5 beneficios de armar rompecabezas para el cerebro
¿Te gusta armar rompecabezas? Sabías que armar rompecabezas no solo es una actividad divertida, sino que también tiene un impacto positivo en tu cerebro. ¿De cuántas piezas ha sido tu record?
Armar rompecabezas no solo es una actividad divertida y desafiante, sino que también puede ser muy beneficiosa para nuestro cerebro. Diversos estudios científicos han demostrado que esta actividad puede mejorar nuestras habilidades cognitivas, reducir el estrés y estimular la salud mental en general.
Si bien muchos creen que está destinado para niños, es un ejercicio ideal para los adultos. Y desde hace ya algunos años cada 29 de enero se celebra el Día Mundial del Rompecabezas o Puzzle Day, en inglés. Se rumorea que fue una creación de las empresas jugueteras de EEUU para aumentar las ventas.
Y aunque sea algo comercial este día, la verdad es que, armar un rompecabezas es súper beneficioso para nuestro cerebro.
Los rompecabezas requieren una gran concentración para poder identificar las piezas correctas y colocarlas en su lugar. Este proceso ayuda a entrenar nuestro cerebro para enfocarse en una tarea específica y evitar distracciones.
Separar las piezas por colores y las de las orillas es sólo el inicio, ya que armar un rompecabezas lleva tiempo. Así que este hecho, simple en apariencia, contribuye a desarrollar la paciencia.
La concentración que se le pone al armado del rompecabezas hace que la respiración se regule. Entre más se disfrute esta actividad disminuirá el estrés.
Recordar la imagen que se va a construir es esencial. Por eso los rompecabezas son muy útiles para incrementar la memoria, especialmente, la visual.
Aunque el rompecabezas sea un juego, en esencia tiene las mismas características que cualquier problema en la vida cotidiana. Para hacer frente a cualquier dificultad es preciso observar, identificar el problema, comparar y encontrar una solución.
El primer rompecabezas del mundo que se fabricó fue en el año 1760 por un hombre llamado John Spilsbury, que nació en la ciudad de Londres. John era cartógrafo, se dedicaba a dibujar mapas por lo que el primer puzzle del mundo fue ese, un mapa. Se trata de un mapa construido en una plancha de madera dura, donde sus piezas eran los países que conforman el continente europeo. A estos primeros rompecabezas se les llamaba en un inicio disecciones y se utilizaban en la enseñanza.
Luiza Figueiredo, de Brasil, ha entrado en el Guinness de los Récords por tener el mayor número de puzzles: ¡un total de 1047! ¿Puedes imaginar la cantidad de espacio que se necesitaría para almacenar todos estos puzzles?
¿Eres team de armar rompecabezas o no?