Mantén tu cerebro y mente más sanos con estos 4 pasos

1. Cuida tu memoria

No existe (aún) fármaco o cirugía alguna que ayude a preservar los recuerdos del cerebro. No obstante, los investigadores han aislado factores vinculados con el estilo de vida que pueden afectar esta capacidad.

Estas son las últimas recomendaciones al respecto.

Mantente activo

Un informe de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos divulgado en 2017 presume que estar en forma es la mejor arma contra el deterioro cognitivo y la demencia.

Hay pruebas de que el ejercicio le brinda más salud al cerebro en tan solo seis meses.

Sé tan activo como te sea posible: pasa menos tiempo sentado y usa las escaleras en vez del ascensor. Realiza 150 minutos de ejercicio vigoroso a la semana, como caminatas rápidas, natación, entrenamiento de fuerza u otras por el estilo.

Reta a tu mente

Los acertijos y rompecabezas desarrollan la inteligencia… para resolver acertijos y rompecabezas. Algunos científicos sugieren optar por “actividades cognitivamente estimulantes”: aquellas en las que intervenga el cerebro y lo inciten a hacer cosas nuevas, explica el doctor Ronald Petersen, director del Centro de Investigación sobre Alzheimer de la Clínica Mayo.

Las clases de fotografía, usar dispositivos tecnológicos o averiguar nuestra genealogía son buenas alternativas. De acuerdo con un artículo de 2017 publicado en la Journal of Alzheimer’s Disease, hasta escuchar música resulta provechoso.

Adopta la dieta mediterránea

Un menú que incluya granos enteros, frutas, vegetales, pescado, frutos secos y aceite de oliva, así como una reducción en la ingesta de carne roja, además de ser saludable, mantiene el encéfalo a punto.

Un estudio de 2017, realizado en casi 6,000 participantes y publicado en la Journal of the American Geriatrics Society, concluyó que aquellos que seguían este régimen mostraban un pronóstico 35 por ciento menor de experimentar deterioro cognitivo que quienes se alimentaban de otro modo.

Sugerir esta dieta es una constante: los científicos están descubriendo que el cerebro y el corazón tienen necesidades similares. ¡Y a las papilas gustativas les agrada!

Sé sociable

Las dinámicas grupales parecen potenciar los beneficios de hacer cosas nuevas (como aprender un idioma o a pintar). El aspecto social también puede ayudar a mantener la constancia en la práctica de los nuevos pasatiempos.

Esto es esencial porque los frutos tienden a desvanecerse tras abandonar la actividad.

Controla tu presión arterial

Si es alta, podría dañar los vasos sanguíneos encefálicos, sobre todo los de mujeres. Un artículo publicado en Neurology señala que aquellas que habían desarrollado hipertensión a los 40 años corrían un riesgo 73 por ciento mayor de padecer demencia que aquellas cuya presión arterial está bajo control. Pregúntale al médico cómo lograrlo.

Marty Munson

2. Evita el Alzheimer

La ciencia está cuestionando la idea de que es imposible reducir la probabilidad de sufrir la enfermedad de Alzheimer (EA).

Si bien ya se conocen los principales factores de riesgo (edad, raza y sexo), investigaciones recientes han identificado otros elementos que podrían propiciar el desarrollo de la patología. Hay una buena noticia: se estima que entre uno y dos tercios de tales casos son atribuibles a causas que podemos controlar.

He aquí los avances más recientes en materia de prevención.

Genes

Casi el 25 por ciento de los estadounidenses posee el APOE e4, gen asociado al Alzheimer que triplica el riesgo de padecer este mal. En otro 2 por ciento se cuenta por duplicado y, para este grupo, la probabilidad se eleva de 8 a 12 veces. El APOE e4 genera una proteína que transporta colesterol por el torrente sanguíneo.

En algunos casos, esto ha sido vinculado a la acumulación de placa de amiloide, dando pie a fallas tempranas de memoria y pérdida de neuronas.

Si bien la edad promedio para el diagnóstico en sujetos sin el APOE e4 es de 84 años, este llega a presentarse entre 8 y 16 años antes en quienes lo portan. Un estudio internacional de 27,109 víctimas de EA halló que menos de la mitad poseía el gen y cerca del 10 por ciento lo presentaba doble.

“El APOE e4 no es sinónimo de Alzheimer”, afirma Jesse Mez, profesor de neurología de la Universidad de Boston. “Un estilo de vida saludable puede marcar la diferencia”.

