Secretos para mantener tu casa siempre limpia
Todos tenemos un(a) conocido(a) que parece que se la pasa limpiando su hogar todo el tiempo, porque cada vez que vas a visitarlo, su casa brilla de limpia.
A menudo creemos que esto requiere mucho talento o, al menos, un don genético. Pero no es así.
Nosotros conjuntamos los consejos básicos de las personas para quienes la limpieza solo es un hábito saludable.
Tu hogar puede estar perfectamente limpio pero no lo parecerá si todas las superficies abiertas están llenas de cosas: juguetes de niños, ropa, pilas de libros o papeles.
Es muy importante mantener el orden y no acumular objetos. Una casa ordenada pero un poco empolvada se ve mucho mejor que un desorden con pisos limpios.
Es difícil imaginar el orden en la casa de las personas que tienen toneladas de cosas innecesarias.
No lleves a tu hogar los folletos que te dejaron en el buzón. Evita objetos duplicados: no compres un tercer peinador ni la enésima taza si te das cuenta de que ya tienes lo suficiente.
No consigas contenedores hasta que no sepas con certeza qué es lo que vas a almacenar ahí. Antes de comprar una nueva lámpara de piso, piensa qué vas a hacer con la vieja.
Y, para entender bien si necesitas un artículo o no, tómalo en tus manos y pregúntate si te provoca alegría. Si no, puedes tirarlo a la basura sin remordimiento alguno.
Nadie es perfecto. A veces sucede que los invitados vienen sin avisarte. Y en estas ocasiones, en vez de poner todas tus cosas en su lugar, mételas en un cajón “de emergencia“. Este compartimiento servirá para guardar todos los objetos que no sabes dónde meter, para luego, cuando tengas tiempo y ganas, colocarlos en su lugar con calma.
Gracias a este truco, después de despedirte de tus amigos, no te preguntarás: ”¿dónde habré dejado la plancha?”.
Toma por costumbre el hábito de llevar contigo una cosa que debería estar en otra parte de tu casa cada vez que te salgas de una habitación. Pueden ser tazas sucias, libros o simplemente ropa que desde hace mucho tiempo querías lavar.
De esta manera verás que poco a poco habrá menos desorden y habrá menos tareas domésticas cotidianas.
Es una costumbre muy buena pensar en algo o simplemente calmar los nervios acomodando todo en su lugar. Imagina que limpiando tu hogar organizas todo en tu cabeza después de un día laboral complicado.
Convertir tus tareas domésticas en un ritual de relajación es saludable y útil tanto para la limpieza en tu hogar, como para tu equilibrio interior.