Problema: tu gato se orina por toda la casa
Solución: tras borrar las huellas de su “gracia”, pasa un trapo con amoniaco por el sitio mojado. El intenso olor disipará el de la orina, y hará que el gato no quiera volver al mismo sitio a hacer su chiste.
Problema: tu perro escarba una y otra vez en el mismo lugar del jardín
Solución: esparce en ese sitio pedacitos de pastilla desodorante para baño. El penetrante olor lo mantendrá alejado.
Problema: tu gato arranca las plantas del jardín
Solución: guarda cáscaras de naranja, toronja y limón en el congelador durante el invierno. En la primavera y el verano, espárcelas sobre el terreno donde cultivas flores y hortalizas, y cúbrelas con una capa delgada de tierra. Conoce algunas cosas que aman y odian las mascotas.
Problema: tu perro se mordisquea una pata o la cola
Solución: unta un poco de aceite de clavo (puedes comprarlo en farmacias y tiendas especializadas) en la parte que se muerde. Su desagradable sabor le quitará el mal hábito.
Problema: tu gato salta sobre los muebles
Solución: pega tiras de cinta adhesiva de doble cara en las mesas y otras superficies en las que no quieras que trepe. Los gatos odian la sensación del pegamento en las patas, así que el tuyo pronto dejará de hacer de las suyas.
Problema: a tu gato no le gusta su caja de arena
Solución: sumerge una bolita de algodón en jugo de limón; ponla luego en un colador de té y cuelga éste en el lugar que el gato haya escogido para orinar. El olor lo hará alejarse de allí y volver corriendo a su caja de arena.