4 razones para residir en el extranjero aunque sea una vez en la vida
Residir en el extranjero es una experiencia única que nos transforma, aun cuando sólo sea por un periodo de tiempo corto.
Residir en el extranjero es una experiencia única que nos transforma, aun cuando sólo sea por un periodo de tiempo corto.
Desde entrar en contacto con una cultura distinta, aprender un nuevo idioma y entablar amistades; hasta acceder a mejores oportunidades educativas y laborales, existen un sinnúmero de razones por las que es beneficioso migrar a otro país. A continuación, te compartimos cuatro de ellas:
Enfrentarte a una serie de desafíos cotidianos, desde encontrar un lugar donde vivir hasta comunicarte en otro idioma con personas que no comparten tu forma de pensar te ayudará a desarrollar tu capacidad de adaptación, resiliencia y autosuficiencia.
Quizás pases por momentos difíciles, pero dependerá de ti levantarte y seguir adelante. Más tarde en tu vida esta experiencia te ayudará a saber exigir lo que quieres o necesitas, así como a decir “no” cuando algo no te agrada.
Una estancia en el extranjero puede darte una ventaja competitiva en un mercado laboral complejo. Incluso si no cuentas con mucha experiencia, hablar una lengua y ser de una cultura diferente a las locales es de interés para ciertos empleadores, por ejemplo, en los corporativos trasnacionales, donde la relación entre clientes de diferentes nacionalidades está a la orden del día.
En caso de tener restricciones de visa para trabajar, puede ser el momento perfecto para obtener algún diploma o certificación, o realizar prácticas profesionales.
La comida, la moda y la cultura local te generarán una miríada de nuevas sensaciones que influirán en tu estilo personal. Mientras estés feliz de seguir explorando y mantengas una mente abierta, tus preferencias evolucionarán.
Además, al ser residente podrás viajar con calma y conocer el país como un local, pasar los fines de semana en sus museos, lugares históricos o de ocio y maravillas naturales, y volver a visitarlos las veces que quieras.
Tendrás la oportunidad de observar a una nación y a su gente en un entorno familiar y cotidiano. Aprenderás nuevas formas de hacer las cosas y comprenderás la manera en la que los contextos históricos y sociales influencian las actitudes y comportamientos.
También, podrás forjarte una mejor imagen de normas y expectativas sociales, y adoptar algunas de ellas para adaptarte a tu entorno y sentirte más en casa.
En lo que respecta a qué destino elegir, hay infinidad de posibilidades, aunque mudarte a un país anglófono te permitirá adquirir o perfeccionar uno de los idiomas más solicitados a nivel profesional y académico.
Si el inglés no es la lengua oficial de tu país, es probable que necesites pasar un examen de certificación, requisito para ingresar a universidades, obtener becas, realizar trámites migratorios o postular para vacantes. Una de las certificaciones más reconocidas a nivel mundial para fines laborales, académicos y migratorios es el International English Language Testing System (IELTS). Tiene vigencia de dos años y valida tu nivel de competencia en una escala del 1 al 9.
“Contar con una certificación oficial puede ayudarte a elevar tu perfil profesional y hacerlo más atractivo para los empleadores, además de que es un requisito indispensable para ser admitido en cualquier universidad de prestigio y tener acceso a becas y financiamientos. Es importante que te prepares con antelación para lograr los mejores resultados posibles en el test que decidas tomar”, señala Liliana Sánchez, gerente nacional de Exámenes del British Council en México, la organización del Reino Unido para el intercambio cultural y educativo. Tiene presencia en más de 100 países alrededor del mundo y más de 75 años de experiencia en educación.
¿Has estado viviendo en el extranjero? ¿En qué países, qué te pareció? ¿No has estado, en dónde te gustaría estar?