26 Fobias que quizá no sabías que existían
Es posible que pensemos que solo las cosas "normales" como arañas o alturas pueden desencadenar fobias. Sin embargo, el mundo de las fobias es mucho más amplio y alberga algunas realmente inusuales.
Se considera fobia al miedo irracional y exagerado que provocan objetos y situaciones no peligrosas. A diferencia del miedo común, este sentimiento es intenso y persistente, aun bajo consciencia de quien lo padece, pero con dificultades para controlarlo. Existen fobias de todo tipo, y la mayoría se manifiesta con síntomas similares.
Pueden provocarse reacciones emocionales, físicas y mentales. Son frecuentes las palpitaciones, los temblores, la sudoración y otros síntomas de ansiedad. Si no se tratan, pueden afectar a las relaciones sociales, el rendimiento laboral y las situaciones de la vida cotidiana.
Según un estudio de la publicación Statpearls, los pacientes con una fobia específica experimentan altos niveles de ansiedad. Y no solo frente a la exposición de su estímulo fóbico, sino en la anticipación y hasta cuando se habla del mismo.
¿Crees que tener miedo excesivo a algo no se puede clasificar como fobia? Si es así, deberías familiarizarte con estas 26 fobias más inusuales del mundo.
El miedo a volar, a la oscuridad, a los payasos y a las arañas son fobias comunes y reconocibles. Sin embargo, la lista es bastante amplia y comprende objetos, animales y sensaciones extraños. Lo que puede ser inofensivo para un individuo puede instigar un miedo intenso en otro. He aquí algunos ejemplos de fobias inusuales.
Se trata del miedo irracional al queso ¿qué? Sí, así como lo lees. Y no significa que sea una cuestión de gustos o sabores. Cuando una persona que lo padece se enfrenta a este alimento, sufre los mismos síntomas de ansiedad que con cualquier fobia. En ocasiones, puede generar temblores y ataques de pánico. Además de consumirlo, oler o tan solo mirar el queso es un desencadenante.
El miedo a los árboles podría derivarse de la inquietud que infunden las historias de bosques oscuros y las narraciones de ficción. Al igual que otras fobias específicas, es ciertamente factible que un trauma infantil relacionado con los árboles también pueda desencadenar este miedo.
También conocida como xilofobia, esta condición abarca a los sitios con mucha madera y hasta a objetos elaborados con este material.
El miedo excesivo a bañarse, lavarse o enfrentar situaciones vinculadas a la higiene se conoce como ablutofobia. Para no lidiar con esto, las personas que la padecen tienden a evadirlas, lo que puede generar problemas de higiene y salud.
Suele estar vinculada con el miedo a ahogarse, a resbalarse o a otras situaciones traumáticas relacionadas con el agua. Al igual que otras fobias, se manifiesta a través de dolores de cabeza, sudoración, mareos y temblores, entre otros síntomas.
Las personas que la padecen tienen temor al compromiso amoroso. Pero no significa que no puedan tener pareja, el trauma aparece cuando la situación del casamiento se insinúa o acerca. Por lo general, tienden a evitarla con excusas diversas y, si continúa, aparecen síntomas como mareos, sudores, ahogamiento y náuseas.
Es el miedo a usar y gastar dinero. No pasa por una decisión racional ni por ser austero, sino que el simple hecho de utilizarlo dirige a un conjunto de sensaciones negativas. Las mismas pueden ir desde la angustia hasta la ansiedad.
Es común que las personas que la padecen pierdan horas revisando cuentas y gastos. Al tratarse de una acción de carácter cotidiano y difícil de evitar, la crometofobia puede traer complicaciones en la vida social. También se conoce como crematofobia, e implica el temor a manejar dinero en billete.
Los turismofóbicos no soportan la llegada y permanencia de turistas en su pueblo o ciudad. Muchos de estos síntomas los manifiestan, a través de malos tratos a los viajeros que se acercan. Si te han mirado mal en un viaje a otro país, es probable que te hayas topado con alguien que la padece.
Sufrir estrés en situaciones laborales es algo frecuente. Pero la ergofobia lleva esa sensación al extremo cuando se trata de relaciones de trabajo, presentaciones o evaluaciones.
Por supuesto, es una fobia que con facilidad afecta el desempeño en diferentes ámbitos de la vida. Se manifiesta a través de dolores estomacales, náuseas, tensión muscular y ansiedad.
El miedo a salir herido emocionalmente en las amistades y las relaciones románticas se refleja en la pistantropobia. Esta afección dificulta a quienes la padecen la formación de nuevos vínculos. Los individuos con pistantropobia no pueden confiar en los demás de forma irracional y excesiva.
Se trata del miedo al cielo, pero no en el sentido literal del término, es decir, a mirar hacia arriba y contemplar las nubes. El cielo que se teme es el vinculado al paraíso o al que muchas religiones designan como sitio eterno tras la muerte. Por ende, la fobia se relaciona con el temor a la muerte, y provoca desde ansiedad hasta depresión.
¿Es posible tener miedo excesivo al miedo en sí mismo? Aunque parezca confuso, la fobofobia implica el temor a padecer una fobia. Quienes la padecen evitan lidiar con situaciones que puedan llegar a generarles miedo.
