Las personas divorciadas que tienen sueños largos y dramáticos acerca de la relación con su ex pareja tienen más probabilidades de adaptarse mejor a la soltería.
Los sueños podrían ayudar a los divorciados (y al resto de nosotros) a superar los traumas.
Un estudio realizado con adultos mayores mostró que las personas que tienen pesadillas frecuentes parecen ser mucho más propensas a padecer arritmia o angina de pecho que quienes no las tienen.
Esto probablemente se deba a que las afecciones cardiacas dificultan la respiración durante la noche.
Los adultos que suelen ir a la iglesia parecen recordar menos sueños que los que no asisten a los oficios con regularidad. Si no dependes de la religión para hallar respuesta a las grandes interrogantes de la vida, tus sueños podrían ser una fuente de revelación.
Las personas obsesivas suelen referir sueños más inquietantes que las relajadas. Las compulsivas se presionan más a sí mismas, y ese estrés puede manifestarse en sus sueños.
Las personas deprimidas empiezan a soñar mucho antes que el resto de la gente, más o menos 45 minutos después de haberse dormido, en vez de los 90 minutos habituales.
Cuanto más se acerca una persona a la muerte, tanto más probable es que sueñe con sus seres queridos que ya fallecieron.
Las personas creativas son más propensas a tener sueños en escenarios insólitos (en vez de la casa o el lugar de trabajo) y con obstáculos naturales, como un tronco caído o una roca que no pueden rodear.
¿Sueñas con que te persigue un desconocido, un monstruo o una ola gigantesca? Podría indicar que temes lidiar con algo de tu vida cotidiana. Pregúntate qué asunto, sentimiento o persona no quieres afrontar.
Hasta 90 por ciento de las personas que golpean, patalean o gritan dormidas pueden llegar a desarrollar el mal de Parkinson.
Esos comportamientos podrían indicar un trastorno conductual del sueño MOR (movimientos oculares rápidos), una señal inicial de parkinsonismo.
Estudiantes universitarios pasaron una hora aprendiendo a salir de un laberinto complejo. Cuando se les puso a prueba después, los únicos cuyo rendimiento mejoró fueron aquellos que habían soñado con el laberinto durante la siesta.
Soñar puede apuntalar los recuerdos, lo que favorece el aprendizaje y la habilidad para resolver problemas.
Un estudio descubrió que cuanto más se sueña con fumar (y se experimenta la culpa asociada con recaer), más probable es que se logre dejar el hábito en definitiva.
Se sabe que muchos fármacos, entre ellos los antidepresivos, los antibióticos, las estatinas y algunos antihistamínicos, producen pesadillas.
Los que se dicen conservadores son más propensos a tener sueños comunes y realistas, mientras que los liberales tienen sueños más extraños.
¿Será que los liberales tienen la mente más abierta, o viven atrapados en sus fantasías? Resuélvelo tú.
Descubre por qué no debes quedarte sentado más de lo necesario.
La salud neurológica es una preocupación creciente en todo el mundo, con un notable aumento…
El sueño es un proceso biológico fundamental para la salud física y mental. Cuando este…
Aunque puede ser difícil de describir, este síntoma suele ser la señal de que algo…
Un microbioma intestinal saludable podría ayudar a las personas con EII, pero ¿deberían los probióticos…
Aprende consejos prácticos y encuentra 15 ideas fáciles para mantenerte en el camino hacia una…
Esta web usa cookies.