Más de 1,000 millones de personas en el mundo tienen algún tipo de discapacidad. En México, esta situación afecta a más de 6 millones de personas, representando el 4.9% de la población total, según datos del INEGI. Sin embargo, la fisioterapia emerge como una herramienta esencial para mejorar la calidad de vida, aliviando dolencias, promoviendo la independencia y previniendo complicaciones.
[Te puede interesar leer: ¿Qué son las fracturas por estrés?]
En el marco del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, celebrado el 3 de diciembre, es importante resaltar la labor de los fisioterapeutas, una profesión vital con escasa representación en el país: solo 1.06 fisioterapeutas por cada 10,000 habitantes. Esta brecha evidencia la urgencia de valorar y promover esta disciplina, tanto para la rehabilitación como para la prevención.
La fisioterapia potencia la capacidad de movimiento de las personas, permitiéndoles realizar actividades cotidianas con mayor facilidad y autonomía. Esto impacta directamente en su autoestima y calidad de vida.
Mediante técnicas especializadas, los fisioterapeutas alivian dolores musculares y articulares, lo que mejora significativamente el bienestar general de los pacientes.
La inmovilidad prolongada puede generar problemas como úlceras por presión, contracturas o afecciones respiratorias. Los programas de fisioterapia están diseñados para evitar estas complicaciones y mantener al paciente en mejores condiciones físicas.
Los ejercicios terapéuticos refuerzan los músculos debilitados y mejoran la coordinación motriz, facilitando la realización de tareas cotidianas con seguridad y eficacia.
La relación cercana entre el fisioterapeuta y el paciente genera un ambiente de motivación y confianza. Este acompañamiento contribuye a la salud mental y emocional de las personas, un aspecto clave en su proceso de recuperación.
“El tratamiento oportuno puede marcar la diferencia entre conservar la movilidad o enfrentarse a una discapacidad que transforme radicalmente la vida”, señala Juan Carlos Pérez Torres, director nacional de fisioterapia en la UVM. Este enfoque resalta la necesidad de acudir a un fisioterapeuta ante los primeros signos de limitación o dolor físico.
[Te puede interesar leer: Cómo prevenir y tratar los nudos musculares]
De acuerdo con la OMS, los países deberían contar con al menos 1 fisioterapeuta por cada 1,000 habitantes. México, con apenas 13,400 profesionales, enfrenta un déficit significativo en esta área, lo que subraya la importancia de formar especialistas comprometidos con la rehabilitación e inclusión.
En este contexto, instituciones como la Universidad del Valle de México (UVM) forman fisioterapeutas altamente capacitados, listos para abordar los retos del campo y transformar vidas. La formación integral que ofrece la UVM garantiza una atención ética, profesional y centrada en el bienestar de los pacientes.
La fisioterapia no solo mejora la calidad de vida de las personas con discapacidad, sino que también previene problemas futuros, fomenta la inclusión y enriquece la salud física y emocional de quienes la reciben. Al visibilizar esta profesión y garantizar su acceso, damos un paso importante hacia un mundo más justo y saludable.