Cuidado con estos alimentos que pueden entorpecerte
Quizá conozcas los alimentos que impulsan tu inteligencia, ¿pero sabías que algunas opciones menos saludables parecen reducirla?
No es secreto que el azúcar, que sirve para condimentar muchos alimentos, no es precisamente dulce cuando se trata de la salud, pero nuevas investigaciones señalan que podrían afectar tanto a tu cerebro como a tu cintura.
En un estudio reciente, la Universidad de California en Los Ángeles detectaron que las ratas que bebían una solución de fructosa tenían más problemas para recorrer un laberinto, una señal de aprendizaje lento y pérdida de memoria, en comparación con un segundo grupo de ratas que recibieron la misma solución y, además, ácidos grasos omega 3, que se cree que impulsan la actividad mental.
Los investigadores sospechan que la alimentación basada únicamente en fructosa redujo la actividad cerebral porque afectó la capacidad de la insulina para impulsar a las neuronas a emplear el azúcar en el proceso de pensamientos y emociones. Ciertos ácidos grasos omega 3 podrían defender al cerebro de los efectos dañinos de la fructosa.
Aunque esta investigación todavía es preliminar, tiene sentido reducir al mínimo tu consumo de azúcares añadidas y aumentar tu ingesta de alimentos ricos en omega 3, incluyendo nueces, semillas de linaza, salmón y soya en tu dieta.
Una alimentación alta en grasas saturadas “malas” puede dañar las funciones cerebrales, afirma una nueva investigación de Harvard publicada en Annals of Neurology.
Cuando los investigadores estudiaron los hábitos y analizaron las funciones cerebrales de 6,000 mujeres durante un promedio de cuatro años, descubrieron que quienes comían alimentos con más grasas saturadas tenían las peores calificaciones en pruebas de memoria y funciones mentales.
En contraste, las mujeres que comían una mayor cantidad de grasas monoinsaturadas (halladas en alimentos como aceite de oliva y aguacates) tenían mejores notas.
No necesitas eliminar por completo las fuentes de grasas saturadas, pero prefiere las versiones bajas o magras de productos animales, como queso, yogur y leche. Evita las carnes procesadas, como el tocino, y limítate a los cortes sin grasas. Obtén más proteínas de origen vegetal, como soya y legumbres.
¿Los alimentos chatarra dañan los cerebros de los niños? Un estudio británico de 2011 realizado en casi 4,000 niños de ocho años detectó que aquellos que habían comido demasiados alimentos chatarra (esto es, comida rápida y/o procesada) cuando tenían tres años presentaban un descenso en su IQ cinco años después, en comparación con los niños que comían saludablemente.
Esta relación permaneció incluso después de descartar otros factores, como el estatus socioeconómico y el nivel de instrucción de los padres.
Las elecciones alimenticias tempranas parecen afectar particularmente las habilidades verbales de los niños, de acuerdo con time.com. El estudio sugiere que tomar buenas decisiones alimenticias podría ser fundamental durante los primeros años de vida, cuando el cerebro se desarrolla con velocidad.
Puede ser complejo recordar a tus pequeños quisquillosos que deben tomar decisiones saludables, pero recuerda que los niños necesitan ser expuestos con frecuencia (a veces hasta en más de 12 ocasiones) para que les “guste” comer alimentos nuevos.
¡Así que no te rindas tan pronto! Además, muchos favoritos de los niños, como el queso de hebra y el yogur, son opciones muy sanas para sustituir las papas fritas y las galletas comerciales.
En este caso las investigaciones se contradicen. Un estudio británico publicado en el Quarterly Journal of Experimental Psychology detectó que mascar chicle durante un experimento bloqueó las memorias a corto plazo de los participantes.
Los investigadores creían que el acto de masticar podría afectar la concentración en tareas relacionadas con la memoria (en este caso, se le pidió a los participantes que recordaran el orden de varias palabras en una lista).
Pero este hallazgo contradice una investigación previa, que encontró una relación positiva entre las tareas de memoria y el chicle.
A pesar de las contradicciones, todavía no te deshagas de tus chicles. Solamente asegúrate de incluir otros hábitos que fortalezcan tu mente en tu rutina diaria, como beber agua (la deshidratación afecta la concentración y la agudeza mental), duerme lo suficiente y realiza gimnasia cerebral.
Eliminar los carbohidratos de tu alimentación puede drenar tu poder mental, junto con tu energía y tu buen humor.
Un pequeño estudio realizado por la Universidad Tufts con 19 mujeres entre las edades de 22 y 55 años detectó que, cuando se eliminaban todos los carbohidratos durante un régimen alimenticio, se presentaba una pérdida gradual de habilidades cognitivas (particularmente en pruebas relacionadas con la memoria) en comparación con un grupo que siguió un régimen bajo en calorías pero que sí incluía carbohidratos.
Los carbohidratos no son malos, pues tu cuerpo los necesita para muchas funciones importantes (incluyendo convertirse en combustible para tu cerebro).
Rechaza las dietas que los eliminan o los restringen considerablemente, y prefiere opciones más saludables, como pastas y panes integrales, arroz integral y quinoa.
¿Consumes mucha azúcar, comida chatarra o carnes rojas en tu dieta?
Tomado de rd.com Foods That Make You Dumb