En los últimos años se popularizó el uso de la copa menstrual como una excelente alternativa al uso de las toallas sanitarias y los tampones por los 10 años de utilidad que ofrece y, como consecuencia, por la economía a largo plazo que asegura.
Sin embargo, a diferencia de estos dos últimos métodos, hay que poner más atención a la hora de elegir una copa menstrual para acercarte a la que mejor se acoplará a ti. Aquí te cuento un poco sobre ella y te dejo 9 cosas que debes de considerar para elegir tu copa menstrual.
La copa menstrual es un recipiente de forma cónica, elaborado usualmente de silicona de grado médico o algún otro material que asegure su biocompatibilidad, es decir, que está diseñada para usarse dentro del cuerpo por periodos prolongados.
La forma de la copa y su flexibilidad generan un efecto de vacío dentro de la vagina, de modo que se adapta a las paredes vaginales y así permanece inmóvil. Correctamente acomodada, la copa captura y contiene el flujo menstrual.
Una copa puede recolectar más sangre que otros métodos. Las mujeres en promedio liberamos entre 40 y 60 ml de sangre durante nuestro periodo, y en la actualidad existen tantas marcas con diversos tamaños que las capacidades de las copas rondan desde los 20 ml hasta los 50 ml.
Y, mientras una toalla sanitaria necesita cambiarse entre 4 o 5 veces al día y un tampón 3 o 4, una copa menstrual puede durar hasta 12 horas en uso, es decir, con que la vacíes dos veces en el día será suficiente, dependerá de su capacidad y la abundancia de tu flujo.
La anatomía de una copa menstrual es…
Las copas siempre deberán estar fabricadas de buen material, no lo olvides, todo siempre certificado por la FDA (Food and Drug Administration) y/o por la COFEPRIS (Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios). Lo materiales más comunes para la fabricación de copas son…
La limpieza correcta de cada copa variará dependiendo del material del que estén elaboradas.
Hay una gran variedad de alturas en las copas. La que mejor se acomode para ti dependerá de la altura de tu cérvix. Para medir la altura de tu cérvix bastará con que introduzcas un dedo en tu canal vaginal y observes hasta qué nudillo desaparece en el interior cuando alcances tu cérvix.
Si tu cérvix está bajo, una copa muy alta podría ser difícil de acomodar, si tu cérvix está alto casi cualquier altura podría funcionarte.
El diámetro deberá estar en completo contacto con tu canal vaginal. Si una copa es muy pequeña en diámetro y no está en completo contacto se moverá y habrá fugas.
Por el contrario, si una copa es muy grande y tu canal vaginal es más pequeño, podría ser incómoda o incluso la copa podría no abrirse en su totalidad, con lo cual también tendrías fugas.
La talla es el resultado de la altura y el diámetro, generalmente las marcas tienen 2 o 3 opciones de tallas.
La elección de la talla no depende de la cantidad del flujo que liberas, dependerá de la flexibilidad y musculatura de tu vagina, es por esto que se recomienda la copa L a mujeres de 30 en adelante, porque la musculatura de la vagina pierde firmeza con la edad.
Si vas a adquirir una copa en tus casi 30, te conviene elegir una copa que te dure los próximos 10 años. Sin embargo, no existen reglas exactas para tu talla, sólo aproximaciones; siempre puedes acudir con tu médico para esclarecer tus dudas. No olvides que una copa bien colocada no debe sentirse ni lastimarte.
Usualmente hay dos durezas, una suave y una un poco más rígida. Lo importante a considerar para tu elección depende de cuánto ejercicio realices.
Si eres fan del yoga, las sentadillas, las pesas, etc., no pierdas de vista que estas actividades suelen fortalecer el suelo pélvico y los músculos vaginales, entonces, con una copa muy suave, ésta podría recibir mucha presión al grado de romper el sello y resultar en fugas. Por el contrario, con una copa muy rígida sin necesitarla, podría resultarte incómoda.
