Cómo identificar a un manipulador emocional
Estos son 8 formas de identificar a un manipulador emocional. Chantaje, culpa, enojo... ¿A qué tipo de manipulación te has enfrentado?
Un manipulador emocional es una persona mentirosa extremadamente talentosa. Insisten en que no hicieron lo que tú mismo acabas de ver o afirman que dijeron algo que sabes con toda la certeza que nunca mencionaron. Lo malo es que son tan buenos mintiendo que, al final de cuentas, empiezas a dudar de tu cordura. Insistir que todos los problemas solo son el fruto de tu imaginación es su manera favorita de evitar disgustos.
Los manipuladores emocionales te dicen lo que tú quieres oír, pero sus acciones son otra historia. Te dicen que siempre te apoyarán, pero cuando llega la hora de hacerlo, fingen que todas tus peticiones no son sensatas.
Los manipuladores emocionales usan el sentimiento de culpa en sus intereses. Al hablarles de tus problemas, te sentirás culpable de estarlos molestando. Si no les cuentas nada, sentirás culpa por guardar secretos. Te hacen sentir que todo lo que haces está mal, que todos los problemas son tu culpa.
Los manipuladores emocionales nunca tienen la culpa de nada. Independientemente de qué tipo de error hayan cometido, el culpable siempre es alguien más (probablemente tú).
Si estás enojado o triste, la culpa es de tus expectativas elevadas; si el manipulador está triste, es tu culpa haberlo entristecido. Los manipuladores emocionales no se hacen responsables de nada.
Sea una relación personal o de negocios, los manipuladores emocionales siempre empiezan a compartir cosas importantes demasiado rápido y esperan lo mismo de ti.
Fingen ser sensibles y vulnerables, pero es una trampa. Te la tienden para que te sientas especial y un amigo íntimo, y para que empieces a sentir lástima por ellos y responsable por su estado emocional.
El deseo inicial de ofrecerse a ayudar, rápidamente se convierte en quejas y afirmaciones de que todo lo que están haciendo es extremadamente difícil. El objetivo es hacerte sentir en deuda con el manipulador.
No importa qué tipo de problemas compartas con el manipulador, te dirá que él se siente aún peor que tú. No se cansan de recordarte que sus problemas son mucho más serios, así que tú no tienes motivos para quejarte.
Si te preocupa tu peso, recibirás un par de comentarios acerca de qué es lo que comes o qué tipo de ropa te pones. Si te preocupa la exposición que debes hacer, intentarán asustarte aún más. Fácilmente leen tus emociones pero saben usar esta habilidad solo para manipularte, sin intentar ayudarte a sentirte mejor.
Los manipuladores emocionales pueden volverte loco con su conducta irracional. No intentes ganarles en su juego. Cuida una distancia emocional, no te dejes y no caigas en sus trampas.
Fuente: Preston Ni