Cada día hay más pruebas de que nuestras acciones tienen un impacto profundo en nuestra salud, calidad de vida y longevidad, evita riesgos de adulto.
A veces cuidarse parece que no tiene importancia, pues muchos de nosotros cuidamos más nuestro auto que nuestro cuerpo. No importa que ya seas adulto y estés acercándote a la vejez.
Esta guía te ayudará a reducir esos riesgos y a lograr una vida disfrutable y plena.
Las enfermedades cardiovasculares causan la muerte de millones de personas todos los años. La clave de la prevención es ejercitarte a medida que envejeces. Esto activa el corazón, reduce el colesterol y previene la acumulación de grasa.
Bastan 150 minutos semanales de una actividad como nadar, caminar a paso vivo, montar en bicicleta o arreglar el jardín.
Muchas personas mayores de 65 años presentan alguna forma de sordera, pero pocas de las que necesitan un auxiliar auditivo lo usan. Si tú aún conservas el oído, es importante que lo protejas poniéndote tapones en las orejas al asistir a conciertos ruidosos, carreras de autos o espectáculos multitudinarios.
Aprender una habilidad nueva, tener un pasatiempo, participar como voluntario en obras altruistas o empezar un pequeño negocio después de los 65 años de edad mantiene en forma tus facultades. Incluso resolver crucigramas o armar rompecabezas puede ayudarte a conservar la lucidez.
Conforme envejecemos, perdemos masa ósea y muscular. Los huesos delgados y frágiles se rompen más fácilmente. En los adultos mayores, las fracturas de cadera pueden ser letales, y las fracturas por compresión de la columna vertebral causan dolor y pérdida de estatura.
Después de los 65 años, es esencial fortalecer los huesos con ejercicios de esfuerzo regulares, desde levantar pesas en un gimnasio hasta bailar, jugar tenis, caminar a paso rápido o arreglar el jardín.
Los médicos recomiendan tres sesiones de 10 minutos de alguna actividad vigorosa diariamente, cinco días a la semana.
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