5 maneras de divertirte en diciembre sin excesos y sin culpa
Las reuniones de diciembre que celebran fin de año pueden desafiar la fuerza de voluntad hasta de las personas más saludables.
Las reuniones de diciembre que celebran fin de año pueden desafiar la fuerza de voluntad hasta de las personas más saludables. Sin embargo, nada impide divertirse y cuidar la salud al mismo tiempo, y eso es algo que hay que celebrar.
Prueba estas cinco formas de pasar las fiestas decembrinas sin lamentaciones:
Dar regalos es muy grato; ofrecer ayuda, también: beneficia la salud y no hay que gastar mucho. Ayudar a los amigos, familiares y vecinos con los mandados, las tareas de la casa o el cuidado de los niños resultó saludable para más de 800 personas que participaron en un estudio reciente en Estados Unidos.
Todas aquellas que ofrecieron su tiempo como voluntarias habían experimentado estrés intenso el año anterior, pero su salud mejoró luego de ayudar a sus conocidos.
Pagar al contado, en vez de comprar a crédito, hace más disfrutable la adquisición de un bien, aseguran Elizabeth Dunn y Michael Norton en su libro Happy Money: The Science of Smarter Spending (“Dinero feliz: la ciencia de gastar con inteligencia”).
Antes de hacer una compra, por modesta que sea, pregúntate: “¿Voy a gastar este dinero de la manera que me redituará la mayor alegría al volver a casa?”
En vez de pasar horas sentado con tus amigos y familiares, como normalmente pasa en diciembre, haz una caminata o sal de excursión con ellos. O bien, pon música —si sabes tocar algún instrumento, corre por él— ¡y bailen!
Realizar actividades divertidas con tus seres queridos puede dejarte recuerdos imborrables, aunque no está de más tener una cámara a la mano.
Las personas tienden a comer en mayor cantidad y por más tiempo en diciembre cuando están acompañadas. Si te sientes obligado a comer hasta que todos hayan acabado, empieza a hacerlo al último.
Deja un poco de comida en tu plato para evitar que te sirvan más. Bebe alcohol con moderación, para prevenir el reflujo de ácido gástrico al esófago.
Los alimentos grasosos son otro detonador de la acidez estomacal, señala health.com, así que, cuando sirvan la cena navideña, escoge una pieza de carne magra y no le pongas aderezo.
“No existe ninguna cura para la resaca”, escribe Meredith Melnick en time.com. “En una revisión de 15 ensayos clínicos… un equipo de investigadores que publica habitualmente en el British Medical Journal descubrió que ningún remedio para la resaca da resultado”.
¿Qué sí funciona? La prevención. Si recuerdas la conveniencia de esta medida cuando ya es demasiado tarde para aplicarla, no abuses de los analgésicos al día siguiente.
“Combinado con acetaminofén, el alcohol duplica el esfuerzo del hígado”, escribe Emily Sohn en Los Angeles Times. El ibuprofeno y otros fármacos similares pueden irritar la mucosa del estómago, tal como lo hace el alcohol, y aumentar el riesgo de sangrado.