5 mitos sobre la artritis
La artritis es la inflamación de una articulación o más. Los principales síntomas son dolor y rigidez de las articulaciones, que suelen empeorar con la edad.
La artritis es la inflamación de una articulación o más. Los principales síntomas son dolor y rigidez de las articulaciones, que suelen empeorar con la edad. Y los tipos más frecuentes de artritis son la artrosis y la artritis reumatoide.
Si padeces artritis, quizá un programa de actividad física adecuado te ayude a reducir los síntomas de la condición; el ejercicio aumenta la fuerza, el equilibrio, la flexibilidad
y el rango de movimiento.
Consejo: Los expertos recomiendan practicar al menos 30 minutos de ejercicio de intensidad moderada cinco días a la semana. Así que desempolva la bicicleta, compra un traje de baño o empieza a entrenar con pesas; lo importante es entrar en acción como más te guste.
Es mejor verlo como una señal a la cual prestar atención. Si bien los analgésicos de venta libre pueden aliviar la incomodidad producto de la actividad física, tomarlos antes puede enmascarar la advertencia que indica el punto en el que hay que parar.
Consejo: Si el dolor articular se agudiza tras 5 o 10 minutos, detente. No obstante, la molestia muscular acompañada de una sensación de calor es un buen indicio.
Cuanto más sedentario seas, más cosas te afligirán. El ejercicio ayuda a desarrollar fuerza y flexibilidad, y a controlar el peso. Perder 1 kilo se traduce en 4 kilos menos de presión para las rodillas. Alterna días de mayores desafíos con otros menos exigentes. Nada o usa la bicicleta fija si el dolor se intensifica.
Consejo: Las rodilleras disminuyen la incomodidad por la inflamación de rodillas. La rigidez puede ser la señal de que es preciso comenzar a mover-se a fin de lubricar las articulaciones. Consúltalo con el médico.
Al entrenar se fortalecen los músculos que trabajan junto con las articulaciones. El movimiento lubrica aquellas que chirrían, nos hace más flexibles y nos fortifica. Lo anterior mejora la calidad de vida de cualquiera.
Consejo: Varios estudios muestran que el entrenamiento que implica levantar peso, como el de fuerza, caminar o trotar, es el mejor para la salud de los cartílagos de la rodilla. En caso de que el dolor articular te impida ejercitarte, recurre a la piscina; ahí es posible trotar, ejecutar sentadillas y desplantes en el agua.
Los artríticos pueden realizar muchos ejercicios sin riesgo alguno. Las actividades de bajo impacto, como la natación, el ejercicio acuático, el ciclismo y la caminata son excelentes opciones, así como correr, si no causa dolor al hacerlo o al cabo de unos días. Escucha a tu organismo y haz los ajustes necesarios.
Consejo: Como regla, camina y no corras si padeces osteoartritis, y evita los ejercicios de alto impacto, las contorsiones y los deportes con raqueta.