El experto en entrenamiento físico, Mike Donavanik, especialista certificado en fuerza y condición y creador del DVD de entrenamiento físico Extreme Burn: Total Body Interval Training, nos da su punto de vista sobre las 8 cosas que no debes hacer en el gimnasio.
Recuerda, el gimnasio es un lugar comunitario. Si alguien quiere trabajar contigo, déjalo. No están intentando estorbarte en tus ejercicios, sólo quieren hacer los suyos y mejorar en eso – ¡como tú!
No hay nada más grotesco que llegar a trabajar en una máquina que alguien más dejo sudada. ¡Tampoco es saludable!
Toma un segundo extra para colocar una toalla en tu máquina o banco antes de que la empieces a usar.
Si lo olvidas, toma ese tiempo extra para limpiarlo después de que hayas terminado de usarla. ¡Muchos gimnasios te dan toallitas húmedas para este propósito!
¿Sabes qué molesto es cuando no encuentras algo en tu casa? Eso es exactamente lo que le haces a otros si dejas tus pesas donde tú quieras.
Sé considerado y coloca tus pesas en el lugar apropiado cuando hayas terminado de usarlas.
Ten consideración de la gente que te rodea: cuando tiras tus pesas después de haber terminado el ejercicio, el sonido y la vibración pueden provocar que los demás se desconcentren.
Además, al tirar las pesas es muy probable que te lastimes o lastimes alguien que se encuentre cerca de ti.
El gimnasio es de por sí un lugar intimidante para la mayoría de la gente. Aumenta las fallas que la gente ve en sí misma y puede hacerlas muy autoconscientes.
Lo que menos quiere la gente es escuchar a los demás haciendo comentarios burlones, burlarse de otros o enojarse con alguien cuando se le hace una pregunta.
Entiende que todos están en el gimnasio para estar más sanos: sé amable y trata a los demás como quieres que te traten.
El gimnasio puede llenarse a ciertas horas, especialmente por las mañanas o después del trabajo.
Tal vez no haya suficiente espacio para hacer lo que quieres, y si ése es el caso, no seas egoísta y no invadas el espacio de alguien más. Intenta encontrar un lugar para ti, y si no puedes, improvisa y realiza otro ejercicio, o espera pacientemente.
Nada interrumpe más la energía del gimnasio que alguien que habla por celular en las áreas de ejercicio.
Si sabes que la llamada es importante o que vas a tardar, ten la amabilidad de tomar tus cosas y salirte a tomar la llamada. De esta manera te puedes enfocar en tu llamada y desocuparás espacio del gimnasio, permitiendo a otra persona ocupar el equipo.
La mayor parte del tiempo, cuando la gente se ejercita, lo hace a su propio ritmo. No seas la persona que interrumpe el ejercicio de los demás para decirles que lo están haciendo mal.
Si te preocupa que alguien esté haciendo algo peligroso, busca a un entrenador y avísale de la situación. No es tu trabajo ser el policía del gimnasio.
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