Salud

Nunca digas estas cosas a alguien que sufre de ansiedad

Tienes buenas intenciones, y eso es obvio. “Frecuentemente es difícil para amigos y seres queridos, saber que decir a alguien que sufre de ansiedad”, dice Sanam Hafeez, una neuropsicologa y miembro de la facultad de la Universidad de Columbia en Nueva York.

El instinto natural es asegurarles que todo está bien y minimizar el problema para así poder minimizar la ansiedad, pero esto simplemente no funciona”, añade. En tu esfuerzo para brindar seguridad y dirigir su ansiedad, es útil saber sobre las cosas que debes evitar decir, o podrías empeorar las cosas. Sobre todo, aprenderás lo que debes decir en su lugar.

“No te preocupes”

Tratar de calmar a alguien con un “no te preocupes” o “no es nada,” es invalidarlos, dice Hafeez. “La ansiedad tiene un rango amplio, de leve a severa, y las variables que afectan a una persona son numerosas. Dependiendo de la situación, el historial con la ansiedad de la persona, las circunstancias, y las repercusiones de un problema, la ansiedad puede ser abrumadora”, añade.

Recuerda que no pueden elegir el preocuparse o no, así que este sentimiento también es imposible. Mejorar el lenguaje incluye simplemente decirles que estás ahí para ellos sin tratar de ofrecer soluciones o esperar que se animen rápidamente. También asegúrate de que sepan que si no tienen ganas de hablar del tema, también está bien.

“Supéralo”

Si solo fuera tan sencillo. En la lista de cosas que la gente que sufre de ansiedad le gustaría que sepas, está el hecho de que es imposible simplemente superarlo.

La ansiedad, como todos los estados mentales de salud, es personal y subjetiva”, dice Amy Axtell, MA, psicoterapeuta licenciada en Tucson, Arizona. Esa reacción nunca debe ser despreciada. “No solamente el decir “supéralo” desprecia la experiencia de quien la sufre, sino que también ignora lo que podría ser el grado actual de severidad”, dice Axtell.

En su lugar, Axtell sugiere guiar con sentido de interés sincero. “Pregunta a tu amigo o familiar lo que están sintiendo. ¿Qué lo está provocando? ¿Qué es lo que normalmente hacen para sentir calma?”.

“Te vas a enfermar”

Para empezar, sí es posible “preocuparte hasta enfermar,” dice Hafeez: “Nuestro cerebro está conectado a nuestro cuerpo entero. El estrés puede provocar ansiedad y causar circulaciones de hormas que pueden afectar tus intestinos o tú presión sanguínea, por ejemplo”.

El problema está en el motivo detrás de tu estado, pues sirve para tratar de frenar tus pensamientos ansiosos (y también de miedo). Eso no va a funcionar y pide incrementar el sentimiento abrumador, dice.

Siempre guía con empatía. “Fíjate en tu tono y en tu lenguaje mientras hablas. Está bien hacer notar tu preocupación de que el estrés los puede enfermar, pero no lo utilices como táctica para empujarlos a sentirse menos ansiosos”, dice Hafeez

“Relájate”

Desde fuera, las soluciones pueden parecer simples—y existen muchas maneras fáciles para relajarse. Aún así, Axtell señala que el estado de incapacidad para relajarse es un síntoma de un trastorno de ansiedad. Decirle a alguien con trastorno de ansiedad que “se relaje” es como decir a alguien con un resfriado que no estornude.

Axtell sugiere reconocer la ansiedad de la persona sin juzgar o tal vez recordarles de tiempos donde se sentían más relajados—especialmente si es alguna anécdota divertida que pasaron juntos—para ayudarlos a ver qué no se sentirán así indefinidamente.

“Tal vez deberías dejar de pensar tanto”

Esto es exactamente lo que es la ansiedad, dice Axtell: Pone a las personas en alerta alta todo el tiempo por cualquier cosa posiblemente peligrosa o preocupante.

Los pensamientos se aceleran, y surgen nuevas cosas por las cuales preocuparse, comportamientos ansiosos (como comer de más, morderse las uñas o hablar muy rápido) surgen y se vuelven otro motivo de ansiedad, y el ciclo se perpetúa así mismo.

Pedirle a la gente con ansiedad que dejen de pensar tanto no va a ayudarles a parar, dice Axtell—sólo les dará una razón más para preocuparse. Una mejor opción es ayudar a quienes sufren a poner su atención en otra cosa.

