La microbiota que tienes en tu vientre controla más de lo que pensamos, y por eso es tan importante alimentarla con bacterias beneficiosas. Una opción para lograrlo es tomar un suplemento de probióticos.
No sólo te ayudará a enfermarte menos, sentirte más feliz y facilitar tu digestión, sino que también puede desinflamarte, aplanando tu vientre en el proceso.
Con moderación, la sal es buena: es necesaria para tener un corazón y un cerebro saludables. Pero toma demasiada sal y retendrás líquidos, lo que te inflará como si fueras un globo.
Reducir tu consumo de sal es una de los métodos principales para eliminar la retención de agua (una razón por la cual perdemos tanto peso cuando empezamos una dieta).
Retira el salero de la mesa para que se te quite el hábito de agregar sal a tu comida antes de probarla. Si la pruebas y realmente necesita sal, levántate y sazónala en la cocina.
El síndrome del colon irritable es el desorden gastrointestinal más frecuente. Sus síntomas incluyen náusea, diarrea, estreñimiento, dolor estomacal e inflamación. ¡Mucha inflamación!
Aunque se desconocen las causas, se piensa que está ligado con factores del estilo de vida como alimentación, ejercicio, hormonas y estrés.
Le dicen “panza chelera” por algo. Las burbujas de esta bebida provocan hinchazón estomacal, como puede atestiguar quien haya bebido demasiado. Pero la carbonatación no es la única culpable.
El alcohol puede impulsar el crecimiento de bacterias nocivas en tu estómago, lo que provocará gases (además de todas las calorías vacías que van directamente a tu cintura). Evita el consumo de alcohol o limítate a un vaso por día.
Primero, no se ve bien. Segundo, masticar mientras respiras a través de la boca puede llenarte con aire y alimento, haciendo que tu estómago se hinche.
Aprender los modales adecuados no solo ayudará a que tengas un vientre más plano sino que hará que tus amigos y familia sí quieran comer contigo.
Los antojos dulces, aunque son deliciosos, no son muy buenos para nuestros cuerpos, vientres incluidos.
No solo añaden calorías y centímetros a nuestras cinturas, sino que un aumento en el consumo de azúcares provoca resistencia a la insulina, lo que le indica al cuerpo que debe almacenar más grasa alrededor de la cintura. Pero eso ocurre a largo plazo.
El azúcar también inflama tu vientre en el corto plazo al alimentar las bacterias en tu estómago, lo que aumenta la producción de gases. Cuando se trata de reducir tu vientre, disminuir el consumo de azúcar es uno de los mejores hábitos a tu alcance.
Las hormonas sin control tienen efectos secundarios desagradables y la hinchazón estomacal es uno de ellos (hay una razón por la cual las mujeres se quejan de estar inflamadas durante la menstruación).
Aunque no puedes regresar el tiempo y recuperar los niveles hormonales de cuando tenías 20 años, puedes asegurarte de que sí estén en límites normales, algo en lo que tu doctor puede ayudarte.
Mientras tanto, comer bien y hacer ejercicio son formas naturales de equilibrar tus hormonas. Conoce 12 reglas para empezar a hacer ejercicio si piensas que es necesario que te muevas.
Se estima que el 20 por ciento de los mexicanos padece estreñimiento, situación que puede afectar al cuerpo entero (y que incluye hinchazón e inflamación en el vientre).
Las crucíferas se encuentran entre los vegetales más sanos que puedes comer, pero desgraciadamente también son las que inflaman el estómago con más frecuencia.
Gracias a la rafinosa, un compuesto que genera un aumento de gas, el brócoli, la col y la coliflor, entre otros, pueden hinchar considerablemente tu cintura.
Pero no los elimines de tu dieta: solo resérvalos para cuando no traigas pantalones ajustados.
Cada vez estamos durmiendo menos horas, y eso está afectando nuestra salud (lo que se nota principalmente en nuestras cinturas).
Perder apenas 30 minutos de sueño por día puede hacer que aumentes de peso, de acuerdo con un estudio realizado por la Sociedad Endocrina de Estados Unidos.
Lo peor es que ese peso suele concentrarse en el vientre. Los investigadores proponen un ciclo de sueño que siga los ritmos circadianos normales, lo que significa irse a dormir y despertar con el sol.
Los alimentos procesados son una de las mayores fuentes de sal en nuestra alimentación, y lo peor es que es probable que no lo detectemos.
Por el método con el cual se elaboran, la sal está oculta en todo, desde sopas hasta pasta y hasta en alimentos dulces como pasteles de caja.
Cambia los alimentos procesados por comida preparada en casa y tu vientre te lo agradecerá: no solo perderás la inflamación causada por la sal, sino también calorías… ¡y peso!
¿Quieres un vientre más plano? Observa tu vaso: la leche y el refresco son dos de las causas principales de inflamación estomacal.
Alrededor del 65 por ciento de la población mundial pierde la mayoría de su capacidad para digerir la lactosa después de la infancia, lo que significaría que el vaso de leche tibia que tomas antes de dormir explicaría por qué tu pijama te aprieta por las mañanas.
