La adolescencia es una etapa de cambios intensos, tanto físicos como emocionales. Mientras el cuerpo se transforma, los adolescentes también se enfrentan a un bombardeo constante de imágenes en redes sociales que promueven estándares irreales de belleza.
En este contexto, no es extraño que muchos jóvenes desarrollen inseguridad, baja autoestima o una relación complicada con su apariencia.
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Aunque los padres no pueden controlar todos los mensajes que reciben sus hijos, sí pueden convertirse en una fuente clave de apoyo, confianza y orientación.
Expertos en salud mental coinciden en que el acompañamiento familiar puede marcar una gran diferencia en la forma en que los adolescentes construyen su imagen corporal.
¿Qué es la imagen corporal y por qué importa?
La imagen corporal no se limita a lo que una persona ve frente al espejo. Incluye pensamientos, emociones y creencias sobre el propio cuerpo, el peso y la apariencia.
En los adolescentes, una imagen corporal positiva se asocia con mayor autoestima, mejor salud mental y decisiones más saludables.
Por el contrario, una percepción negativa puede aumentar el riesgo de ansiedad, depresión, aislamiento social e incluso trastornos de la conducta alimentaria.
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¿Por qué los adolescentes tienen problemas con su cuerpo?
1. Cambios físicos acelerados
Durante la pubertad, el cuerpo cambia rápidamente. Crecimiento, aumento de peso, desarrollo de vello o curvas pueden generar incomodidad y comparación constante.
2. Presión de las redes sociales
Filtros, edición digital y cuerpos “perfectos” distorsionan la realidad. Aunque muchos adolescentes saben que estas imágenes no son reales, la comparación es casi inevitable.
3. Comentarios y presión social
Bromas, críticas o comparaciones entre compañeros pueden dejar huella, incluso cuando parecen inofensivas.
4. Comparación constante
Compararse con amigos, influencers o celebridades puede generar frustración y una sensación de no ser suficiente.
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7 maneras de apoyar una imagen corporal saludable en tu hijo adolescente
1. Modela una relación sana con tu propio cuerpo
Los adolescentes observan cómo hablas de ti mismo. Evita comentarios negativos sobre tu apariencia y enfócate en lo que tu cuerpo puede hacer, no solo en cómo se ve.
2. Mantén una comunicación abierta
Escucha sin juzgar. Preguntas sencillas como “¿Cómo te sientes con tu cuerpo últimamente?” pueden abrir conversaciones importantes.
3. Enfócate en la funcionalidad, no en la apariencia
Reconoce la fuerza, energía y habilidades del cuerpo. Esto ayuda a que los adolescentes valoren su cuerpo más allá de la estética.
4. Fomenta el pensamiento crítico sobre redes sociales
Habla sobre filtros, edición y publicidad encubierta. Anima a seguir cuentas que promuevan diversidad corporal y bienestar real.
5. Promueve hábitos saludables sin obsesión
Alimentación equilibrada, actividad física placentera y buen descanso deben verse como herramientas para sentirse bien, no para cumplir un ideal físico.
6. Refuerza la salud mental
Si notas cambios en el estado de ánimo, aislamiento o conductas extremas con la comida o el ejercicio, busca apoyo profesional de manera temprana.
7. Da elogios que no tengan que ver con la apariencia
Reconoce su esfuerzo, creatividad, amabilidad y resiliencia. Esto fortalece una autoestima más sólida y duradera.
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Consejos prácticos para aplicar desde hoy
- Coman juntos al menos una vez al día
- Muévanse en familia: caminar, bailar o andar en bicicleta
- Revisen juntos el contenido que consumen en redes
- Duerme lo suficiente y establece rutinas
- Practica la paciencia: la confianza corporal se construye con el tiempo
Conclusión
Criar a un adolescente en un mundo obsesionado con la imagen no es fácil. Sin embargo, el apoyo familiar, la comunicación abierta y el ejemplo cotidiano pueden ayudar a que los jóvenes desarrollen una relación más sana con su cuerpo y consigo mismos.
Acompañarlos hoy es invertir en su bienestar emocional de por vida.