Consejos simples de los expertos para alargar tu vida
Leer revistas de cabeza, chismorrear, beber una copa de vino, reír mucho… estos son los consejos más recientes para aumentar la duración de tu vida.
En menos de 10 años, las mujeres europeas aumentaron su esperanza de vida promedio en casi dos años, de 81.8 a 83.7 años, y los hombres en casi tres, de 75.3 a 78 años. ¿Cómo?
Un mayor cuidado de la salud y el descenso de la mortalidad infantil son parte de la explicación, pero también lo es una mejor educación. Todos podemos alargar nuestra esperanza de vida y mantenernos activos y productivos aplicando estas medidas:
Los científicos creen que dormir poco afecta la capacidad del cuerpo para lidiar con las hormonas del estrés. “Las personas que duermen menos de seis horas corren mayor riesgo de morir prematuramente”, afirma Francesco Cappuccio, experto en sueño de la Universidad de Nápoles.
Basta una hora más en la cama para reducir la presión arterial en sólo seis semanas. Un estudio de la Universidad Harvard realizado con personas que dormían menos de siete horas reveló que acostarse una hora más temprano reducía considerablemente la presión arterial (y el riesgo de sufrir infartos y ataques de apoplejía).
“Un pimiento rojo contiene más vitamina C que una naranja; el betabel (remolacha) aporta nitratos que ayudan a relajar los vasos sanguíneos, y los tomates (sobre todo cocidos) están repletos de licopeno, un potente antioxidante que protege del cáncer, males cardiacos y otros trastornos”, dice la médica británica Susan Jebb, especialista en nutrición humana.
No reprimas tus emociones. Investigadores de la Universidad de Jena, en Alemania, observaron que las personas que expresan su enojo y otras emociones negativas pueden llegar a vivir hasta dos años más que las que no exteriorizan sus emociones.
Con el tiempo, la ira reprimida puede causar hipertensión, insomnio y enfermedades cardiovasculares, así como aumentar el riesgo de cáncer.
Procura limitarte a una copa (125 mililitros) de vino tinto al día. Los estudios indican que los flavonoides y el resveratrol que contiene pueden reducir el riesgo de cardiopatías y de algunos cánceres, y reducir el avance de trastornos neurológicos como el mal de Alzheimer.
Pero basta con beber dos copas al día regularmente para elevar el riesgo de cáncer de boca, garganta, esófago, mama y colon.
La sociabilidad no protege tanto la salud como crees. La clave es convivir con gente saludable, porque está demostrado que nuestros amigos tienen una enorme influencia inconsciente en nuestro comportamiento.
Los amigos con sobrepeso pueden ser especialmente dañinos. Estudios publicados en el New England Journal of Medicine revelan que si tu mejor amigo es gordo, tienes una probabilidad 171 por ciento mayor de engordar también, aunque tu amigo viva a cientos de kilómetros de distancia.
La doctora Consuelo López Nomdedeu, experta en nutrición del Instituto Nacional de Salud Pública de Madrid, dice que este patrón se aplica también a las parejas.
“Si la mujer sube de peso, el esposo pronto la imitará”, afirma. “Crean un entorno donde aumentar de peso es normal”.
Un estudio realizado en Gales del Sur con hombres de entre 45 y 59 años mostró que las relaciones íntimas habituales tienen un efecto protector en la vida.
Los galeses que experimentaban orgasmos dos o más veces a la semana corrían un riesgo 50 por ciento menor de morir prematuramente que los que no practicaban el coito.
Además de mejorar la circulación sanguínea y reducir el estrés, el acto sexual libera la prohormona DHEA, un precursor de la testosterona que ayuda a reparar y sanar los tejidos; también es un antidepresivo natural, sobre todo en las mujeres.
“La jardinería es una combinación de ejercicio cardiovascular, flexibilidad, resistencia y fuerza muscular, y sus beneficios se obtienen de una manera mucho más agradable que sudando a mares en una caminadora”, dice Roger Henderson, experto en antienvejecimiento del Reino Unido.
Según la Sociedad Nacional de Horticultura de Francia, pasar 45 minutos podando rosas o 25 minutos cavando hace quemar hasta 150 calorías.
Cada vez que agitamos el salero le añadimos medio gramo de sal a la comida, de manera que si evitamos hacer eso una vez al día reduciremos 3.5 gramos nuestra ingestión a la semana.
La mayoría de las personas consumen nueve gramos de sal al día, tres gramos más de lo recomendable. Este pequeño cambio puede bastar para reducir el riesgo de apoplejía y enfermedades cardiacas.
Los lunes de invierno tenemos 18 por ciento más probabilidades de morir un lunes que un domingo (quizá por el estrés de regresar al trabajo), y 25 por ciento más probabilidades de perder la vida en invierno que en verano, señala Sarah Brewer, médica y autora de libros londinense.
La culpa de esto la tiene nuestro reloj biológico, que influye en la presión arterial, la frecuencia cardiaca y la actividad cerebral.