La mayoría de los procesos de limpieza en seco utilizan ‘perc’, una sustancia química peligrosa para la salud. Si trabajas en una tintorería o regularmente almidonas y planchas las camisas, puedes tener un mayor riesgo de cáncer de esófago, riñón y vejiga.
Si debes limpiar tu ropa en seco minimiza la frecuencia con la que lo haces. Dado que la exposición regular a la sustancia química aumenta el riesgo de contraer estos cánceres, la limpieza en seco poco frecuente no debería ser un problema.
Infinidad de personas comienzan sus días con café o té caliente, especialmente en invierno. Sin embargo, las bebidas que se sirven a más de 60 grados Celsius pueden elevar el riesgo de cáncer de esófago.
“No hace falta ser un científico para apreciar que la irritación repetida de cualquier superficie corporal aumenta el riesgo de cáncer. Muchos alimentos y bebidas contribuyen al riesgo de cánceres gastrointestinales” explica el Dr. James Doidge, investigador asociado senior en el Colegio Universitario de Londres.
La mayoría de las bebidas comerciales calientes se sirven entre 60 y 70 grados centígrados. Reduce el riesgo dejando que la bebida se enfríe antes de darle el primer sorbo.
Con el aumento del consumo consciente, infinidad de clientes saben que los esmaltes de uñas contienen compuestos que causan cáncer. Las sustancias químicas como el trifenil fosfato, el tolueno y el dibutil ftalato pueden causar cáncer o discapacidades congénitas.
Sin embargo, el peligro de hacerse las uñas no solo afecta a los clientes. Los manicuristas también tienen un mayor riesgo de ser diagnosticados con mieloma múltiple.
Si eres manicurista o simplemente te encanta hacerte las uñas, asegúrate de ir solo a los salones que ofrecen guantes y máscaras y asegúrate que haya ventilación adecuada.
Infinidad de adultos realizan trabajos sedentarios, y existe evidencia de que la inactividad te pone en un mayor riesgo de desarrollar cáncer de colon, mama, endometrio, hígado, riñón y mieloma. Esto es lo que pasa en tu cuerpo cuando haces ejercicio.
Pero aumentar la actividad física puede ayudar a mejorar tu sistema inmunológico, reducir la inflamación y disminuir los niveles de ciertos factores de crecimiento que se han asociado con el desarrollo y la progresión del cáncer. ¡Así que salir a caminar todos los días, andar en bicicleta o darse un chapuzón en una piscina puede ayudarte a perder peso y mejorar tu salud!
Puedes pensar que elegir un bronceado bajo techo es más seguro y saludable que broncearse al sol. Sin embargo, los estudios han demostrado que las camas de bronceado y equipos asociados pueden ser tan mortales, y a veces más peligrosos, que la exposición a la luz solar.
Incluso una sesión de cama de bronceado puede aumentar su riesgo de desarrollar melanoma en un 20 por ciento, y la Academia Americana de Dermatología cree que más de 400,000 casos de cáncer de piel cada año pueden ser causados por el bronceado en interiores.
¿Cómo puedes evitar aumentar tu riesgo de cáncer como melanoma, carcinoma de células escamosas y carcinoma de células basales? En pocas palabras: ¡no te broncees! La cama de bronceado puede ser tentadora, y a todos les encanta ese resplandor de verano, pero las camas de bronceado son peligrosas.
Si realmente quieres un bronceado considera una loción o crema autobronceadora o acércate a una cabina de bronceado sin sol. Estas opciones generalmente se consideran seguras siempre que se sigan las instrucciones adecuadas.
Incluso si no fumas, la exposición al humo de segunda mano puede aumentar tu riesgo de cáncer. Realmente no hay un nivel seguro de exposición, y aunque la mayoría de los lugares públicos han prohibido fumar en las instalaciones, puede ser difícil evitar el huno en reuniones privadas.
Estar en la casa de alguien que fuma, incluso si no está fumando activamente en ese momento, puede dañarte, pues las sustancias químicas del humo del cigarrillo pueden pegarse en muebles y alfombras.
La mejor manera de protegerse del humo de segunda mano es evitar a las personas que fuman o los lugares que permiten fumar. Si no es posible evitar a los fumadores, educarlos sobre el riesgo para ti y para ellos mismos puede convencerlos de que abandonen el hábito para siempre.
La mayoría de las personas no asocian el cáncer con el sobrepeso o la obesidad. El sobrepeso se asocia más a menudo con diabetes o enfermedad cardíaca. Sin embargo, aproximadamente el 8 por ciento de todos los cánceres se pueden atribuir al sobrepeso u obesidad, por lo que perder peso puede ayudarlo a reducir el riesgo de contraer una variedad de cánceres, incluido el de hígado, páncreas, riñón, de mama y más.
El peso corporal juega un papel en la inflamación, los cambios en los niveles hormonales y puede afectar los productos bioquímicos en el cuerpo como la insulina. Afortunadamente, perder peso de inmediato reduce el riesgo de estos tipos de cáncer. También aumenta la tasa de supervivencia en caso de ser diagnosticado con esta enfermedad.
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