“Tal vez solo necesitas un trago”

La auto medicación lleva a todo tipo de problemas, alerta Axtell: Cualquier beneficio percibido no durará y puede llevar a la dependencia. Señala que “mucha gente sufriendo de ansiedad también tienen problemas de abuso de sustancias y pueden estar involucrados en programas de recuperación que prohíben el uso de cualquier sustancia que altere el humor.”

Esta sugerencia es mucho más que insensible: es potencialmente peligrosa.

“Deja de estresarte”

El estrés y la ansiedad no son la misma cosa. Aún así, frecuentemente son utilizadas indistintamente. “El estrés es una respuesta física a situaciones y eventos que son, a falta de una mejor palabra, estresantes,” dice Hafeez.

Los síntomas del estrés incluyen palpitaciones cardiacas, incremento de presión sanguínea, enrojecimiento de la cara, cambios de humor, y ansiedad, según la Asociación de Ansiedad y Depresión de America.

La ansiedad, por otra parte, afecta la mente. “La razón por la cual mucha gente combina ambas cosas es porque frecuentemente aparecen juntas, o en el caso de ansiedad, puede ser provocada por estrés,” dice.

En lugar de decirles que olviden su estrés, Axtell sugiere validar y ofrecer apoyo. Por ejemplo, puedes escuchar y responder con un, “Escucho lo que estás diciendo. Te sientes estresado/ansioso/preocupado. Dime que puedo hacer para ayudar”.

“Sé valiente o madura”

Desafortunadamente, a algunos hombres se les dice que la experiencia de ser un hombre no incluye problemas de salud mental. “Los hombres sienten ansiedad, y ese comentario es muy invalidante”, dice Hafeez.

La frase “crece” tiene un propósito similar, dice ella, al decirle a alguien que su ansiedad es producto de su inmadurez. Lo que necesitan es tu apoyo.

“Yo también estoy estresado”

Esta declaración no solamente combina el estrés y la ansiedad, también tiende a trivializar los sentimientos de la persona—similar a descartar los sentimientos de quien padece ansiedad.

Axtell recomienda que te dejes guiar por una gentil “curiosidad.” Apoya a la persona ansiosa al hacer preguntas y escuchar sin juzgar. No hables sobre tu ansiedad sin nunca la has padecido—puedes empatizar sin necesidad de hacer esto.

“No te preocupes por las cosas pequeñas”

Y en esto está el problema: Para una persona con trastorno de ansiedad, no hay cosas pequeñas. En vez de ofrecer clichés, Axtell anima a la aceptación: Permite que una persona ansiosa sepa que entiendes que está sintiendo ansiedad, que no tiene nada de malo, Y que eventualmente pasará.

“Mucha gente está peor”

La motivación tras decir esto frecuentemente es tratar de traer perspectivas a la conversación. “Es saludable que valoremos nuestras bendiciones. Pero descartar el problema de una persona porque otros tienen problemas más grandes, comparativamente, no es saludable”, dice Hafeez.

Sus problemas sí cuentan, y esto solo los hará más conscientes de sus problemas, dice. Y, seguramente menos probable de intentar abrirse contigo de nuevo. Puede ser un buen ejercicio encontrar cosas por las cuales la persona está agradecida, pero este acto no debería ser para borrar sus experiencias.

“El contar tus bendiciones no intenta borrar tus problemas, y las dificultades de otras personas no son herramientas para no tomar en cuenta las tuyas propias”, dice.

“Estás creando tus propios problemas”

Esta declaración no sólo culpabiliza a la persona con trastorno de ansiedad por su condición, también dice que sus sentimientos no son válidos. Trata de tomar otro camino.

Si no sabes que decir, ofrecer un abrazo es otra manera de mostrar tu apoyo. Si no se pueden ver en persona, pueden agendar un rato para ver virtualmente juntos alguna serie o película favorita.

“Sigue adelante”

El problema con esta frase es similar a los otros: estás minimizando su experiencia. “Es indicativo de una subestimación de los esfuerzos de una persona para lidiar con su ansiedad y los problemas que la ocasionan”, dice Hafeez. En lo que debes de concentrarte como persona de apoyo en su vida es en la bondad.

Admite que no tienes la respuesta, ofrece tu apoyo, y acude cuando la persona te necesite”, dice. Puedes preguntar si quieren tu ayuda o prefieren buscar al profesional adecuado para brindar su apoyo, dos cosas que muestran que te importa y que estás ahí.

Tomado de thehealhty.com 13 Things You Should NEVER Say to Someone Suffering with Anxiety

Juan Carlos Ramirez

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