Vas a recibir un ombligo, como quiera que sea tu nacimiento, y la idea de que el médico de la sala de partos tenga alguna influencia sobre esto es solo uno de los muchos mitos que rodean el embarazo y el parto.
El ombligo marca el área donde solía estar conectado el cordón umbilical, dice Christopher S. Baird, PhD, investigador de física instructor y profesor adjunto de la Universidad West Texas A&M.
Cuando estás en el útero, tu cordón umbilical se une al ombligo en un extremo y a tu placenta, una masa de vasos sanguíneos adheridos a la pared del útero de tu madre, en el otro. La comida y el oxígeno de tu madre pasan a través de su sangre al útero donde se intercambian con tu sangre, que transporta los nutrientes desde la placenta, baja por el cordón umbilical a través de tu ombligo y finalmente a tu cuerpo.
Una vez que naces, el cordón umbilical se vuelve inútil ahora que tu boca, pulmones y tracto digestivo están funcionando. El cuerpo responde a la transición cerrando el punto donde el cordón umbilical se conectó a su cuerpo y creó un ombligo.
Para liberar el cuerpo del cordón umbilical inútil, el médico lo corta a un simple trozo que cuelga de tu estomago. Dentro de unos días o semanas, el talón caerá como resultado del cierre natural del ombligo.
Cada ser humano tiene uno, y cada uno es distinto: con gemelos, el ombligo podría ser la forma más fácil de diferenciarlos. En el momento de su nacimiento, el trabajo del ombligo es recibir oxígeno y nutrientes a través del cordón umbilical.
Es de esperar que todos los mamíferos tengan un ombligo, pero hay un par de excepciones: marsupiales (como canguros y zarigüeyas) y los dos mamíferos que ponen huevos (ornitorrinco y equidna). Con las capas de huevos, tiene sentido que puedan omitir este valioso puerto en el sistema digestivo.
Pero, ¿cómo los marsupiales se salen con la suya? El feto se incuba durante mucho menos tiempo, de cuatro a cinco semanas, por lo que su necesidad de nutrición en el útero es menor. Después del nacimiento, se arrastran hasta la bolsa de la madre y se pegan a un pezón, y hacen el resto del desarrollo fetal allí.
Si, tu perro o gato tiene uno, es posible que no los hayas notado porque generalmente son lisos o planos y están cubiertos de pelo.
Mientras que la mayoría de los ombligos comienzan estando para afuera, con el tiempo se hace hacia adentro, solo el 10% de las personas se aferran a que el ombligo quede hacia fuera hasta su edad adulta. Las razones refuerzan la idea de que un médico tiene poco que ver con el resultado final.
“La diferencia entre un ombligo hacia adentro y uno hacia fuera no tiene nada que ver con el tratamiento que se le dio al cordón umbilical al nacer” informa Trey Eubanks, MD jefe de Cirugía y director médico de Trauma Services para Le Bonheur Children’s Hospital en un artículo. Esto refuerza la falta del papel de un medico en tu ombligo.
“La mayoría de las personas que tienen uno hacia fuera, se dividen en una de las dos categorías: o nacieron con una pequeña hernia umbilical que es muy probable, o tuvieron una pequeña infección en la base del cordón umbilical que paso desapercibida. Esto causará que se forme un tejido inusual llamado tejido de granulación. Mas adelante en la vida, esto parece un nudo o pólipo de piel que sobresale de la base del ombligo”.
Si bien hay un 90% de posibilidades de que el ombligo de cualquier niño se haga hacia adentro cuando tenga 5 años, las posibilidades de cambio son mínimas después de esta edad.
A pesar de su proximidad a ti, el ombligo es realmente ignorado, a menos que se adorne con joyas corporales. Pero en realidad es una de las varias partes del cuerpo que acumula suciedad extraña. Según un estudio de 2011 realizado por científicos del departamento de biología de la Universidad Estatal de Carolina del Norte y el Centro de Investigación de la Naturaleza en el Museo de Ciencias Naturales de Carolina del Norte, el ombligo tiene 2,368 especies bacterianas, 1,458 de las cuales pueden ser nuevas para la ciencia.
Los investigadores incluso descubrieron que el ombligo de una persona tenía una bacteria que anteriormente solo se encontraba en el suelo de Japón, aunque el hombre nunca había estado allí antes.
A pesar de la creciente tendencia occidental de la exposición al ombligo, no siempre ha sido así, y, en algunas culturas, todavía se considera tabú.
En la cultura occidental, el ombligo de consideraba indecente hasta hace poco. En 1951, la Asociación Nacional de Locutores creó su Código de Prácticas para Emisoras de Televisión, que prohibía la exposición del ombligo de una mujer, junto con muchas otras cosas. (Es verdad. Con pocas excepciones, Mi Bella Genio estuvo notablemente con el ombligo libre).
La ciencia de la atracción es real y se extiende al mirar el ombligo. Según el investigador de la Universidad de Helsinki, Aki Sinkkonen, las personas prefieren los ombligos que tienen forma de T u ovalados, y verticales con una pequeña capucha. Aunque se considera que los que son para afuera no son atractivos, puede sorprender que los que están hacia adentro y son demasiado profundos, también sean pasados por alto.
Sinkkonen también dice que el ombligo de una mujer es indicativo de su potencial reproductivo. En el estudio, propone que la “simetría, la forma y la posición del ombligo pueden utilizarse para estimar el potencial reproductivo de las hembras fértiles, incluidos los riesgos de ciertas anomalías fetales heredadas genéticamente y por vía materna”.
Ciertamente, no es la parte más agradable del ombligo, la pelusa se compone de fibras sueltas de la ropa, junto con las células muertas de la piel y el vello corporal. Según el investigador de la Universidad de Sydney, Karl Kruszelnicki, la pelusa del ombligo se encuentra con mayor frecuencia en hombres de mediana edad con sobrepeso y con abdomen peludo que en cualquier otra persona.
De acuerdo con los hallazgos de una encuesta en línea, así como de muestras tomadas de voluntarios dispuestos, la acumulación de pelusa se genera en parte por la fricción del vello en las fibras de la ropa. Por su trabajo, Kruszelnicki recibió un Premio Ig Nobel en 2002, que es un premio otorgado a la investigación que “primero te hace reír y luego te hace pensar”.
Los medios han hecho un gran trabajo al exagerar esta parte del cuerpo como sexualmente explícita, pero la sensibilidad elevada del ombligo también puede atribuir a su estado como sensual. “Simplemente ver el área del ombligo puede ser un disparador sexual”, escribe el psicólogo Leon f. Seltzer, PhD, en Psychology Today.
“Desde el punto de vista del hombre heterosexual, ver el ombligo expuesto y el área circundante puede ser muy atractivo. Acentúan la cintura de una mujer, sus curvas y resalta la belleza y fertilidad de su cuerpo”.
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