El agrandamiento de la próstata, conocido también como hiperplasia prostática benigna (HPB), es una afección común entre hombres a partir de los 40 años, con mayor prevalencia conforme se avanza en edad. La HPB se produce por el crecimiento natural de la próstata, aunque este aumento en el tamaño no está relacionado con el cáncer de próstata.
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Sin embargo, los síntomas pueden ser molestos y afectar significativamente la calidad de vida. A continuación, presentamos cuatro consejos clave para ayudar a reducir y manejar los síntomas del agrandamiento de la próstata, mejorando así el bienestar diario.
1. Realizar cambios en el estilo de vida para reducir los síntomas
Una de las estrategias más efectivas para manejar los síntomas de la HPB es modificar algunos aspectos del estilo de vida. Estos cambios no solo contribuyen a aliviar la incomodidad, sino que también ayudan a prevenir que los síntomas empeoren.
- Mantenerse activo y reducir el estrés: El ejercicio regular ayuda a mejorar la circulación y puede reducir la frecuencia de las micciones. Practicar técnicas de relajación como la meditación y el yoga también es beneficioso, ya que el estrés puede empeorar los síntomas.
- Evitar el consumo excesivo de líquidos en la noche: Para disminuir las idas al baño nocturnas, se recomienda reducir la ingesta de líquidos después de las 7 p.m. En particular, evitar bebidas alcohólicas y con cafeína es fundamental, ya que ambas aumentan la producción de orina.
- Orinar dos veces seguidas: Este hábito, conocido como “micción doble”, consiste en ir al baño, esperar unos minutos, y volver a orinar. Ayuda a vaciar la vejiga completamente, reduciendo así la frecuencia urinaria.
2. Considerar medicamentos para la hiperplasia prostática benigna
Para algunos hombres, los cambios en el estilo de vida pueden no ser suficientes para controlar los síntomas de la HPB. En estos casos, consultar con un médico sobre opciones farmacológicas puede ser de gran ayuda. Existen diversos medicamentos disponibles que ayudan a aliviar los síntomas, aunque es fundamental que el médico ajuste el tratamiento según la situación y el estado de salud del paciente.
- Alfabloqueantes: Son medicamentos que relajan los músculos en la próstata y el cuello de la vejiga, facilitando el flujo de orina. Ejemplos comunes incluyen tamsulosina y alfuzosina. Estos medicamentos suelen ser efectivos rápidamente, aunque pueden tener efectos secundarios como mareos.
- Inhibidores de la 5-alfa-reductasa: Estos medicamentos, como la finasterida y la dutasterida, ayudan a reducir el tamaño de la próstata al bloquear la hormona responsable de su crecimiento. Los resultados pueden tardar varios meses en ser visibles, pero suelen ser efectivos para reducir la necesidad de intervención quirúrgica.
- Tratamientos combinados: En algunos casos, los médicos pueden recomendar una combinación de alfabloqueantes e inhibidores de la 5-alfa-reductasa para optimizar los resultados y reducir los síntomas de manera más rápida y efectiva.
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3. Explorar opciones de tratamientos naturales y suplementos
Además de los medicamentos recetados, existen suplementos naturales y prácticas que pueden contribuir al alivio de los síntomas de la HPB. Sin embargo, es esencial consultar con un profesional de la salud antes de iniciar cualquier tratamiento natural, especialmente si ya se están tomando medicamentos.
- Extracto de saw palmetto: El saw palmetto es uno de los suplementos más populares y estudiados para el agrandamiento de la próstata. Aunque los estudios han mostrado resultados mixtos, algunos hombres han experimentado una reducción en los síntomas después de tomar este suplemento durante varias semanas.
- Semillas de calabaza: Ricas en zinc, un mineral esencial para la salud prostática, las semillas de calabaza pueden ser beneficiosas. Consumir una pequeña cantidad diariamente puede ayudar a reducir la inflamación y mejorar la función urinaria.
- Té verde: Rico en antioxidantes y antiinflamatorios, el té verde puede ayudar a reducir la inflamación en la próstata. Se recomienda consumirlo en la mañana para evitar la cafeína por la noche.
4. Evaluar opciones de tratamiento quirúrgico
Para aquellos hombres que no encuentran alivio con medicamentos o tratamientos naturales, o que presentan síntomas graves, la cirugía puede ser una opción recomendada. Los avances en la medicina han permitido el desarrollo de procedimientos quirúrgicos menos invasivos y con menos efectos secundarios.
- Resección transuretral de la próstata (RTUP): Es el procedimiento quirúrgico más común para el agrandamiento de la próstata. Se realiza a través de la uretra y permite eliminar parte del tejido prostático que bloquea el flujo urinario. La recuperación suele ser rápida, aunque pueden presentarse efectos secundarios temporales.
- Enucleación con láser de holmio: Este procedimiento utiliza láser para remover el tejido prostático sin necesidad de incisiones externas. Es altamente eficaz y reduce la probabilidad de necesitar una segunda cirugía en el futuro.
- Embolización de la arteria prostática: Este método reduce el tamaño de la próstata al bloquear el flujo de sangre hacia ella. Es un procedimiento menos invasivo que la cirugía tradicional, aunque no todos los hombres son candidatos ideales para este tratamiento.
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Conclusión
El agrandamiento de la próstata es una condición común que, aunque benigna, puede afectar significativamente la calidad de vida de los hombres. La clave para un manejo efectivo radica en una combinación de cambios en el estilo de vida, tratamiento farmacológico, opciones naturales y, en casos necesarios, procedimientos quirúrgicos. Consultar con un profesional de la salud y tomar decisiones informadas son pasos fundamentales para vivir con mayor comodidad y bienestar.
Con información de Harvard Health