¿A qué se debe el color de las gemas?
Algunos minerales mantienen invariablemente el mismo color: la malaquita es siempre verde, la azurita es azul y el rejalgar, que se usa en pirotecnia, es rojo. Pero hay muchos que presentan diversidad de colores debidos a la mezcla con otros minerales, a impurezas químicas y a otras causas.
El cuarzo es, por lo común, tan claro como el vidrio. Sin embargo, cuando contiene trazas de titanio adquiere un color rosado, pero si está contaminado con pequeñas cantidades de hierro se transforma en la variedad púrpura conocida como amatista. El cuarzo ahumado, pardusco, parece ser, por el contrario, resultado de radiaciones naturales.
Las impurezas han transformado otro mineral incoloro, el corindón, en gemas preciosas. Los zafiros son cristales de corindón teñidos por el titanio; los rubíes también son cristales de corindón, pero coloreados por trazas de cromo. Por su parte, las esmeraldas y las aguamarinas son sólo cristales de diferente color del mineral berilo, que se convierte en piedras preciosas cuando contiene impurezas.
¿Cómo se forman los zafiros estrella?
La grácil estrella de seis puntas que irradia del centro de algunos zafiros es una anomalía en su estructura. Cuando se está consolidando el zafiro, cristalizan en su interior impurezas de otro mineral, generalmente el rutilo, en forma de agujas que se entrecruzan en el centro. La luz reflejada por estas impurezas produce la hermosa estrella de seis puntas que otorga tanto valor a esa gema. Los rubíes estrella también tienen esta propiedad, llamada asterismo, y se forman de la misma manera.
Un efecto similar, el tornasolado, es fácil de observar en la variedad de crisoberilo llamada ojo de gato. En este caso, la presencia de agujas paralela produce una banda lustrosa de luz que se mueve al hacer girar la piedra entre los dedos.
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