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4 emociones diarias que pueden hacerte una persona más productiva

Aunque es posible que no siempre seamos conscientes de ello, muchas de las tareas que realizamos, ya sea que respondamos el correo electrónico de un colega o participemos en una negociación difícil con un proveedor, provocan emociones: enojo, orgullo, aburrimiento, incertidumbre, etc.

La razón por la que las emociones tienen un efecto sorprendentemente poderoso en nuestro desempeño es que tienen un valor adaptativo: pueden ayudarnos a enfrentar y responder a la situación actual.

Por ejemplo, una vez se citó a Beyonce diciendo: “Cada vez que subo al escenario, estoy nerviosa (de antemano). De hecho, tengo mucho miedo cuando no estoy nerviosa”. Si no está nerviosa, explicó, no rinde al máximo.

Incluso las emociones que percibimos como negativas, como la ansiedad, son excelentes herramientas para energizar nuestra mente y concentrarnos en la tarea que tenemos por delante.

Ansiedad: Prepárate para una presentación

La ansiedad y la preparación son fisiológicamente casi lo mismo, me explicó mi padre, un psiquiatra, cuando era adolescente y me sentía ansioso por algún gran desafío que se avecinaba.

La ansiedad es una forma de acelerarnos para estar en alerta máxima y listos para reaccionar ante cualquier cosa que se nos presente, por ejemplo, en una presentación o una llamada de ventas.

Es fácil querer desear que desaparezca la sensación de ansiedad, pero cuando comprendes sus beneficios, puedes estar agradecido por ello. La próxima vez que te sientas nerviosa, esto es lo que tienes que decirte: No, no estoy nerviosa. Estoy alerta y lista para reaccionar. La ansiedad puede ayudarte a recuperar tu vida, conoce cómo.

Sentirse bien: impulsar la creatividad

Un estado de ánimo positivo es especialmente útil para descubrir nuevos conocimientos, ser creativo, ser menos crítico al tomar decisiones y tomar decisiones rápidas. Las emociones positivas pueden conducir a una colaboración más fácil.

Si quieres dejar que las cosas sin importancia pasen con más facilidad, mira con un ojo menos crítico, un estado de ánimo positivo puede ayudar. Si es hora de ser creativa, sugiero entrar en un estado emocional positivo.

Cuando necesites tomar decisiones rápidamente y no haya tiempo para deliberar, ve si puedes entrar en esa situación con un estado de ánimo positivo. Observa si estás de buen humor cuando llegues a un punto de decisión.

O cierra los ojos y recuerda algo que te haga feliz en general: un programa de televisión favorito, aprender, charlar con un amigo, relajarte unos minutos con un libro, reírte mucho. Recordar algo emocionalmente positivo ayuda a generar esa emoción positiva.

Ira: tomar acción

Sentirse enojada es inusual entre las emociones negativas, ya que facilita el comportamiento orientado al acercamiento, o acciones que nos mueven hacia una persona, objeto o idea.

Por ejemplo, el dueño de una tienda considera aumentar los precios para aumentar las ganancias, lo cual desea desesperadamente. Pero al hacerlo, correrá el riesgo de violar la confianza que ha construido con sus clientes. Tiene miedo de que el aumento de los precios provoque una reacción negativa de los clientes, lo que quiere evitar.

Aprovechar una fuente de ira, en lugar de miedo, puede ayudar. Esto suena sorprendente: cuando entreno a alguien en la regulación de las emociones, a menudo quieren mejorar en el control de su ira, ¡no en provocarla!

Pero una opción es que el dueño de la tienda reconozca cuando está enojado por alguna otra razón y considere que es un buen momento para considerar las opciones de precios. Puede reflexionar sobre lo injusto que es que su potencial de ganancias sea rehén de los caprichos de los compradores que no entienden los productos que vende.

La próxima vez que tengas miedo de arriesgarte aunque sepas que es lo correcto, considera enojarte un poco. Estas son algunas razones médicas que pueden estar detrás de tu irá.

Tristeza: pensar críticamente

Esta emoción tiene varios efectos sorprendentes. Cuando nos sentimos tristes, tendemos a ser menos sesgados en la toma de decisiones, pensando un poco más lenta y deliberadamente sobre en quién confiar, por ejemplo.

También es probable que actuemos de manera más justa y menos egoísta. Además, erramos del lado del sano escepticismo, lo que nos ayuda a evitar ser demasiado crédulos. Y somos más propensas a esforzarnos por hacer que un mensaje sea persuasivo.

Considerándolo todo, parece que cuando necesitamos reducir la velocidad, ser reflexivas y pensar críticamente, la tristeza puede ser un recurso real.

Entonces, si estás en el extremo receptor de un argumento de venta, es posible que desees seguir adelante y pensar cuánto extrañas a tu perro de la infancia. Y, por otro lado, si te sientes súper feliz, es posible que desees evitar hacer un argumento de venta y usar esa emoción positiva para algo bueno, como tu trabajo creativo.

Tomado de rd.com 4 Daily Emotions You Feel At Work and How They Can Make You More Productive

Juan Carlos Ramirez

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