40 historias risibles de jefes

Todo el mundo tiene alguna anécdota que contar acerca de su jefe o ex jefe, así que cuando les pedimos a nuestros lectores que compartieran historias divertidas sobre sus supervisores y gerentes, lo hicieron con gusto. Éstas son algunas de las más chuscas.

1. Mi jefe es muy ahorrativo. Un día lo vi sacando vasos de papel del bote de basura y poniéndolos de nuevo junto al garrafón de agua. Ni siquiera se molestó en borrar las manchas de lápiz labial.

B. B.

2. Un alto directivo nos obligaba a las empleadas que somos mamás a trabajar a marchas forzadas todo el día. Cuando finalmente me atreví a preguntarle por qué lo hacía, res-pondió: “Me gusta contratar mujeres que tienen niños pequeños. Son más fáciles de explotar”.

S. P.

3. Trabajaba yo en un importante periódico estadounidense, y la jefa de mi departamento no parecía reconocer los rostros de grandes personajes. Cierta vez que le mostré una selección de fotos para ilustrar una portada que estábamos preparando sobre celebridades del siglo XX, preguntó quiénes eran. Pensé que estaba bromeando, pero no era así. Las fotos eran de Richard Nixon, Malcolm X, Eduardo VIII y Wallis Simpson.

Anónimo

4. Mi ex jefe de departamento solía confundir los refranes. He aquí algunos que repetía a menudo:

  • Las pirámides de Grecia no se construyeron en un día.
  • No hay que poner los caballos delante del carro.
  • Nada está clavado en piedra.
  • Algunas veces, uno arroja los dados y sale cruz. 

S. W.

5. Un día, al llegar a casa después de trabajar, recibí un mensaje de texto de mi jefe, un tipo que se autodenominaba “el fanático de los e-mails”, en el cual me pedía que revisara mi buzón electrónico. Corrí a la computadora para ver de qué se trataba. Había un mensaje que sólo decía: “Llámame”. 

M. H.

6. Una vez salí de vacaciones sin haber tramitado un aumento de sueldo para un empleado de nuestro consultorio médico. Cuando regresé, descubrí que mi jefe había archivado los papeles. Abrí el archivador y los busqué, primero por el apellido y luego por el nombre del empleado. Como no los encontré, le pregunté al jefe dónde los había puesto. “Busca en la letra D”, contestó. “¿En la letra D?”, repuse. “Las iniciales del empleado son CS. ¿Por qué los puso en la D?” Molesto, dijo: “En la D de dinero”.

D. B.

7. Era una típica tarde ajetreada de viernes en el despacho de abogados donde trabajo, y mi jefe se encontraba a cientos de kilómetros de distancia, en un hotel de lujo, preparándose para una reunión. A la mitad de mi frenético día, recibí un telefonema urgente de él. “Llama al hotel ahora mismo. Es importante”, dijo. “Pide que envíen a alguien a la zona de la piscina de inmediato”. “¿Qué pasa?”, le pregunté. “No hemos visto un camarero en 20 minutos”, contestó, “y queremos que nos sirvan más bebidas”.

B. B.

8. Mi jefe tenía fama de ser muy tacaño, así que cuando me dio una tarjeta de felicitación por mi cumpleaños, me sorprendió gratamente. “Gracias”, le dije. “De nada”, respondió. “Ah, y cuando termines de leerla, dásela a Robin. Está al final del pasillo. Hoy cumple años también”.

G. S. 

¿Qué quisieras poder decirle a tu jefe?

Fark.com invitó a sus lectores a contestar esta pregunta, y algunos lo hicieron:

9.  “Con esa camisa amarilla y esa corbata roja parece usted un payaso”.

10. “¿Sería mucho pedir que leyera los resúmenes en vez de obligarnos a resumirle los resúmenes todos los días?”

11. “Deje de vestirse como una adolescente bulímica y póngase  ropa adecuada para la oficina”.

12. “Todos sabemos que eso que toma usted no es té helado”.

13. Un oficinista de Nueva Zelanda fue despedido por usar letras mayúsculas y negritas en un e-mail que envió a sus colegas sobre cómo llenar correctamente los formularios. La empresa consideró una provocación el uso de mayúsculas.

14. El banco estadounidense Wells Fargo hace poco despidió a un empleado del servicio a clientes con siete años en el puesto tras descubrir que había metido un trozo de cartón en vez de una moneda en una máquina de lavandería casi 50 años atrás.

15. A un mesero de Florida lo despidieron por haber salido a ayudar a una mujer a la que intentaban secuestrar en el estacionamiento.

16. Una modelo fue supuestamente despedida por estar muy gorda. La mujer mide 1.70 metros y pesa 54 kilos.

17. Tras donar un riñón a su jefe, una vendedora de autos neoyorquina fue degradada de puesto y después despedida. 

Fuentes: New Zealand Herald, Associated Press, wsvn.com, stylelist.com, abcnews. go.com

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