Ejemplo: un estudio alemán reciente mostró que el panorama de deterioro mental se les reducía mucho a los portadores del gen si mantenían el colesterol a raya.

Herencia

Diversas investigaciones sugieren que tener padres o hermanos con EA de aparición tardía aumenta de dos a cuatro veces el riesgo de sufrir este mal.

El APOE e4 es responsable del 50 por ciento de tal propensión; científicos de la Universidad Duke agregan que otros genes pueden influir.

Los hábitos de nuestra familia también desempeñan un papel determinante en su aparición, según informes de la Asociación contra el Alzheimer. Se aconseja implementar cambios saludables juntos.

Lesiones en la cabeza

Estos siniestros —moderados, graves o que dejen a la persona inconsciente por 30 minutos o más, como los resultantes de un percance vial, por ejemplo— pueden elevar el pronóstico de EA entre 2.3 y 4.5 veces; los golpes suaves no parecen afectar. Se alienta a hacer todo lo posible por evitar impactos fuertes.

En un estudio realizado en 2014 por expertos de la Clínica Mayo, en el que participaron 589 adultos mayores, las imágenes del cerebro revelaron niveles más altos de placa senil en sujetos con ligeros problemas de memoria que habían sufrido un traumatismo craneoencefálico.

Diabetes

Una glucometría elevada duplica las probabilidades de desarrollar Alzheimer, según se mostró tras un seguimiento de 1,017 personas durante 15 años.

La hiperglucemia daña los vasos cerebrales, mientras que la resistencia a la insulina favorece la acumulación de placa y ovillos neurofibrilares. En un par de estudios, los diabéticos que tomaban pioglitazona o metformina contrarrestaron de manera significativa la propensión a la EA.

Cigarrillo

La evidencia muestra que los fumadores enfrentan 70 por ciento más probabilidades de tener Alzheimer que los no fumadores. El tabaco incrementa el estrés oxidativo encefálico, lo que favorece la multiplicación de componentes que dañan las células, llamados radicales libres, y acelera la acumulación de placa y ovillos.

Los expertos notaron que las arterias adquieren un aspecto más saludable seis meses después de abandonar el cigarrillo, lo que además resultaría benéfico para el funcionamiento cerebral.

Dejar de fumar reduce el riesgo de accidentes cerebrovasculares, problema que complica aún más el cuadro de la EA.

Investigaciones novedosas sobre el Alzheimer han permitido detectar otras de sus causas potenciales. Virus comunes, como el herpes simple tipo 1 (que origina erupciones bucales) y la Chlamydia pneumoniae (bacteria que causa neumonía), también logran disparar la producción de placa y ovillos, afirman científicos como Brian J. Balin, profesor de neurociencia y neuropatología del Instituto de Medicina Osteopática de Filadelfia.

Otros investigadores sospechan que un equilibrio insalubre de la flora intestinal da pie al desarrollo de la enfermedad al provocar un aumento de la inflamación.

En un estudio reciente de la Universidad de Wisconsin se indicó que las personas con EA tenían menos variedad de bacterias intestinales que aquellas que no la padecían.

Según señalan los expertos, quizá la higiene moderna está aniquilando las buenas y, en consecuencia, contribuye a aumentar la amenaza.

Sari Harrar

3. Concéntrate

La ciencia ha confirmado las sospechas: sumergirnos en las pantallas y el frenético cambio de imágenes y mensajes que ahí ocurre puede estar alterando el funcionamiento encefálico.

Nuevas investigaciones muestran que los cerebros de los jóvenes son capaces de procesar información más rápido, por lo que pasan de una tarea a otra con facilidad.

No obstante, tal vez los adultos mayores sean superiores en términos de concentración y aprendizaje, pues su intervalo de atención es más amplio y sólido.

“Esta es la nueva brecha generacional”, asevera Tim Wu, profesor de la Facultad de Derecho de Columbia. “Y los de edad llevan la ventaja”.

El principal ladrón de atención es el celular. Revisarlo es una tarea tan prioritaria que más del 40 por ciento de los consumidores estadounidenses confiesan que lo hacen a los cinco minutos de despertar.

Las pantallas han invadido nuestra habitación (televisor) y nuestro escritorio (computadora), los taxis y ascensores, las salas de espera y las tiendas.

Puesto que no crecieron con celulares, quizá los veteranos estén mejor equipados para efectuar razonamientos más complejos. Wu añade: “En general, están más preparados para ser pacientes ante tareas complejas”.

Eso no pone todo a su favor. La velocidad de procesamiento del cerebro comienza a decaer alrededor de los 24 años, indica un estudio realizado por la Universidad Simon Fraser, de Canadá.

