Muchas personas se obsesionan con evitar las caries, cepillando sus dientes con un cepillado agresivo, sin darse cuenta de que están dañando sus encías. Esta negligencia tiene serias consecuencias: el 42% de los adultos mayores de 30 años en Estados Unidos muestran signos de enfermedad de encías. Esta afección no solo puede causar pérdida de hueso y dientes, sino que se ha relacionado con enfermedades graves como cardiopatías y demencia.
Mantener las encías sanas es crucial para la salud general. Aquí tienes cuatro claves respaldadas por expertos en periodoncia para proteger tu sonrisa.
1. Detén el cepillado agresivo y ajusta tu técnica
La causa más común de problemas gingivales es cepillarse con demasiada fuerza. Si bien la Asociación Dental Estadounidense (ADA) recomienda cepillarse dos veces al día durante dos minutos y usar hilo dental una vez, la clave está en la técnica.
- Ángulo y Movimiento: Coloca tu cepillo en un ángulo de 45 grados contra la línea de las encías para eliminar la placa tanto por encima como por debajo del tejido. Mueve el cepillo suavemente hacia delante y hacia atrás con movimientos cortos.
- Herramientas: Si usas un cepillo manual, opta siempre por cerdas suaves. Las cerdas duras pueden herir el tejido y causar encías retraídas.
2. No ignores el sangrado y trata la gingivitis
La gingivitis es la fase temprana de la enfermedad de encías y está causada por la acumulación de placa. Si tus encías están hinchadas, irritadas o sangran, tienes gingivitis.
El error más común es evitar cepillar o usar hilo dental en la zona que sangra, pero los expertos insisten en que debes hacer lo contrario: tienes que limpiar esa unión entre la encía y el diente. Si el sangrado persiste después de ajustar tu técnica, visita a tu dentista o higienista. La buena noticia es que la gingivitis es reversible con la higiene diaria y limpiezas profesionales.
3. Cuidado con las encías retraídas
La enfermedad periodontal puede provocar que el tejido gingival se retraiga, dejando al descubierto la raíz del diente, que es vulnerable a las caries porque carece del esmalte protector de la corona.
Si tus encías retraídas te causan sensibilidad al frío, calor o al cepillado, o si tus dientes parecen más largos, debes actuar:
- Higiene profunda: Mantén limpia la zona con hilo dental o cepillos interdentales pequeños.
- Sensibilidad: Utiliza dentífricos desensibilizantes o consulta a tu dentista sobre productos con flúor recetados para hacer las raíces más resistentes.
- Casos graves: Si la retracción es severa y existe riesgo de infección o pérdida dental, consulta sobre un injerto de encía, que puede restaurar el tejido perdido.
4. Adopta hábitos favorables para la salud de encías
El estilo de vida influye directamente en la salud de tus encías. Ajustar ciertos hábitos puede reducir drásticamente tu riesgo de desarrollar enfermedad periodontal.
- Dieta: Limita las bebidas azucaradas, ya que una revisión de 2023 encontró una asociación entre estas y las encías enfermas. Cámbialas por agua.
- Tabaquismo: Los fumadores tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedad de encías. Dejar de fumar es una de las decisiones más importantes que puedes tomar por tu salud bucal y general.
- Diabetes: Si padeces diabetes, debes comunicárselo a tu dentista y realizar visitas de control al menos cada seis meses, ya que esta condición aumenta el riesgo de problemas gingivales.
Para tener encías sanas, el mantra es simple: para unas encías menos sensibles, cepíllate con un poco más de ternura. Tu salud general depende de ello.