4 formas de mejorar la concentración y la memoria
Estudios indican que la pérdida de memoria puede comenzar a partir de los 45 años. En este artículo te compartimos 4 consejos para mejorar tu capacidad de concentración en la vida cotidiana.
Con el paso del tiempo, la vida nos brinda la oportunidad de enriquecernos con experiencias, pero también puede traernos desafíos. A medida que envejecemos, es común notar que nuestra capacidad de concentración y retención de información comienza a flaquear.
El cerebro, esa maravilla compleja, experimenta cambios graduales que afectan nuestro pensamiento y memoria; lo que es, por cierto, parte del proceso de envejecimiento natural. Según un revelador artículo de Harvard Medical School, la pérdida de memoria puede empezar a notarse a partir de los 45 años, y esto puede dejar a muchas personas sintiéndose ansiosas o frustradas. Pero no todo está perdido: hay estrategias efectivas que podemos implementar para mantener nuestras mentes agudas y nuestras memorias intactas. ¡Es hora de descubrir cómo podemos seguir brillando incluso con el paso de los años!
Uno de los principales efectos del envejecimiento en la memoria es la ralentización del procesamiento de información. Esto puede generar un cuello de botella en la memoria a corto plazo, limitando la cantidad de información que se puede adquirir y almacenar en la memoria a largo plazo.
Sin embargo, ¡no todo está perdido! Existen estrategias efectivas para mejorar la concentración y la atención. A continuación, te presentamos 4 consejos prácticos que puedes implementar en tu vida diaria para combatir la distracción y optimizar tu capacidad de concentración.
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Cuando alguien te esté hablando, míralo a los ojos y presta atención plena a lo que dice. Si no comprendes algo, no dudes en pedirle que lo repita o que hable con mayor lentitud.
Para asegurarte de haber entendido correctamente lo que te han dicho, reformula lo que has escuchado. Esto te permite no solo confirmar la comprensión, sino también reforzar la información en tu memoria. Por ejemplo, si alguien te dice: “Podemos ver la película en el cine 1 a las 7:30 o en el cine 2 a las 7:50”, puedes responder: “¿Resumiendo, la opción es entre cine 1 a las 7:30 o cine 2 a las 7:50?”.
Si notas que te distraes con facilidad durante las conversaciones, procura reunirte con personas en lugares tranquilos. Por ejemplo, puedes sugerir quedar en casa de alguien en lugar de un restaurante ruidoso. Si la reunión se lleva a cabo en un restaurante, opta por una mesa cerca de una pared. Sentarte de cara a tus acompañantes, con ellos contra la pared, te permitirá enfocarte en ellos sin que tu atención se desvíe hacia otros comensales.
Para mejorar tu capacidad de concentración en una tarea específica y filtrar las distracciones, es fundamental realizar una sola actividad a la vez. Procura evitar las interrupciones. Si alguien te interroga mientras estás leyendo o trabajando, pídele amablemente que espere hasta que termines. Igualmente, evita contestar el teléfono hasta que hayas concluido la tarea que estás realizando. Deja que el buzón de voz atienda la llamada.
Implementar estas estrategias en tu rutina diaria puede ayudarte a combatir los efectos del envejecimiento en la memoria y la concentración. Recuerda que la clave está en ser constante y practicar estas técnicas de manera regular.