Todos quieren sentirse mejor, tener más energía y vivir más. ¿Cuál es la clave? Hacer ejercicio. Varios estudios presentados en los últimos años por Mayo Clinic han demostrado la amplia variedad de ventajas que trae ser físicamente activo.
“Si las ventajas del ejercicio pudiesen condensarse en un medicamento y embotellarse, probablemente sería el medicamento de mayor venta y más recetado de la historia”, escribe el Dr. Edward Laskowski, especialista en Medicina Física y Rehabilitación y codirector del Medicina del Deporte de Mayo Clinic.
“Son cambios sobre la calidad de vida, baratos y sin efectos secundarios. Realmente no hay ninguna desventaja”, aseguró.
Conoce estas siete ventajas físicas, mentales y emocionales del ejercicio.
El ejercicio puede ayudar a prevenir el aumento de peso, y también ayuda a mantenerlo. Cuando haces una actividad física, quemas calorías. Mientras más intensa sea, más calorías quemarás.
Las sesiones regulares en el gimnasio son excelentes, pero la falta de tiempo todos los días no debe causar preocupación. Lo importante es mantenerse activo durante el día — subir las escaleras en lugar de tomar el elevador o acelerar el ritmo al hacer las tareas domésticas-. La clave es ser consistente.
Muchas personas se preocupan por prevenir la presión alta o las cardiopatías. Sin importar cuál sea el peso de la persona, estar activo aumenta la lipoproteína de alta intensidad (HDL) o el colesterol “bueno” y reduce el nivel de triglicéridos no saludables.
Este beneficio doble provoca que la sangre fluya normalmente y, por tanto, reduce el riesgo de cardiopatías. Conoce
La actividad física regular puede ayudar a prevenir o controlar una gran variedad de problemas de salud como accidentes cardiovasculares, síndrome metabólico, diabetes tipo 2, depresión, ciertos tipos de cáncer, la artritis y las caídas.
¿Quién no necesita una mejora emocional? ¿O desahogarse después de un día estresante? Una rutina en el gimnasio o una caminata intensa de 30 minutos pueden ayudar. Estos ejercicios básicos te pondrán en una forma increíble.
Mantenerse activo estimula varios químicos cerebrales que pueden inducir un mejor estado de ánimo y relajación. También provoca mayor satisfacción con tu aspecto y contigo mismo, porque aumenta la confianza y la autoestima.
A algunas personas les falta el aliento en actividades como ir de compras o hacer las tareas de la casa. La actividad física regular puede mejorar la fuerza muscular y aumentar la resistencia.
El ejercicio lleva oxígeno y nutrientes a los tejidos y ayuda a que el sistema cardiovascular funcione con más eficacia. Cuando el corazón y los pulmones trabajan mejor, tienes más energía para llevar a cabo las tareas diarias.
Para los que les cuesta dormir, la rutina física puede ser una de las indicaciones de su doctor, pues ayuda a evitar el insomnio y a hacer que el sueño sea más profundo.
Pero no es recomendable hacer ejercicio poco antes de ir a dormir, porque posiblemente tenga demasiada energía como para conciliar el sueño.
Muchas parejas siempre están muy cansados o se sienten en mala forma física, lo cual les impide disfrutar de la intimidad a plenitud. La actividad física regular puede hacer sentir con más energía y más atractivo, lo que tiene un efecto positivo en la vida sexual.
Pero aún hay más. Puede aumentar la excitación en las mujeres y en los hombres disminuye las probabilidades de tener problemas de disfunción eréctil.
Entrenarse puede ser una manera divertida de pasar el rato. Da la oportunidad de relajarse, disfrutar del aire libre o, simplemente practicar actividades que provocan felicidad. También puede ayudar a conectar con la familia o amigos a través de un encuentro social.
¿Por qué no tomar clases de danza, practicar senderismo o unirse a un equipo de fútbol? La clave es encontrar una actividad que disfrutes y practicarla.
El ejercicio y la actividad física son una excelente manera de sentirse mejor, conseguir beneficios para la salud y pasarla bien. Como objetivo general, se aconseja hacer actividades de intensidad moderada por 150 minutos, o 75 minutos de ejercicio vigoroso por semana.
La recomendación es combinar aeróbicos vigorosos y moderados, como correr, caminar, o nadar. Por lo menos dos veces por semana hacer entrenamiento de fuerza levantando pesas de mano, usando máquinas de pesas, o haciendo ejercicios de peso con el propio cuerpo.
Siempre consulta con el doctor antes de empezar un programa nuevo, especialmente si no has estado activo durante algún tiempo y si tienes problemas de salud crónicos, como cardiopatías, diabetes o artritis, o si tiene alguna preocupación al respecto.
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