Alivia el dolor de la dentición de tu bebé

La sección de cuidado del bebé en tu farmacia local, vende geles para dentición, además puedes comprar analgésicos de venta directa para infantes, pero asegúrate de seguir las instrucciones de la etiqueta.

Sin embargo, el ingrediente principal serán los mimos, el amor y la paciencia durante esos difíciles días o semanas en que aparecen los primeros dientes.

¿Qué ocurre?

Entre los cuatro y ocho meses, cuando empieza a salir el primer diente, las encías de un bebé se pueden enrojecer, ablandar e inflamar.

Algunos bebés pasan bien la dentición pero otros se ponen quisquillosos e irritables y tienen dificultad para dormir, la mayoría se mete los dedos a la boca y se puede esperar mucha salivación, por lo general, los problemas de dentición deben notarse con los primeros dos o cuatro dientes.

Pero algunos niños sentirán dolor cuando les salgan los demás, lo que puede continuar hasta los tres años.

Enfría las encías calientes

Compra un anillo para dentición lleno de agua en la farmacia, enfríalo en el refrigerador y deja que el bebé lo mastique. La temperatura fría entumece las encías y le da alivio. Asegúrate de no ponerlo en el congelador. Esto podría quemar las encías.

Los bebés mayores de seis meses pueden morder un lienzo limpio mojado con agua fría.

Envuelve un cubo de hielo en un trapo de algodón limpio y frótalo suavemente en las encías del bebé. Asegúrate de que el hielo no las toque y no deje de moverlo para que un área no se enfríe demasiado.

Si a tu bebé le está saliendo el primer diente, puedes usar una cuchara fría para ayudar a calmar el dolor. Métela al refrigerador (no en el congelador) y aplica la parte redonda en las encías. Igual que con un anillo de dentición, la cuchara, ayuda a entumecer las áreas que duelen más.

Los alimentos fríos pueden ayudar a aliviar el dolor de encías. Corta una rosquilla de pan, pon unos pedazos en una bolsa y métela el refrigerador. Cuando tu bebé esté inquieto, ofrécele un pedazo de pan frío para que lo muerda.

Lo frío ayuda a entumecer las encías y las orillas del pan darán masaje a las encías al morderlo. Solo mantente pendiente de quitarle el pan cuando se ablande.

Ofrécele al bebé un plátano congelado (pelado, naturalmente). Éste se deshiela con rapidez cundo el bebé lo muerde y las frutas frías calman las encías, sin embargo, igual que con el pan, deberás quitarle el plátano cuando se ablande

Abraza a tu bebé

Algunas veces darle al bebé más cariño puede aliviar el dolor de la dentición. Apapáchalo o paséalo por la casa para distraerlo de la molestia.

Con un dedo limpio masajea las encías del bebé por unos minutos. La presión lo hará sentir bien y su atención lo reconfortará.

Tranquilizadores herbales

Mezcla dos gotas de aceite esencial de clavo con por lo menos una cucharada de aceite vegetal. Antes de untarlo en las encías del bebé, prueba la mezcla en sus propias encías para asegurarte que no sea demasiado fuerte.

Si sientes alguna irritación, agrega más aceite vegetal. Nunca uses aceite de clavo solo en las encías de un bebé: es demasiado fuerte.

Pon dos gotas de aceite de manzanilla en una bolita de algodón y aplícala en las encías dos veces al día. El aceite tiene un efecto tranquilizador en la piel irritada y en las encías.

Prueba con geles tradicionales

Los farmacéuticos venden varios geles anestésicos para dentición, que pueden ayudar a aliviar el dolor. Solo asegúrate de escoger un gel analgésico sin alcohol, puede picar en las encías y no es recomendable para su uso en bebés.

Cualquier anestésico tópico debería usarse en cantidades muy pequeñas. No solo entumece las encías, sino que también lo hace en el ‘reflejo de hacer horcadas’ que significa que el alimento tragado podría entrar por las vías respiratorias sin producir una horcada normal o respuesta de vómito.

Inicia una rutina de limpieza dental

Tan pronto como surjan los dientes, empieza una limpieza regular. Dos veces al día talla las encías con delicadeza con un cepillo suave para dientes o un lienzo.

Esto ayuda a controlar bacterias en la boca, lo que también reduce la irritación de la dentición. Al mismo tiempo, es importante acostumbrar a su bebé a la sensación de tener los dientes limpios.

¿Cómo resolviste este problema con tus hijos?