas galletas) es mala para tu salud, para tu peso y para tu cintura, una dieta rica en las grasas correctas –las grasas buenas no saturadas- puede ayudar a ambos.

Las grasas buenas, como los ácidos grasos monoinsaturados que se encuentran en el aceite de olivo, nueces y aguacates, han demostrado ser poderosos reductores de grasa del estómago.

Otras fuentes de grasas buenas son los ácidos grasos poliinsaturados, que se encuentran en el pescado y su aceite y en muchos tipos de nuez y semillas; éstos ácidos ayudan también a liberar grasa.

Un estudio holandés encontró que el consumo de ácidos grasos poliinsaturados llevan a una tasa metabólica en reposo más alta (las calorías utilizadas sólo para vivir), como también para una quema de calorías inducida por dieta más alta. Los ácidos grasos poliinsaturados también se queman más rápido que las grasas saturadas en el cuerpo.

2. Una dosis diaria de chocolate puede adelgazar tu cintura

Si eres como nosotros, recibes cualquier excusa para agregar más chocolate a tu vida. Para liberar la grasa aquí está el truco: come más cacao y menos azúcar.

El cacao contiene más antioxidantes que la mayoría de los alimentos y eso es bueno por muchas cosas, incluyendo, si se consumen en moderación, la pérdida de peso.

En un estudio del 2011 de la Journal of Nutrition, los investigadores vieron el efecto que los antioxidantes encontrados en el cacao tenían sobre los ratones obesos diabéticos. (Como el período de vida de un diabético es, en promedio, siete años más corto, buscaban cualquier promesa antienvejecimiento que la creciente ingesta dietética que este flavonoide pudiera dar).

Sus descubrimientos: Los ratones vivieron más tiempo. El cacao redujo la degeneración de sus arterias aorticas y eliminaba la grasa acumulada.

3. Los lácteos ayudan a la pérdida de peso

Desafortunadamente algunos mitos persisten sobre que los productos lácteos sabotean la pérdida de peso, pero la ciencia ha comprobado que esto no puede estar más alejado de la realidad.

Las investigaciones muestran que aquellos que tienen deficiencias en calcio tienen una mayor grasa corporal y experimentan menos control sobre su apetito.

Además, los estudios han encontrado que las fuentes lácteas de calcio, como el yogur, el queso bajo o sin grasa y la leche, son por mucho más efectivas acelerando la pérdida de grasa que cualquier otra fuente.

En un estudio de la Universidad de Tennessee, los investigadores demostraron que comer tres porciones de productos lácteos reducía significativamente la grasa corporal en los sujetos obesos.

4. Perder peso temprano y rápido es mejor

Para aquellos que están acostumbrados a escuchar que lento y constante te ayuda a ganar la carrera, estas noticias son impactantes y contra-intuitivas.

En un estudio del 2010 de la Universidad de Florida, cuando los investigadores analizaron los datos de 262 mujeres de edad media que luchaban contra la obesidad, demostraron que perder peso más rápido llevaba a una pérdida de peso más grande en promedio y a un periodo de tiempo más largo sin recuperarlo.

5. Sólo ejercitarse no es una herramienta efectiva para perder peso

Aprendí esta lección de la forma más difícil. De 1998 a 2006 fui el director ejecutivo de la revista Fitness. Estudiar las investigaciones sobre la buena salud física y probar con las nuevas tendencias era parte de mi trabajo.

Durante años creí que podía comer lo que quisiera porque me ejercitaba mucho. Pero entre más me ejercitaba, tenía más hambre. y entre más comía, más necesitaba hacer ejercicio para mantener un peso saludable.

Esto fue lo que ocurrió: Vi un incremento constante en mi peso corporal de una libra al año. Pensando que puedes comer lo que sea mientras haces ejercicio después es aparentemente una perspectiva peligrosa, particularmente si revisas las investigaciones de ahora.

El ejercicio sólo lleva a una modesta disminución en el total del peso corporal: ¡menos de 3%!

6. Las sesiones largas de cardio no te ayudan a quemar grasa

Asiente con la cabeza si haces el mismo ejercicio una y otra vez. Te subes a la escaladora, la elíptica o a la caminadora y pones tu tiempo.

Desafortunadamente, con esta estrategia de ejercicio puede salirte el tiro por la culata cuando se trata de perder peso y quemar grasa.El ejercicio aeróbico requiere que incrementes tu producción de energía.

Sorprende a tu cuerpo con entrenamiento de intervalos aeróbicos (pequeños golpes de trabajo arduo, también conocidos como entrenamiento de intervalos de alta densidad) o entrenamiento de fuerza (lagartijas, sentadillas o cualquier cosa que incremente el músculo y el poder).

7. ¿Se te antoja la comida chatarra? ¡Estás pensando demasiado!

Si eres como muchos trabajadores de oficina, no sólo estás sentado e inactivo en el escritorio la mayor parte del día, sino que este tipo de trabajo basado en la mente hace de hecho más difícil controlar el apetito y nos hace comer más calorías grasa.

Las investigaciones sugieren que debido a que las neuronas dependen casi exclusivamente de la glucosa como combustible, el trabajo mental intenso lleva a niveles inestables de glucosa. Ya que el trabajo requiere de la glucosa para maximizar el poder mental… bueno, naturalmente buscamos más de ese combustible.

La próxima vez que sientas esas punzadas de hambre, busques yogur griego sin grasa o zanahorias con una cucharada de mantequilla de maní en vez de comer una bolsa de papas.

8. No toda la azúcar es mala cuando se trata de perder peso

Mientras que reducir por completo el consumo de azúcar es una jugada inteligente y saludable, también debes considerar cambiar azúcar por miel.

La miel ha demostrado ser una gran promesa en los estudios animales para reducir el incremento de peso y la adiposidad (grasa) cuando sustituye al azúcar.

Es una alternativa nutritiva también contiene propiedades antibacteriales, antivirales y fungicidas. Puede mejorar el control de la sangre y es un buen supresor de la tos, además de que incrementa la inmunidad.

9. Escatimar el sueño puede evitar la reducción de calorías

Cuánto tiempo duermes afecta directamente a tu masa corporal. La falta de sueño interfiere con las hormonas leptina y grelina, que regulan el apetito. Eso significa que te sentirás con más hambre y con más probabilidades de realizar comportamientos de alimentación pobres.

¡También puedes buscar más energía en la forma de comida chatarra nada saludable!

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