Las causas de perdida de apetito van desde un resfriado común hasta una seria enfermedad o condición de salud. Aquí te presentamos las razones por las que puede suceder y lo que puedes hacer para combatirlo.
Cuando simplemente no tienes hambre de la manera en la que usualmente lo haces y quizas también te sientas cansado y perdiendo peso sin realmente querer hacerlo –tu cuerpo está tratando de decirte algo.
Puede llegar a tomar toda una labor de investigación para encontrar la causa, la cual puede ser física, psicológica o incluso una simple reacción a un medicamento.
“Hay miles de cosas que pueden causar perdida de apetito o fatiga”, comenta Michael Finkelstein, un internista del Grupo Médico Scarsdale“. Es importante observar de manera integral al paciente y tener un acercamiento holístico a su caso para entender qué es lo que está pasando”.
“Lo primero que hago es revisar los medicamentos que el paciente está actualmente consumiendo”, comenta el Dr. Finkelstein. “Muchas medicinas generan perdida de apetito”.
Varios analgésicos son causantes de ello, algunos antibióticos, medicinas para en control de presión, y medicamentos que pueden deprimir al estómago y causar que la persona no quiera comer, como lo es el ibuprofeno.
Las enfermedades comunes pueden causar pérdida de apetito temporal. Estas incluyen los resfriados y la gripe; infecciones respiratorias, bacterianas y virales; problemas gastrointestinales como nauseas o constipación; y por supuesto intoxicaciones.
“Las personas pueden llegar a deshidratarse y no querer comer o sentir temor de comer”, dice el Dr. Finkelstein.
Tanto el hipotiroidismo como el hipertiroidismo pueden ser la causa de que una persona no tenga hambre. La glándula tiroides segrega hormonas en el torrente sanguíneo que regulan el metabolismo, y un cambio en la producción hormonal puede ser la causa del cambio en el apetito, de acuerdo a expertos de la Escuela de Medicina de Harvard.
Muchas mujeres experimentan nauseas en el primer trimestre, lo cual puede generar perdida de apetito. “Si no se dan cuenta que están embarazadas, pueden no saber realmente lo que está causando su pérdida de apetito”, argumenta el Dr. Finkelstein.
“Fumar es un estimulante y un irritante”, comenta el Dr. Finkelstein. “Puede producir estimulación gástrica que puede hacerte sentir malestar general y mareos. Esto puede afectar tu tracto gastrointestinal y causar perdida de apetito”.
Mucha gente que deja de fumar empieza a sentirse con hambre de nuevo. “Pero se sienten mejor y más saludables y ahora tienen más dinero para comprar comida saludable”.
“Las personas que toman abundantemente se están llenando de calorías vacías. Se sienten hinchados”, dice el Dr. Finkelstein. “Y el alcohol irrita el páncreas y el hígado y genera la acumulación de fluidos en el abdomen”.
Para aquellos adictos al consumo de drogas, la perdida de peso extrema y la completa perdida de apetito son comunes.
Cualquier necesidad de adaptación a un cambio –desde estrés familiar hasta la pérdida de un trabajo o la muerte de un ser querido– pueden causar cambios en el apetito, de acuerdo a la Clínica Mayo.
Estos eventos difíciles de la vida pueden incluso causar que las personas coman de más.
La baja de energía y perdida de apetito son síntomas comunes en personas que tienen muchos tipos de depresión, incluyendo un desorden depresivo persistente, de acuerdo al Instituto Nacional de Salud Mental.
El desorden bipolar puede tener efectos similares.
Como un resultado de la pérdida de memoria y confusión, las personas con Alzheimer y otras formas de demencia pueden olvidar comer –y pueden llegar a tener problemas en el ejercicio de tareas cotidianas que incluyen comprar y preparar comida.
Las personas que tienen demencia pueden también tener depresión, argumenta el Dr. Finkelstein, lo cual puede agravar el problema.
Cuando las personas no consumen suficiente agua, se sienten enfermos, dice el Dr. Dinkelstein. “Cuando estás deshidratado, estás volumétricamente contraído”– lo cual puede repercutir en el apetito. Esto es común en personas de edad avanzada.
“Entre más envejecemos, sentimos menos sed”, dice el Dr. Finkelstein. “Para cuando alguien se siente sediento, es porque ya está en un cierto grado de deshidratación y falto de líquidos”.
El síndrome de intestino irritable, la enfermedad de Chron, colitis ulcerativa, y otras condiciones medicas que afectan al sistema digestivo pueden reducir el apetito.
Estas condiciones producen nausea, dolor, e incluso constipación o diarrea, de acuerdo a la Clínica Mayo, lo cual puede reducir el deseo de comer. Las personas con intestino irritable pueden también desarrollar úlceras bucales, lo cual puede hacer que comer sea doloroso.
La enfermedad de reflujo gastroesofágico, también llamada reflujo, es otra de las enfermedades del sistema digestivo que pueden afectar el apetito. Las personas con esta enfermedad experimentan acidez persistente –los fluidos de su estomago ascienden al esófago después de ingerir alimentos.
“Pueden incluso despertarse durante la noche con un sabor ácido en la boca, lo cual pede hacerles sentir menos ganas de comer”, dice el Dr. Finkelstein. “Su garganta puede también llegar a irritarse”.
Por sus siglas, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica se refiere a un conjunto de condiciones pulmonares incluyendo enfisema, bronquitis crónica, y asma severa. La EPOC puede reducir el apetito y generar desnutrición, de acuerdo a una investigación publicada en el Journal of Translational Internal Medicine.
Parte del problema es que la perdida de funcionalidad en los pulmones puede generar que un paciente deje de realizar ciertas actividades– y eso incluye dejar de comer. Los pacientes con EPOC pueden llegar a tener depresión, lo cual también genera la perdida de apetito.
Algunos tipos de cáncer como lo son el de ovarios, estómago, colorrectal, de páncreas y de vejiga pueden reducir el apetito, indica el Dr. Finkelstein. La perdida de apetito es el resultado de caquexia –un cambio metabólico causado por el cáncer o por los tratamientos para el cáncer.
Los exámenes de diagnóstico pueden detectar cada uno de estos tipos de cáncer, y una detección temprana aumenta las posibilidades de éxito en el tratamiento, así que no dudes en comentar con tu especialista de salud acerca de tu perdida de apetito.
La mayoría de los tratamientos contra el cáncer – quimioterápia, radiación, e inmunoterapia – impactan directamente en el estómago e intestinos y esto puede generar pérdida de apetito.
Los efectos secundarios de estos medicamentos –boca seca, nausea y lesiones bucales– pueden también hacer que los pacientes dejen de comer. Doctores y equipos médicos enfocados al cáncer pueden recomendar remedios que minimizan los efectos secundarios y la perdida de apetito, de acuerdo a la Academia Americana de Cancer.
La manera de lidiar con este problema depende de la causa, argumenta el Dr. Finkelstein. “Si la persona siente nauseas, se tratan las nauseas. Prueba té de jengibre –es un remedio milenario que realmente funciona”.
Si se trata de un problema digestivo, dice, prueba comiendo más frutas y vegetales. También: “El yogur y algunos alimentos fermentados son probióticos naturales, los cuales pueden restaurar la flora intestinal si es que la persona ha estado enferma”.
Y, como siempre, el doctor recomienda tomar más agua de lo habitual. “Mantenerse bien hidratado puede fomentar su apetito”.
Tomado de thehealthy.com 15 Medical Reasons for Your Loss of Appetite