Encontrar tiempo para pasarlo con la familia y para ejercitarte puede ser difícil. ¿Por qué no combinar estas dos partes de tu vida manteniéndote activo mientras disfrutas con tus hijos? 1. Pasa una noche...
Encontrar tiempo para pasarlo con la familia y para ejercitarte puede ser difícil. ¿Por qué no combinar estas dos partes de tu vida manteniéndote activo mientras disfrutas con tus hijos?
1. Pasa una noche de juegos familiar
Organiza una noche en la que haya carrera de tres pies, carrera de carretillas, etc., y reta a otra familia de tu calle para una competencia. Este tipo de actividades son divertidas, sociales y, por último, buenas para tu corazón.
2. Lleva y trae a tus hijos caminando de la escuela
Al caminar con ellos, no sólo obtendrás la tranquilidad de saber que están seguros, sino que también podrás escuchar, cuando los lleves, lo que harán en el transcurso de su día y, cuando regresen, cómo les fue en la escuela. Además, mantendrás tu cuerpo en forma al mismo tiempo.
3. Juega Frisbee en familia
Las actividades sencillas, como jugar a la pelota o jugar con el Frisbee, parecen ser más de relajación que un ejercicio estructurado, pero elevaras tu ritmo cardíaco cada vez que tienes que correr o saltar. También serás capaz de mejorar tu coordinación de tus ojos con tus brazos, y para rematar, pasarás tiempo de calidad con la gente que más te importa.
4. Deja que los bebés gateen
Los niños pequeños son muy activos, especialmente cuando se encuentran en la edad en que gatean. En vez de buscarles una actividad fija para tu hijo, anímalo a que haga más actividades permitiéndole que corra o gatee sólo en el piso. Para los niños que empiezan a andar y para los que gatean, busca un espacio seguro en el suelo donde puedan caer sin problema y moverse a gusto. Sugiere a los niños más grandes que jueguen en el cajón de arena afuera. Para mantenerte involucrado, corre alrededor de ellos de vez en cuando.
5. Baila con tu bebé
Si tu bebé llora para que le hagas caso, no sólo le pongas un chupón en la boca o lo saques a dar una vuelta. En vez de eso toma a tu bebé entre los brazos y baila con él en tu cuarto. Entre más exagerados y suaves sean tus movimientos, mejor. El bailar le dará a tu bebé nuevas cosas en la que se pueda concentrar, calmando el llanto. Quemarás calorías extra y tonificarás los musculos de tus brazos.
¿Cómo acostumbras divertirte con tu familia? Cuéntanos y comparte tu historia con nosotros.
Foto:Ingimages
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