Trátalas con un compuesto impermeabilizante, la fórmula creará una barrera fina entre el cuero de tus botas (que generalmente tiene sus propios aceites naturales para permanecer suave y maleable) y el clima. La forma más fácil de hacerlo es utilizando un spray de secado rápido, que deberás volver a aplicar después de cada puesta. Si te preocupa que el protector pueda mancharlas, haz una prueba en una parte oculta, como el talón interno, por ejemplo.
No permitas que tus botas se aplasten o deformen en el armario, esto maltrata el cuero. Lo mejor es mantenerlas de pie, completamente estiradas y evitar que se le formen arrugas, porque eso las arruinará. Una opción sencilla para cuidarlas es enrollar una revista o un periódico y colocarlo dentro, de manera que se mantengan verticalmente.
Incluso el cuero pre-tratado eventualmente se maltratará por la absorción de agua y el paso del tiempo. En estos casos conviene pensar en el acondicionador de cuero como una excelente opción para cuidar tus botas, actuará como una crema hidratante. Aplícalo con un trapo cada vez que se sientan quebradizas. A tus botas les falta hidratarse si al frotar la base con las yemas de tus dedos se sienten rugosas o agrietadas.
No uses ante durante los días lluviosos. Si la naturaleza te sorprende, hay maneras de salvar tus botas. En primer lugar, asegúrate de que haz impermeabilizado tus botas (consulta el primer consejo). Después procura tener un cepillo y un borrador de gamuza a la mano. Elimina las marcas con el borrador y el polvo o la suciedad con el cepillo.
Esto puede parecer un consejo muy simple, pero realmente es muy poderoso y desafortunadamente, fácil de olvidar cuando sólo quieres llegar a casa y quitártelas. Guarda una toalla de mano cerca de tu armario y úsalo para desempolvar rápidamente tus botas antes de guardarlas.
Las botas de cuero pueden soportar un poco de lluvia, pero préstales un poco de atención después. Una vez que llegues a casa después de la lluvia, quítatelas y rellénalas con periódico (esto servirá para absorber la humedad, pero será mejor reemplazar el papel cada hora aproximadamente). Y hagas lo que hagas, no pongas las botas cerca de algo caliente, tampoco intentes secarlas con una secadora de cabello. Hacerlo podría arruinarlas para siempre. Deja que se queden en una habitación ventilada hasta que se sequen naturalmente por completo.
Las botas de invierno son susceptibles a la humedad y al sudor, y tienden a oler mal rápidamente. Olvídate de cualquier olor desagradable con bicarbonato de sodio. Simplemente espolvorea un poco dentro de los zapatos y deja que se absorba durante toda la noche. Recuerda vaciar el bicarbonato antes de su próximo uso.
Antes de guardar tus botas para la siguiente temporada, llévalas con un zapatero para que las repare; puede ser que un tacón, cierre o broche necesite ser revisado. Así tus botas estarán listas y en perfecto para la siguiente puesta.
¿Tú cómo cuidas tus botas?
Tomado de Readers Digest 8 Tips to Make Your Winter Boots Last Longer
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