Y de la mano de este declive viene la disminución de la habilidad de alternar tareas y lidiar con interrupciones.

La tendencia es que aumenten los distractores conforme la tecnología se adueña de nuestras vidas. Sortear ese futuro es una tarea individual. He aquí cinco recomendaciones para recuperar la concentración.

Lee un buen libro

En un estudio llevado a cabo en la Universidad Emory, en Atlanta, quienes leían por la noche y se sometían a tomografías en el cerebro por la mañana mostraron una mayor conectividad de la región vinculada al lenguaje.

Los cambios neuronales persistían cinco días después de haber terminado el título.

Toca un instrumento

O medita. O escribe durante 30 minutos. “Concentrarse en una única tarea compleja mejora nuestra habilidad de centrarnos en otras labores”, afirma Joe DeGutis, profesor de la Universidad Harvard y coautor de un artículo sobre atención sostenida.

“Convertir estas actividades en un hábito puede ser un ‘entrenamiento del estado de atención’ que facilita relajarse y concentrarse a la hora de hacer otros deberes”.

Madruga

En un estudio del Instituto de Investigación Rotman, los participantes de 60 a 82 años lograron mejores resultados al resolver retos cognitivos y se mantuvieron más concentrados en las evaluaciones matutinas que en las vespertinas.

Aprende un idioma

En investigaciones realizadas por la Universidad de Birmingham, Inglaterra, se advirtió que las personas bilingües obtuvieron mayores puntajes que las monolingües cuando tuvieron que mantener la atención y la concentración.

Haz voluntariado

La masa encefálica de los ancianos que educaron a niños de manera voluntaria no solo dejó de experimentar la contracción propia de su edad, sino que incluso se registró un crecimiento discreto en ciertos casos.

El experimento se hizo en la Facultad de Salud Pública Bloomberg, de la Universidad Johns Hopkins.

Ken Budd

4. Mantén limpio el cerebro

Este órgano consume 25 por ciento de nuestra energía. Como todo lo que carbura, genera residuos. Sin importar cuán puros sean nuestros pensamientos, quizá hayamos acumulado bastante suciedad al final de cada día.

¿Cómo deshacernos de ella?

Primero, lo primero

Distintos estudios han señalado que mantener bajo control la presión arterial, ejercitarse y llevar una dieta rica en vegetales, grasas saludables y antioxidantes contribuye a conservar la pulcritud.

Duerme

Igual que la mayoría de los conserjes, el sistema glinfático barre los residuos por la noche. Las células gliales que rodean a las neuronas se contraen durante el sueño, explica Brian R. Christie, profesor de neurociencia de la Universidad de Victoria.

“El espacio entre células aumenta hasta 60 por ciento. Esto permite que fluya mayor cantidad de líquido y favorece la liberación de los desechos”, puntualiza el experto.

Acuéstate sobre la izquierda

La observación de animales apunta a que el cerebro se asea mejor cuando estamos en posición fetal. “Acostarse sobre el lado izquierdo parece maximizar la circulación en el organismo debido a que la mayor parte del retorno venoso circula por el lado derecho y esas venas se pueden comprimir al tumbarnos sobre ellas”, sostiene el neurólogo W. Christopher Winter.

“En qué postura descanses no debe quitarte el sueño, ¡lo importante es dormir bien!”.   

Juan Carlos Ramirez

Entradas recientes

¿Cuánto tiempo es demasiado en el baño? Te lo decimos

Descubre por qué no debes quedarte sentado más de lo necesario.

4 horas hace

10 consejos de neurólogos para mantener un cerebro saludable y prevenir ictus

La salud neurológica es una preocupación creciente en todo el mundo, con un notable aumento…

6 horas hace

¿Qué es el ‘sueño roto’ y por qué se produce?

El sueño es un proceso biológico fundamental para la salud física y mental. Cuando este…

8 horas hace

¿Qué es el malestar y por qué lo sentimos?

Aunque puede ser difícil de describir, este síntoma suele ser la señal de que algo…

10 horas hace

¿Pueden los probióticos ayudar a calmar la enfermedad inflamatoria intestinal?

Un microbioma intestinal saludable podría ayudar a las personas con EII, pero ¿deberían los probióticos…

12 horas hace

Snacks bajos en calorías: opciones saludables y deliciosas

Aprende consejos prácticos y encuentra 15 ideas fáciles para mantenerte en el camino hacia una…

14 horas hace

Esta web usa cookies.