Esta fobia (abreviado trihexafobia) proviene del griego, donde “hexakosioi” significa “seiscientos”, “hexekonta” significa “sesenta” y “hexa” significa “seis”. La fobia al número 666 está asociada principalmente con creencias religiosas, especialmente en la cultura cristiana, donde se considera como el “Número de la Bestia” mencionado en el Libro de Apocalipsis en la Biblia. Para algunas personas, este número representa el mal o el diablo, y por lo tanto, desarrollan un miedo intenso hacia él.
¿Te has atragantado alguna vez con un trozo de comida? La sensación puede ser traumática, y algunas personas desarrollan un miedo excesivo a ella. Es lo que se denomina fagofobia, o miedo a tragar para evitar situaciones que podrían provocar un atragantamiento.
Este trastorno requiere tratamiento urgente porque dificulta la acción cotidiana de comer o consumir cualquier tipo de alimento, especialmente los que están enteros, como las frutas.
A nadie le gusta aguardar demasiado tiempo en una fila. Pero a ciertas personas les genera un rechazo irracional que deriva en macrofobia. Se trata de un trastorno vinculado a la ansiedad social. Quien lo padece evitará por todos los medios la situación de aguardar detrás de mucha gente.
El miedo a ser tocado tomó relevancia durante los meses de cuarentena. Sin embargo, es otra fobia social poco común que provoca, en quien la padece, un rechazo irracional hacia cualquiera que intente tocarlo. La hafefobia puede derivar en reacciones violentas.
Un curioso trastorno que genera temor a mirar ojos. Se manifiesta tanto con ojos de personas reales como de cuadros o dibujos. Cualquier tipo de facciones pueden impulsar el estímulo, aunque es más común con ojos grandes o muy separados.
Si el color amarillo es tu favorito, entonces no podrías convivir con un xantofóbico. El miedo a este color se considera como una de las fobias más raras del mundo y genera rechazo a todo tipo de objetivos con dicha tonalidad. Incluso, algunos hasta sienten miedo al oír la palabra «amarillo».
La atiquifobia se define como el miedo permanente a cometer errores o fracasar. Las personas que la padecen tienden a paralizarse en distintas situaciones, lo que les impide progresar en diversos ámbitos de la vida. Si no se trata, la atiquifobia provoca estrés, ansiedad y depresión.
Muchas personas pasan horas excesivas con el teléfono celular. Sin embargo, el miedo irracional a no estar con el mismo tiene su propio nombre: la nomofobia. Las personas que la padecen no pueden estar mucho tiempo sin el smartphone, de lo contrario, les genera angustia, sudoración y palpitaciones.
Se define como el miedo intenso de acudir a lugares donde se dificulta la salida. Esto puede causar la pérdida del control en situaciones que requieren esfuerzo para salir. Por ejemplo, grandes multitudes, puentes o espacios cerrados. El actor estadounidense, Zac Efron, es una de las celebridades que rebeló su trastorno de ansiedad por agorafobia.
Es una de las fobias específicas que abarcan objetos y situaciones inesperadas. Por ejemplo, el temor al polvo, la mugre y la suciedad en general. Entre sus síntomas se encuentran la angustia, el aturdimiento y los pensamientos negativos que impiden mejorar la situación, mediante el aseo.
Un curioso trastorno que genera ansiedad y miedo excesivo al ver agujeros. La tripofobia causa rechazo al enfrentarse a objetos e imágenes que presentan este patrón. Suele empeorar cuando los elementos tienen varios orificios repetidos, como las flores de loto o los panales de abejas.
Se trata de la fobia a las palabras largas o complejas 😅. Las personas que la padecen expresan manifestaciones de ansiedad frente al pronunciamiento de formaciones con extensa cantidad de letras. También es conocida como sesquipedalofobia.
Así como existe el miedo excesivo a tocarse, otras personas manifiestan síntomas ante la posibilidad de un beso. Se encuentra vinculada con otras fobias, como el temor a los gérmenes y al abandono. La filemafobia puede superarse, a través de terapias como la cognitivo-conductual.
Se trata del temor angustioso a las flores. No se debe confundir con la antropofobia, que es el miedo a las personas. Los antrofóbicos rechazan el contacto con cualquier tipo de flor o con alguna específica. También conocida como antofobia, puede desencadenarse por una alergia al polen o a las plantas.
El miedo a envejecer es uno de los más comunes en esta era. Muchos de quienes la padecen comienzan a desarrollarla con los primeros síntomas de envejecimiento. No debe confundirse con la gerontofobia, que es el rechazo a otras personas mayores por vincularlas con la enfermedad o decrepitud.
Se trata del miedo irracional a la risa. Estas personas expresan síntomas de ansiedad cuando escuchan a otros reír, ya que creen ser objeto de burla. Sobre todo, cuando no pueden identificar el motivo de la carcajada. La gelotofobia afecta las relaciones sociales, porque se tiende a evitar el contacto con otros.
Si bien cada trastorno debe tratarse de manera particular, según el tipo y la intensidad del mismo, existen terapias generales que suelen utilizarse, por lo que si al leer esto crees que tienes alguna fobia lo mejor es buscar ayuda profesional para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuado.
Con información de Mejor con salud