Existen algunas estrategias de salud muy obvias como hacer ejercicio regularmente, dormir lo suficiente y beber más agua, pero también existen consejos que van en contra de toda comprensión ¡pero realmente funcionan! Echa un ojo a estos ejemplos:
Infinidad de personas cambian el café por el té helado en los meses de verano porque quién quiere agregar más calor a una situación ya sofocante.
La idea es que una bebida fría te refresca de adentro hacia afuera, pero el cuerpo humano no funciona exactamente así, por lo que es preferible consumir una bebida caliente para decirle al cuerpo que necesita sudar.
Ese es el mecanismo de defensa real del organismo contra el sobrecalentamiento: a medida que el sudor se evapora de la piel, se siente más fresco.
Los investigadores de la Universidad de Indiana descubrieron que es más probable que proceses y retengas información si la escribes a mano, pues nos vemos obligados a disminuir la velocidad con respecto a la acción de teclear, así que el cerebro tiene más tiempo para detectar la formación de las letras y la aparición de las palabras, lo que le permite crear recuerdos más duraderos sobre esa información escrita.
Realmente no hay evidencia de que usar jabón antibacterial nos mantenga más saludables, así que puedes omitir este tipo de consejos. Después de todo, algunos tipos de bacterias son muy necesarios para nuestra salud y esos jabones no pueden distinguir entre los dos.
Además, los estudios también están comenzando a mostrar que la exposición a largo plazo al triclosán químico, un ingrediente importante en el jabón antibacteriano, puede presentar riesgos para la salud, incluida la resistencia bacteriana y la interrupción hormonal.
Hemos sido educados para eliminar lo más pronto posible cualquier partícula de comida persistente para proteger nuestros dientes, pero el cepillado de inmediato en realidad los debilita, así que desecha ya esos consejos.
Esto se debe a que comer —especialmente alimentos ácidos como tomates, naranjas, café, té y refrescos— suaviza el esmalte dental, así que el cepillado directo después de comer acelera el efecto del ácido en el esmalte y puede erosionar la capa de dentina, lo que ocasiona problemas como sensibilidad, decoloración y astillado o agrietamiento.
Los dentistas recomiendan esperar al menos 30-60 minutos después de comer para cepillarse.
Un estudio encontró recientemente que las personas que consumían aproximadamente 200 miligramos de cafeína (la cantidad en 1 a 2 tazas de café) antes de acostarse para una siesta de energía se despertaron más frescas que las que no lo hicieron.
La razón por la que funciona es que una siesta de 20 minutos termina justo cuando la cafeína comienza a funcionar, despejando el cerebro de la adenosina que induce la fatiga.
La siesta en sí también reduce la adenosina, pero la cafeína aumenta el efecto para que puedas obtener más energía con una siesta más corta… ¡Pero no intentes esto antes de irte a dormir por la noche!
Fuente: Health & Human Research
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