Y sobre los refrescos, tanto las versiones regular como light inflaman tu estómago debido a los endulzantes y a la carbonatación. Trata de eliminarlos de tu dieta para ver si reduce la inflamación de tu estómago.
Aunque muchas bebidas pueden inflamar tu vientre, hay una que lo reducirá: agua. Beber mucha agua simple te mantiene hidratado y le indica a tu cuerpo que puede deshacerse del agua adicional que está reteniendo, lo que reduce la inflamación.
Además, se ha demostrado que beber agua reduce el antojo de alimentos dulces, disminuye el apetito y te ayuda a sentir saciedad en menos tiempo.
Frutas como fresas, cerezas, manzanas y naranjas son ricas en quercetina, un compuesto natural que reduce la inflamación en el estómago. Y si colocas un tazón con fruta donde puedas verlo con facilidad, será más fácil que tomes una cuando quieras algo de comer.
Se ha demostrado que el hinojo, la menta y el jengibre tienen un efecto calmante en el estómago. Aumentan las enzimas digestivas para que tu alimento se digiera con más rapidez. Y una comida que se digiere con rapidez genera un vientre más plano.
Además, la menta reduce los cólicos y los gases, el jengibre ayuda con la náusea y la inflamación, y el hinojo es un diurético que ayuda a dejar de retener líquidos.
¿Quieres aplanar tu estómago en dos segundos? ¡Mantén tu espalda recta! Encorvarse enfatiza las “lonjas”, pero estirar tu columna alarga todo tu cuerpo, haciendo que luzcas más alto y delgado.
¿Quieres lucir todavía más delgado en una fotografía? Usa el viejo truco de las modelos y arquea ligeramente tu espalda: eso apretará la piel sobre tu estómago y lo alejará un poco de la cámara, reduciéndolo aún más.
Es un truco temporal, pero las buenas posturas ofrecen muchos beneficios a la salud además de verte bien.
El estrés aumenta los niveles de cortisol; suelen llamarla “la hormona de la grasa estomacal” porque indica al cuerpo que debe almacenar grasa alrededor de la cintura. Agrega los estresores diarios y verás cómo el cortisol fluye constantemente por tus venas.
Esta modalidad de estrés permanente no es buena para tu salud, así que es importante tomar tiempo para desestresarte a diario. Yoga, meditación, caminar, escribir, realizar un pasatiempo manual o tocar un instrumento musical son métodos comprobados.
¿Sabes cuál no lo es? Ver televisión. Se ha descubierto que incrementa tus niveles de cortisol.
Tu teléfono, tablet y televisor podrían afectar el tamaño de tu cintura de varias maneras. Obviamente que no te mueves ni quemas calorías mientras los usas, pero los efectos van más allá.
Como la luz azul de las pantallas afectan los ritmos circadianos, nuestra adicción a los electrónicos altera nuestros patrones de sueño. Ambos efectos han sido ligados a mayores niveles de grasa en el vientre.
No es agradable usar fajas, pero algunas veces necesitas apoyo para aplanar tu vientre y lucir tu ropa favorita.
¡Y no hay nada malo en recurrir a la tecnología para lograrlo! La ropa interior modeladora actual cuenta con telas más respirables y estilos para hombres y mujeres.
Los alimentos con fibra son lo más cercano a una “píldora milagrosa adelgazante”. Se ha demostrado que las frutas, los vegetales y los granos enteros, particularmente aquellos altos en fibras solubles, reducen la grasa que rodea al estómago. Y como estos alimentos te sacian, comes menos (lo que aplana tu vientre con el tiempo).
No, no estamos sugiriendo un bypass gástrico (aunque suponemos que reduciría tu estómago). Más bien, existen varias condiciones frecuentes que pueden hincharte y, hasta que las resuelvas, nada más ayudará a aplanar tu vientre.
Por ejemplo, muchas mujeres tienen una diástasis de rectos abdominales, o separación de los músculos abdominales, después del embarazo; en alrededor del 25 por ciento de estas mujeres los músculos nunca vuelven a unirse, lo que genera una protuberancia permanente.
Además, una hernia (sea congénita o por una herida) puede hacer que tu estómago destaque. Ambas condiciones pueden solucionarse quirúrgicamente.
¿Realmente necesitas otra razón para dejar de hacerlo? Aquí la tienes: fumar te está engordando.
Fumar no solo no te ayuda a mantenerte delgado (un mito demasiado común acerca de este vicio), sino que los fumadores presentan una mayor concentración de grasa en la zona del vientre.
Muchas personas mascan chicle para resistir los antojos o evitar comer sin pensar, pero esta táctica puede tener un efecto secundario poco deseable: que se infle el estómago.
Es natural tragar una pequeña cantidad de aire cuando masticamos, pero ese efecto se incrementa cuando mascamos chicle, lo que provoca gases e hinchazón.
Además, se ha demostrado que algunos edulcorantes aumentan el antojo de comida chatarra, así que el chicle podría aumentar tu cintura de dos formas distintas.
Tomado de Readers Digest 23 Tricks to Flatten Your Belly—Without a Lick of Exercise
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