Los gatos suelen ser animales muy limpios -siempre se están limpiando- y, por lo general, utilizan su arenero para hacer sus necesidades. Sin embargo, a veces pueden dejar de hacerlo, lo que puede ser un problema frustrante para los dueños.
Y es que una de las mayores preocupaciones de los dueños de animales de compañía es mantener sus hogares limpios y libres de olores. Esta preocupación podría ser aún más apremiante si tienes más de un animal. Quizás te interese leer: Hechos “comunes” sobre los gatos que en realidad son falsos
Quienes comparten su vida con gatos saben que tener limpio el lugar donde habitan es de suma importancia, porque de acumularse los desechos fecales y la orina, principalmente, puede ser muy desagradable tanto para los dueños como para los gatos que viven en casa.
Aquí te enlistamos cinco razones de por qué tu gato no quiere usar su arenero:
Algunas afecciones médicas pueden hacer que tu gato orine o defeque fuera del arenero. Estas pueden incluir trastornos en el tracto urinario inferior, diarrea, artritis, insuficiencia renal, diabetes y estreñimiento. Enfermedades como hipertiroidismo, cálculos, cistitis, incontinencia y enfermedad inflamatoria intestinal también pueden ser factores.
Visita a tu veterinario para un chequeo oportuno y el tratamiento adecuado para tu gato.
Cuando tu gato es de edad avanzada, algunas causas de no usar su arenero podrían ser por falta de movilidad, lo cual le impide llegar hasta él. Esto puede deberse a alguna condición médica como la artritis que le impide levantarse con rapidez o por presentar poliuria (orinar con mucha frecuencia) o incontinencia. Poner areneros cerca y que tenga una entrada baja les ayudará mucho. No olvides manejar el dolor.
Cuando tu gato muestra un comportamiento de marcaje; es más común que los machos lo hagan. En algunos casos, la esterilización y castración puede disminuir la frecuencia del marcaje (es conveniente utilizar productos de limpieza enzimáticos para descomponer la orina y eliminar cualquier rastro de olores o feromonas).
Los gatos también evitan usar la caja de arena si carece de privacidad, si está en un espacio con mucho tráfico o si está demasiado lejos para su comodidad. La conducta de marcado también podría ser consecuencia de la ansiedad, la reubicación de muebles, la remodelación del hogar o los conflictos entre gatos. En la medida de lo posible, se deben evitar situaciones estresantes.
En casos graves, es recomendable acudir al etólogo (un veterinario especializado en comportamiento animal) para que te ayude a tratar a tu gatito con una terapia de modificación de conducta.
Las cajas de arena deben limpiarse al menos una vez al día y lavarse completamente una vez por semana. Si está muy sucia, tu gato evitará utilizarla y podrá orinar o defecar en otro lugar de la casa. Recomendamos tener una caja de arena adicional en su lugar; por ejemplo, si tienes tres gatos, debes tener cuatro areneros.
Puede que a tu gato no le guste la textura o el olor de la arena o el sustrato del arenero, o evite la caja porque es muy pequeña, tiene paredes altas o está completamente cubierta. Debes encontrar el adecuado para él o ella y hacerlo atractivo.
Recuerda que los gatos son muy especiales, les gusta la limpieza, la privacidad e incluso cierto grado de orden.
Por estas razones, debes tomar en cuenta todo signo que sea diferente a su conducta habitual. No olvides brindarle cariño, tratar los problemas médicos de inmediato y darle las condiciones necesarias en cada etapa de su vida para que sea plena.
Con información de Humane Society International México