Alimentación, primera línea de defensa contra el cáncer
La mala alimentación (exceso o insuficiencia de nutrimentos) está íntimamente relacionada con mayores riesgos de cáncer para nuestra salud.
La mala alimentación (exceso o insuficiencia de nutrimentos) está íntimamente relacionada con mayores riesgos de cáncer. Se sabe que los polifenoles pueden influir en la génesis y metabolismo de las células tumorales y mejoran la salud cardiovascular y función endotelial.
Una dieta rica en alimentos con propiedades antioxidantes podría ser la clave para modular o frenar la génesis de células tumorales, de acuerdo con Vanessa Fuchs, jefa de nutrición clínica del Hospital General de México y Médico Inter-consultante en nutrición del Hospital ABC de la Ciudad de México.
Los polifenoles son componentes comunes en los alimentos de origen vegetal y a ciertas dosis fungen como anti-oxidantes, bien podrían formar parte de nuestra dieta. Se ha demostrado que los alimentos con alto contenido de polifenoles poseen efectos biológicos como antioxidación, antiinflamación que pudieran traducirse en menor neurodegeneración, ateroesclerosis, antialérgicos, antienvejecimiento, anticarcinogénesis, así como efectos hepato protectores y gastro protectores.
De acuerdo con la evidencia, una dieta deficiente en polifenoles y otros fitoquímicos, está relacionada con un aumento de riesgo de cáncer, particularmente de mama, aunque puede extenderse a cáncer de páncreas, ovario, piel, próstata, intestino y esófago.
Debemos procurar ingerir alimentos cuyas propiedades nos ayuden modular la génesis del cancerígenos e incluso nos permitan mejorar la salud cardiovascular y la función endotelial, aseguró la especialista.
“El tipo y contenido de polifenoles difiere sustancialmente en términos de calidad y cantidad entre las diferentes frutas, verduras, hojas y semillas, es por ello por lo que se recomienda integrar la alimentación con complementos alimenticios de alta calidad, ya que sus efectos sobre la salud dependen de la cantidad consumida y de su biodisponibilidad, y ésta varía mucho en cada individuo. Incluso con una dieta saludable, la ingesta suele ser baja,” aseguró la especialista.
Los polifenoles están divididos en grupos de familias según su estructura química, así que existen más de 10 clases y cada una de ellas tiene sub clases con cientos de derivados, por ejemplo:
El té verde y negro, rico en galato de epigalocatequina (EGCG), ha demostrado bloquear la ornitina descarboxilasa, una enzima que da la señal a las células para evitar la apoptosis. El té verde inhibe la proliferación de las células del cáncer de mama y próstata, bloquea la de-diferenciación y la angiogénesis
La curcumina —que otorga a la cúrcuma su color amarillo— hace lento el crecimiento de las células cancerosas de la próstata bloqueando el ciclo celular, aumentando la apoptosis, evitando la invasión y migración de las células Inhibe la actividad tirosina quinasa del EGFR5, tiene propiedades antiinflamatorias mediadas por la COX-I e inhibe el crecimiento de las células madre que dan lugar al cáncer de mama sin dañar las células mamarias normales
La granada, rica en ácido elágico, inhibe la proliferación celular del cáncer de próstata e induce la apoptosis en estudios de laboratorio. En las líneas celulares de cáncer de mama, aumenta los marcadores de adhesión celular y reduce la migración, que están asociados con la metástasis
El brócoli, rico en isotiocianato y sulforafano, inhibe el crecimiento y promueve la apoptosis de las células cancerosas. En los seres humanos, la ingesta regular regula los genes ligados al crecimiento del cáncer y regula positivamente los genes relacionados con la supresión del cáncer, particularmente en el 50 por ciento de la población que portan un gen mutado de glutatión S-transferasa.