México es un país rico en biodiversidad y tradición culinaria. Sus plantas comestibles no solo han alimentado a generaciones, sino que también han sido parte fundamental de su cultura y medicina tradicional. En este artículo, te presentamos 6 plantas comestibles mexicanas que destacan por su sabor, propiedades nutricionales y usos únicos. Desde el garambullo hasta el colorín pichoco, estas especies son verdaderos tesoros que merecen un lugar en tu mesa.
Puedes leer: 5 plantas comestibles que debes tener en tu hogar
1. Garambullo: El fruto del desierto
El garambullo (Myrtillocactus geometrizans) es un cactus que crece en las zonas áridas de México. Sus pequeños frutos, de color morado intenso, son ricos en antioxidantes y vitamina C. Se consumen frescos, en mermeladas o incluso en bebidas refrescantes. Según la UNAM, el garambullo ha sido utilizado desde la época prehispánica por sus propiedades medicinales y nutricionales. Su fruto es bueno para la salud humana, ya que funciona como antioxidante y tiene más nutrientes que los arándanos y las moras azules, entre otros. Sin embargo, el inconveniente de esta fruta es que su frescura dura poco tiempo después de la cosecha, porque empieza a fermentar a los pocos días si se deja a temperatura ambiente.
2. Pacaya: La flor comestible
La pacaya (Chamaedorea tepejilote) es una palma cuyas inflorescencias (flores) son ampliamente consumidas en el sur de México. Tienen un sabor ligeramente amargo y se utilizan en platillos como tamales o ensaladas. La UNAM destaca su alto contenido de fibra y su papel en la cocina tradicional mexicana.Esta planta, conocida como tepejilote en el sureste de México y como pacaya en Centroamérica, proporciona una flor inmadura que es rica en vitaminas, calcio, fósforo, fibra y hierro.
El tepejilote es más que solo un alimento; es un regalo de la naturaleza que combina valor nutricional y propiedades medicinales, mejorando la cocina y la salud de quienes lo ingieren. También se utiliza para el cuidado de la piel. En este caso, las hojas de la pacaya se hierven en agua, se dejan reposar por dos días y se usa el agua resultante. Se recomienda aplicar el extracto tres veces al día en la cara para tratar el “paño en la piel”.
También puedes leer: Los quelites: alimentación milenaria
3. Maguey cacaya: El agave versátil
El maguey cacaya (Agave angustifolia) es una especie de agave que se utiliza para producir mezcal, pero también tiene usos culinarios. Sus hojas tiernas, conocidas como quiotes, se consumen asadas o en guisos. Además, su savia, llamada aguamiel, es rica en nutrientes y se fermenta para producir pulque.
4. Palma pita: La planta multitarea
La palma pita (Yucca filifera) es una planta resistente que crece en zonas semiáridas. Sus flores y frutos son comestibles y se utilizan en platillos tradicionales. Las flores se cocinan en sopas o guisos, mientras que los frutos se consumen frescos o secos. La UNAM resalta su importancia en la dieta de las comunidades rurales.
5. Colorín pichoco: El árbol de las flores comestibles
El colorín pichoco (Erythrina coralloides) es un árbol cuyas flores rojas son comestibles y se utilizan en platillos como sopas o tamales. Su sabor es suave y ligeramente dulce. Además de su valor culinario, el colorín pichoco es apreciado por su belleza ornamental.
6. Cuachail: El ingrediente ancestral
El cuachail (Solanum nigrum) es una planta cuyas hojas y frutos se consumen en diversas regiones de México. Sus hojas se utilizan en sopas y guisos, mientras que sus frutos, parecidos a pequeñas bayas, se comen frescos o en mermeladas.
Estas 6 plantas comestibles de México son un ejemplo de la riqueza natural y cultural del país. Incorporarlas en nuestra alimentación no solo es una forma de disfrutar de su sabor, sino también de preservar una tradición culinaria que ha perdurado por siglos.
Con información de UNOTV