En México, el aumento de la obesidad, el sedentarismo y los malos hábitos alimenticios han elevado el riesgo de enfermedades cardiovasculares, una de las principales causas de muerte en el país. Frente a este panorama, la actividad física regular se posiciona como una de las herramientas más efectivas para reducir el colesterol y fortalecer el corazón.
De acuerdo con la Clínica Mayo, el ejercicio no solo ayuda a disminuir el colesterol LDL —conocido como “colesterol malo”—, sino que también incrementa el colesterol HDL, considerado “bueno”, el cual protege las arterias y favorece la salud cardiovascular.
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¿Por qué el ejercicio ayuda a controlar el colesterol?
Cuando el cuerpo se mueve de manera constante, se activan procesos metabólicos que facilitan la eliminación del exceso de grasa en la sangre. El ejercicio:
- Reduce el colesterol LDL
- Disminuye los triglicéridos
- Aumenta el colesterol HDL
- Mejora la circulación sanguínea
- Fortalece el músculo cardíaco
La Asociación Americana del Corazón recomienda realizar al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada o 75 minutos de ejercicio intenso a la semana, distribuidos en varios días, para obtener beneficios cardiovasculares significativos.
Ejercicio aeróbico: el gran aliado del corazón
Los especialistas de la Clínica Mayo señalan que los ejercicios aeróbicos o “cardio” son los más efectivos para reducir el colesterol, ya que estimulan el gasto energético, favorecen la pérdida de grasa corporal y fortalecen el sistema cardiovascular.
A continuación, te presentamos cinco ejercicios con respaldo médico que pueden ayudarte a mejorar tu perfil de colesterol y cuidar tu corazón.
1. Caminata rápida
La caminata a paso ligero es una de las formas más sencillas y accesibles de ejercicio.
Beneficios principales:
- Reduce el colesterol LDL
- Aumenta el colesterol HDL
- Mejora la circulación
- Disminuye la presión arterial
Caminar 30 minutos al día, al menos cinco veces por semana, puede marcar una diferencia significativa en la salud del corazón, especialmente en personas que llevan una vida sedentaria.
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2. Ciclismo
Andar en bicicleta, ya sea al aire libre o en bicicleta fija, es un ejercicio cardiovascular completo.
Beneficios principales:
- Reduce colesterol y triglicéridos
- Fortalece piernas y corazón
- Ayuda a controlar el peso corporal
- Mejora la resistencia física
El ciclismo activa grandes grupos musculares, lo que incrementa el gasto calórico y favorece el control del colesterol en la sangre.
3. Natación
La natación es una excelente opción para personas con sobrepeso, dolor articular o problemas en las rodillas.
Beneficios principales:
- Fortalece el corazón sin impacto
- Mejora la capacidad pulmonar
- Ayuda a regular el colesterol
- Reduce el estrés
Además, es una actividad completa que trabaja todo el cuerpo y puede realizarse a diferentes intensidades según la condición física de cada persona.
4. Entrenamiento en intervalos de alta intensidad (HIIT)
El HIIT combina periodos cortos de ejercicio intenso con momentos de recuperación, lo que lo convierte en una opción eficaz y rápida.
Beneficios principales:
- Aumenta el gasto calórico
- Mejora la salud cardiovascular
- Reduce colesterol y grasa abdominal
- Optimiza el tiempo de entrenamiento
Este tipo de ejercicio es ideal para quienes cuentan con poco tiempo, aunque no se recomienda para principiantes sin supervisión médica.
5. Ejercicios de fuerza moderada
Aunque suelen asociarse más con el desarrollo muscular, los ejercicios de fuerza también juegan un papel clave en el control del colesterol.
Beneficios principales:
- Aumentan la masa muscular
- Aceleran el metabolismo
- Potencian la reducción del colesterol LDL
- Protegen la salud del corazón
El uso de pesas, ligas elásticas o el propio peso corporal, combinado con ejercicio aeróbico, ofrece mejores resultados que cualquiera de estas modalidades por separado.
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¿Cómo saber si el ejercicio es de intensidad adecuada?
Los expertos sugieren una regla sencilla:
- Intensidad moderada: puedes hablar mientras haces ejercicio
- Intensidad alta: te cuesta decir más de unas pocas palabras sin detenerte a respirar
Este método ayuda a ajustar la intensidad del ejercicio sin necesidad de equipos especializados.
La importancia de un enfoque integral
La Clínica Mayo enfatiza que el ejercicio es más efectivo cuando se acompaña de otros hábitos saludables, como:
- Alimentación equilibrada
- Reducción del consumo de grasas saturadas
- Evitar el tabaco
- Moderar el consumo de alcohol
- Dormir adecuadamente
La combinación de estos factores reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares y mejora el control del colesterol a largo plazo.
Conclusión
Incorporar ejercicio físico de forma regular es una estrategia comprobada para reducir el colesterol y fortalecer el corazón. No se trata de entrenamientos extremos, sino de constancia, movimiento diario y decisiones saludables.
Antes de iniciar una rutina, especialmente si se vive con colesterol alto, sobrepeso o enfermedades crónicas, lo ideal es consultar a un profesional de la salud, quien podrá orientar sobre la intensidad y el tipo de ejercicio más adecuado.