Si tus pies pudieran hablar, podrían decir, “cuida mis talones adoloridos, y no revientes mis pobres ampollas. Dales el trato que necesitan.
Tus pies orquestan una compleja red de 26 huesos, casi tres docenas de articulaciones, y más de 100 músculos, tendones y ligamentos por cada paso que das. Así que, ir a dar un paseo es extremadamente beneficioso.
Pesar tan solo medio kilo más de tu peso ideal puede incrementar presión en tus caderas, rodillas y tobillos, tanto como ocho libras, lo cual pone incluso más tensión en tus pies.
Incluso si tus tenis viejos son cómodos, están dañando tus pies. Cuando la suela de tus zapatos está gastada pone estrés en los huesos y articulaciones en tu pie dejándote vulnerable a lastimarte.
La bola de tu pie está empacada con mini cámaras llenas de grasa que sirven como absorbentes de shock. A medida que envejeces, empiezan a adelgazarse y requieren soporte adicional de tus zapatos. De acuerdo a los podólogos, matas a tus pies de esta forma.
Aplastar tus pies dentro de zapatos que no te quedan moldean tus dedos a formas no naturales o puede llevar a problemas de salud en el futuro. Si tus pies aplastan tus dedos juntos puede causar que los nervios se compriman, inflamen, y alarguen.
Esto suele ser un problema en personas que no tienen mucho arco en sus pies porque sus articulaciones de los dedos están menos seguras e irritan el más nervio. Asegúrate de que tus zapatos siempre tienen suficiente espacio y apoyo para mantener tus pies cómodos.
Si has tratado todos los zapatos posibles y te sigue doliendo, habla con un podólogo. Pueden ofrecer tratamientos como medicación anestésica y esteroides el cual puede ayudar a disminuir la inflamación.
Cruzar tus piernas cuando te sientas podría ser la opción más cómoda, pero corta la circulación hasta tus pies. Pinza el nervio peroneo a lo largo de la rodilla, el cual puede hacer que tus pies se queden temporalmente adormilados.
Esa sensación de hormigueo que odias es el nervio recuperando su función.
Es fácil ponérselas, pero causan estragos en tus pies. Cuando utilizas chanclas los dedos de los pies tienen que agarrarse demasiado para evitar que tu zapato salga volando, el cual pone estrés innecesario en tus pies.
También, el tendón tibial posterior se basa en el soporte del arco para ayudarte a caminar, ya que las chanclas están planas tienen que trabajar de más, el cual puede causar que el dolor irradie de tu tobillo a tu arco interno.
Tus pies tienen alrededor de 125,000 glándulas sudoríparas, así que se pueden poner muy húmedos. Si tus pies se quedan en un lugar mojado durante mucho tiempo día tras día puede causar que los tejidos de la piel se rompan creando un clima ideal para que crezcan los hongos.
Un cambio de antitranspirante en la suela de tus pies, zapatos abiertos o las calcetas adecuadas pueden ayudarte a mantener la humedad y el olor en el mínimo.
Si tu peso fluctúa a través de tu vida puede causar que los ligamentos y tendones se aflojen y se debiliten. Esto es especialmente verdad para las mujeres que tienen hijos y cargan mucho peso durante meses.
No trates de apretar tus pies en el mismo número de zapato que has estado utilizando por la mayor parte de tu vida, a veces, subir medio número puede hacer la diferencia.
Toda la fracción de usar zapatos hace que las capas superiores de la piel se engruesen y escamen. Utiliza una piedra pómez en la regadera para ayudarte a retirar el exceso de células de piel.
Solo recuerda utilizar la piedra en una misma dirección, esto crea una superficie más suave que tallar de ida y vuelta, lo cual rompe las capas de la piel y causa que crezcan de nuevo ásperas y escamosas. También, aplica loción o crema para pies a menudo, preferiblemente con ácido láctico y urea, para que sea lo suficientemente fuerte para penetrar la piel gruesa de tus pies.
Si no has dormido con calcetas, deberías. Cuando tus pies están calientes, los vasos sanguíneos se dilatan, lo cual permite que el calor se distribuya a través de tu cuerpo. Esto te ayuda a quedarte dormido más rápido y le da tus pies más tiempo para descansar.
Tomado de rd.com 9 Health Secrets Your Feet Wish They Could Tell You
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