Las formas que encontrarás son muy variadas. Influye todo lo anterior: la altura, el diámetro y la dureza.
En la actualidad hay tantas opciones que encontrarás copas con forma de campana, largas, pequeñas, forma esférica, con anillos más marcados que otras, con agujeros de succión debajo del aro, con terminaciones que varían en palitos, palitos con bolitas, aros, bolitas, escaleras, etc.
Para elegir la forma de tu copa no hay instrucciones en específico, dependerá de la que creas que mejor se ajustará a ti. ¡De la vista nace el amor!
Las copas menstruales de buena calidad usualmente están entre los 500 y los 800 pesos. Quizá pueda sonar a una suma relevante, pero recuerda que no es un gasto, es una inversión hasta de 10 años.
La copa menstrual es reutilizable. Su tiempo de utilidad puede llegar hasta los 10 años. Lo anterior ayuda a la reducción de basura. Una mujer puede generar más de 7,500 kg de residuos derivados de su periodo menstrual que tardarán más de 300 años en desaparecer del planeta.
Una copa menstrual resulta mucho más económica. Invertir en una copa un mes te ahorrará gastos dentro de los próximos 10 años. Esta alternativa es la más saludable para el cuerpo.
A diferencia de otros productos como los tampones o las toallas, las copas no contienen blanqueantes ni tóxicos. Las copas únicamente capturan la menstruación, no la absorben, por lo que su uso no reseca, no irrita, ni altera la microbiota vaginal. Y específicamente a diferencia de los tampones, las copas no provocan el síndrome de choque tóxico.
Una vez que la copa se coloca adecuadamente, no interfiere en la vida diaria. La copa llega a resultar tan cómoda que pareciera que estás usando nada.
El tiempo de aprendizaje para colocar la copa correctamente puede ser más largo, de 1 a 5 ciclos. En esta primera etapa, puede que haya fugas no deseadas. Requiere paciencia.
Existe la posibilidad de que a la primera no encuentres la copa adecuada. Algunas chicas tienen la fortuna de acoplarse de maravilla con la primera copa menstrual que llega a su vida, para otras no es el mismo caso. Podrías necesitar una distinta a la primera que adquieras.
A pesar de que una copa correctamente acomodada no lastima ni se siente, en ocasiones sí podría resultar molesta en esos días del periodo con mucha inflamación y sensibilidad. (Pero si recurres a analgésicos para las molestias del periodo probablemente puedas reducir esta desventaja).
Un mal uso y mala limpieza de la copa puede provocar irritación o incluso una infección vaginal. Por esto es importante seguir las indicaciones adecuadas para su limpieza y no tenerla más de 12 horas dentro del cuerpo. En cualquier caso de molestia, acude con tu médico.
Quizás una de las maravillas más grandes de las copas menstruales es la nueva relación que nos hace establecer con nuestro cuerpo, con nuestro ciclo menstrual y con nuestra sangre. Al usar la copa tendrás la posibilidad de ver por primera vez la cantidad real y tangible de tu flujo menstrual, y spoiler, probablemente sea menos de lo que te imaginabas.
Podrás ver cómo cambia de color tu flujo con el paso de los días, cómo disminuye la cantidad y cómo varía su consistencia. También para sorpresa de muchas de nosotras, descubrirás que la menstruación no posee mal olor.
El mal olor que tanto hemos atribuido a nuestra sangre en realidad es provocado porque se pudre al estar en contacto con todos los químicos y tóxicos que traen las toallas y los tampones, y la oxidación de la sangre una vez fuera del cuerpo. Integrar el uso de la copa menstrual a nuestra vida nos hace replantearnos el ciclo menstrual.
Una vez que encuentres la copa indicada para ti realizar diversas actividades durante tu periodo no será lo mismo que antes… ¿Qué dices? ¿Estás lista para dar este buen salto al cambio?
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